La investigación por la violación de una adolescente de 15 años ocurrida la madrugada del domingo 13 de diciembre en una casa de barrio Ludueña avanzó con la imputación de otras dos personas. Se trata de un joven sobre quien pesaba un pedido de captura y que se presentó en el Centro de Justicia Penal el lunes, y de la madre del primero de los detenidos, una mujer de 46 años que quedó vinculada por encubrimiento. A ambos la jueza Silvia Castelli les dictó prisión preventiva por 90 días tras la acusación del fiscal de la Unidad de Delitos Sexuales Ramiro González Raggio.
La noche del sábado 12 Milagros festejaba sus 15 años en su casa de Bielsa y Solís junto a sus familiares y un pequeño grupo de amigos y amigas. En un momento determinado, ya entrada la madrugada del domingo, llegó a la fiesta Facundo Daniel G., un chico al que la mayoría de los presentes no conocía. Tras ello, no se sabe bien de qué manera, el joven de 18 años le habría dado algo de beber a la adolescente y la llevó obligada hasta su casa, ubicada a unos 200 metros de allí.
Cuando la familia de Milagros se disponía a cortar la torta la chica no estaba y el estupor se apoderó de todos. Tras revisar cada rincón de la modesta vivienda, todos los presentes salieron a recorrer el barrio en busca de la adolescente. Fue su tía Celeste, quien a bordo de una moto encontró en Gorriti y Solís a Sandra Isabel S., quien “llevaba de un brazo a Milagros y la acompañaban una nenita y un chico, un pibe de 10 o 12 años que iba con una capucha. Cuando la vi me llamó la atención la sangre que tenía mi sobrina por todo el cuerpo. Sandra me la dio y se fue”, contó la mujer a este diario.
La adolescente fue llevada al Hospital Eva Perón donde los exámenes toxicológicos demostraron que no fue drogada, pero el fiscal sostuvo que aún faltan estudios sobre la existencia de alcohol en sangre. Y abundó: “Creemos que la víctima estaba alcoholizada y que el desmayo que sufrió fue producto de la cantidad de alcohol en sangre que pudo tener” al momento de ser sometida. Por entonces, la mamá de Milagros sostenía a partir de informes médicos del hospital que “no fue uno solo el que le causó semejante daño” a la menor.
En ese marco el fiscal González Raggio dispuso una serie de medidas, entre ellas la detención del joven al que todos vieron llegar a la fiesta de Milagros sin ser invitado y que desapareció con ella. Así, el lunes posterior al hecho Facundo G. fue apresado en su casa y la jueza Silvia Castelli le dictó la prisión preventiva por el plazo de ley bajo la acusación de abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar un grave daño a la salud física de la víctima.
Dos días más tarde Pablo E., de 26 años, fue apresado en su casa de Tupac Amaru y Liniers, y también fue imputado por el hecho. Entonces el fiscal sostuvo que llegaron a él a partir de los mensajes de Facebook “que le enviaba a su prima para que le diera refugio en San Lorenzo”. Y añadió: “La prima le informó eso a su padre y este hombre se puso en contacto con la Fiscalía. Con la rápida intervención de la Agencia de Investigación Criminal pudimos allanar y encontrarlo antes de que escapara”.
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Tras esas dos detenciones el funcionario del Ministerio Público de la Acusación libró otras cuatro órdenes de captura para “dos hermanos del primer imputado, un tercer hombre al que estamos buscando y también para la madre de Facundo G., a quien al principio no podíamos atribuirle el delito de encubrimiento por tratarse de su hijo pero atento a que hay otras personas que no tendrían vínculo con ella su situación procesal es compleja”.
En ese marco el viernes pasado Sandra Isabel S. se presentó en la Fiscalía y por disposición de la jueza Castelli quedó detenida preventivamente por 90 días tras ser imputada por “encubrimiento por favorecimiento personal agravado por ser de un delito especialmente grave en calidad de autora”. Según el fiscal, esta mujer “interfirió en el accionar policial y judicial como también entorpeció y obstruyó la inmediata recuperación de los objetos y evidencias vinculadas al hecho ya que a partir de tomar conocimiento de lo ocurrido y hallar a la víctima en su domicilio, a sabiendas de que sus familiares la estaban buscando, la indujo para que no diga nada” de lo ocurrido.
Respecto del último apresado, se trata de Leando A., un joven cuya edad no fue precisada y sobre quien pesaba un pedido de captura. El muchacho se presentó espontáneamente el lunes en el Centro de Justicia Penal y también quedó imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por resultar un grave daño a la salud física de la víctima y por haber sido cometido por dos o más personas en calidad de coautor.