Por Walter Palena
Leonardo Vincenti / La Capital
Javier Milei acusó al brasileño Lula Da Silva de mandar a sus asesores para "ensuciar" la campaña electoral de Argentina
El candidato a presidente de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, pidió a la gente no “dejarse ganar por el miedo” y que el domingo, cuando vaya al cuarto oscuro, piense con “claridad” para terminar con “más de cien años decadencia” de Argentina producto de una sucesión de “gobiernos socialistas”. El líder libertario, por otro lado, acusó al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, de pagar asesores de su país que vinieron a “ensuciar la campaña argentina”.
“(Sergio) Massa, que se la pasa defendiendo la industria nacional, trajo asesores brasileños, pagados por Lula, para ensuciar la campaña en la Argentina”, bramó Milei, quien retomó su dialéctica explosiva para fervor de sus adherentes más fanáticos.
En el esprint final de la campaña de cara al balotaje del domingo, Milei encabezó este martes un masivo acto en el Monumento a la Bandera, donde desplegó desde el escenario sus dotes histriónicas frente a una multitud heterogénea, socialmente transversal, con predominio mayoritario de jóvenes.
El libertario procura mantener la ventaja que sacó en las Paso y en menor caudal en las generales del 22 octubre pasado en Santa Fe, un territorio clave para sus aspiraciones presidenciales. La elección de empezar a cerrar su campaña en Rosario y luego en Córdoba, tiene la finalidad de sedimentar el voto antiperonista y lograr más volumen para triunfar en una segunda vuelta electoral que se avizora muy pareja.
Desde temprano, miles de manifestantes se llegaron hasta el Monumento con banderas argentinas y con estandartes negro y amarillo con el logo de un león en el centro. En una pantalla ubicada como fondo de escenario se reproducían imágenes de Milei en sus diferentes recorridas por el país a lo largo de todos estos meses de campaña y con la música de la película Rocky para graficar su desempeño épico. No hubo ningún registro del líder libertario blandiendo la motosierra, atento al perfil más moderados que procuran vender ahora sus estrategas.
Milei llegó, a eso de las 18, al bar Vip y desde allí se trasladó en una camioneta hasta el Monumento. Subidos a una especie de “Mileimóvil” también iban su hermana Karina, Carolina Píparo, Romina Diez, Nicolás Mayoraz y Rocío Bonacci, estos tres últimos diputados electos de Santa Fe.
Tardó casi una hora en recorrer unos 300 metros. La multitud prácticamente se le tiró encima, procurando entregarle alguna bandera o conseguir las infaltables selfies que después se replican en las redes sociales. Se mostró eufórico el libertario, agitando los brazos en el clásico tic futbolero, al son de “la casta tiene miedo” o “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, el resignificado hit de 2001. También hubo cánticos contra Massa, ligándolo a la dictadura.
Luego de atravesar el calor popular, subieron al escenario Milei, Karina, Píparo, Diez, Mayoraz y Bonacci. Pero estos dos últimos fueron bajados y tuvieron que seguir el acto desde un costado. Tal vez sobraban en esa estrecha tarima.
El eje discursivo de Milei fue desactivar lo que el llama “la campaña del miedo”. Tuvo al principio una referencia a Manuel Belgrano, “uno de los padres de la patria que estudió en la Universidad de Salamanca (España), cuna del liberalismo en ese tiempo”.
“De qué miedo me hablan”, insistió una y otra vez Milei. “Miedo dan los que nos llevaron a estos índices de inflación y de pobreza. La Argentina era una potencia mundial a finales del siglo XIX y luego vino nuestra decadencia de los gobiernos socialistas”, azuzó a la multitud, que respondió con un sonoro: “Se siente, se siente, Milei presidente”.
Milei calificó la elección del domingo como la más importante de los últimos cien años. Los motivó para que no bajen los brazos, que no se dejen ganar por el miedo y que cumplan con la tarea de fiscalización. “Los votos están y podemos ganarles a los dictadores socialistas”, enfatizó.
“No dejen que el miedo le gane a la esperanza. Cuando vayan al cuarto oscuro piensen con claridad. Hay dos boletas. Una es la figurita repetida de la decadencia y la otra expresa la esperanza para terminar con la decadencia. Ese futuro es esperanza y liberal”, expresó Milei, para terminar con su clásico grito: “Viva la libertad, carajo”.
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