Un hombre de 38 años, sin antecedentes penales que se ganaba la vida custodiando negocios en la
zona de Presidente Perón y Barra, fue detenido por la policía como principal sospechoso de ser el
asesino de Miguel Benítez, ocurrido el martes en barrio Moderno. Según indicaron fuentes allegadas
a la investigación el crimen no estuvo ligado a un ajuste de cuentas por drogas, la primera
hipótesis explorada por los pesquisas, sino que fue un castigo desproporcionado por el hurto de una
batería de camión.
“Este muchacho quiso vivir sus cinco minutos de héroe y terminó
acusado por homicidio”, indicó un vocero de la Unidad Regional II. En la casa del detenido,
ubicada en los confines de los barrios de Empalme Graneros y Larrea, fue secuestrado un revólver
calibre 32 con dos proyectiles percutados.
Otro rumbo. Los dichos del padre de Miguel Benítez, el joven de 19 años asesinado de un
balazo en la cabeza en Biedma al 5800 el martes por la tarde, ante el cuerpo de su hijo muerto hizo
pensar en un primer momento que el homicidio estaba relacionado directamente con los códigos del
submundo narco en barrio Moderno. “Esto pasa porque acá en el barrio se venden drogas en
todas partes. Todo el mundo vende drogas y los chicos andan robando para comprar”, dijo.
Sin embargo, y aunque en la zona existen bocas de expendio de droga, la
investigación del crimen del pibe Benítez se orientó antenoche hacia otro lugar. El hurto de una
batería de camión, estacionado frente a un negocio de venta de lubricantes en Presidente Perón y
Barra, que ocurrió minutos antes del homicidio.
Desde que el cuerpo de Miguel Benítez apareció, pasadas las 16.30 del
martes, tendido sobre el pavimento en Biedma al 5800 con un disparo en la cabeza sin orificio de
salida, comenzó una pesquisa alimentada por un sin número de llamados telefónicos a efectivos de la
sección Homicidios y la seccional 19ª. Así fue que la ingeniería investigativa terminó dando su
resultado pasada la medianoche, cuando en inmediaciones de Juan B. Justo y Provincias Unidas fue
detenido por vigilantes de la 19ª el principal sospechoso de ser el autor del disparo que mató al
muchacho de 19 años: Maximiliano B., de 38 años, conocido como Matute.
Para llegar hasta ese punto fue vital el reconocimiento por parte de
testigos de dos autos que estuvieron en la escena del crimen. Un Dodge 1500 color negro y un Fiat
147 color blanco, que aparecieron estacionados por la noche en la zona de Perón y Barra.
Un rato antes. A partir de una serie de testimonios se comenzó a echar luz sobre los momentos
previos al crimen de Benítez y fue quedando relegada la hipótesis del ajuste de cuentas por drogas.
Así se pudo establecer que poco antes de las 16 se produjo el robo de una batería de un camión
estacionado en Barra y Perón. El atraco encendió la cólera de los empleados que trabajaban en el
negocio de venta de lubricantes al que pertenecía el vehículo.
Los muchachos se subieron en sus autos particulares —en Dodge 1500
y el 147— y comenzaron a buscar a los ladrones. Al primero de los autos también se habría
subido Matute.
Búsqueda y ataque. Según los pesquisas, los dos autos transitaron hasta que dieron con los
delincuentes que huían en una moto Gilera 110 color champán y negra. “En Biedma al 5800 uno
de los autos tocó a los de la moto y los hizo caer”, relató el vocero. Fue entonces que
Matute se salió de contexto y según lo declarado por el sobreviviente del homicidio, le disparó a
Benítez “desde unos 20 centímetros, casi a quemarropa”, explicó una fuente consultada.
“Tras recibir el disparo el pibe golpeó su cabeza contra el cordón
de la vereda y quedó ahí”, comentó el vocero. “Entonces se produjo un desbande. Los
autos se fueron y el compañero de Benítez también”, agregó.
Información. Con el cuerpo de Benítez tirado sobre una camilla del Sies, custodiado por la
policía y sus familiares y amigos, su compañero de andanzas y sobreviviente del hecho fue
identificado como Mauro Nahuel L., de 19 años. Con el correr de las horas Mauro L. prestó
declaración ante la policía. Primero como víctima del ilícito y luego acusado del hurto de la
batería del camión.
Un elemento que hasta ayer no había sido recuperado. El joven dio una
descripción del hombre que abrió fuego contra su amigo.
Y el cerco se fue estrechando. A la medianoche Matute fue detenido y el
juez de Instrucción Jorge Baclini, ordenó el allanamiento de su vivienda ubicada en Ñandubay al
1200 bis (Fraga a la misma altura). En ese lugar, en un cuartito donde solamente Maximiliano B.
entraba, se encontró un revólver calibre 32, tipo lechucero, con tres proyectiles intactos y dos
vainas servidas. Un arma sin papeles.