Los últimos momentos de la vida de Héctor Fleitas quedaron grabados en su celular. Un vecino recogió el aparato en un pasillo de Ituzaingó al 7200, donde cayó vencido por un disparo en el abdomen. “Me dieron un tiro, perro. Fue el Iván”, decía el último mensaje que envió el joven el 17 de abril de 2021. Lo mandó a un número que no estaba agendado desde el cual les avisaron a sus familiares de lo que había pasado. Ese dato fue vital para orientar la investigación hacia Iván Norberto Chávez, quien junto a su tío Héctor Adrián Biagiola comenzó a ser juzgado por el crimen, ambos con un pedido de prisión perpetua.
Héctor Daniel Fleitas tenía 21 años y sabía algunas cosas que incomodaban a una banda de la villa La Palmerita, en la colectora oeste de Circunvalación a la altura de Ituzaingó, donde también vivía su familia. Por eso estaba amenazado, pero él no quería hacer la denuncia para evitar males mayores.
La tarde que ocurrió el crimen los agresores salieron con la intención de encontrarlo y quitarle la vida. Después de violentar dos domicilios de la zona oeste y causar heridas a otras tres personas lo ubicaron frente a una casa de México al 2000 y le dispararon.
Un mes más tarde fue detenido Iván Chávez, de 25 años, tras una serie de allanamientos ordenados por el fiscal Alejandro Ferlazzo. En junio de ese año su tío Héctor Adrián “Mafia” Biagiola, de 39, fue detenido en Carcarañá, donde se alojaba en un hotel ocultándose de la policía. Su defensa alegó que padecía esquizofrenia pero un informe médico lo consideró imputable y al tiempo fue acusado por el crimen.
Tío y sobrino comenzaron a ser juzgados el viernes en el Centro de Justicia Penal (CJP) por los jueces Carlos Leiva, María Isabel Mas Varela y Gonzalo López Quintana. El fiscal Ferlazzo pidió prisión perpetua para ambos. Las audiencias continuarán a partir de este martes.
Según la reconstrucción realizada por la fiscalía, todo comenzó a las 14.25 del 17 de abril cuando ambos se presentaron en una casa de Juan Pablo II al 2400 con un arma cada uno. En esa casa donde vivía un hombre identificado como Cristian R., buscaban a tres personas: Fleitas, un hermanastro del dueño de casa llamado Gonzalo, de 14 años, y Angel A., otro joven al que todos conocen como “Antony Montana” en supuesta alusión al personaje narco de la película Scarface interpretado en 1983 por Al Pacino.
Con las culatas de las armas golpearon brutalmente al dueño de casa, a quien le causaron heridas en el cráneo y en las manos para que dijera dónde estaban esos muchachos, que habían estado tomando una gaseosa y ya se habían retirado en dos motos.
A pesar de que el muchacho intentó impedírselos, los agresores entraron a la casa, requisaron cada rincón y siguieron golpeándolo. Le causaron lesiones en la mano izquierda y en la cabeza. Incluso amenazaron a su cuñada, que estaba con sus dos pequeños hijos: “Dejá la casa porque esta noche los mato a todos, yo mato a cualquiera, no me importa nada”.
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Los agresores se fueron de la casa y junto a otras cuatro personas fueron en un Renault 12 gris al domicilio de México al 2000 donde vivía Gonzalo con su padre. Según la acusación, tío y sobrino, junto con un tercer hombre aún no identificado, se acercaron caminando y comenzaron a disparar contra la vivienda donde el adolescente estaba charlando con “Antony Montana” y Fleitas. Estaban los tres sentados en la vereda cuando Iván, detrás de su tío, les gritó “quédense quietos”, seguido por un tercer atacante que cerraba la fila.
Balas para todos
Enseguida comenzaron los disparos, unos ocho o nueve. Fleitas se levantó y comenzó a correr por Ituzaingó intentando protegerse, pero sólo alcanzó a llegar a un ancho pasillo ubicado a la altura del 7200, detrás de una puerta de chapa donde se desangró por un disparo en el abdomen. Mientras que “Antony Montana” y el chico de 14 años se refugiaron adentro de la casa.
Los atacantes los persiguieron, patearon las puertas y dispararon sus armas al menos cinco veces antes de marcharse. Angel A. fue herido en un hombro y el propio Gonzalo lo llevó en moto al Policlínico San Martín, desde donde lo trasladaron al Heca. Un vecino que estaba sentado en la vereda también fue herido en el hombro derecho.
A los relatos de los testigos se sumó en la causa el último texto enviado por Fleitas con su celular, que un vecino recogió en la escena y entregó a su hermana. “Me dieron un tiro, perro. Fue el Iván”, dijo en ese mensaje registrado a las 14.26 del sábado 17 de abril y enviado a un número no agendado.
Chávez y Biagiola fueron acusados de los delitos de lesiones leves, homicidio agravado por el uso de arma y calificado por ser cometido entre más de dos personas, otros dos hechos de homicidio agravado en tentativa, abuso de armas, violación de domicilio y la portación ilegal de armas.