La Fiscalía de Cámaras de Rosario solicitó que se agrave la imputación contra un joven de 22 años que en junio de 2011 participó del robo y posterior homicidio de Leandro Zini, asesinado de una puñalada frente a su casa de barrio Industrial mientras acompañaba a su novia a tomar un taxi. Apenas ocurrió el hecho, un menor reconoció la autoría del homicidio, pero allegados y familiares de la víctima insisten en que hay evidencias (la única testigo y un reconocimiento de voz) para demostrar que en realidad el verdadero agresor podría ser el joven que ayer estuvo en Tribunales y al que se le intenta modificar su situación procesal.
La muerte de Leandro conmocionó a barrio Industrial porque se trató de un hecho típico de inseguridad que provocó el inextinguible dolor de su familia, allegados, amigos y vecinos, y porque su nombre se convirtió en una de las decenas de banderas que hasta estos días se elevan en reclamo de seguridad.
Piden revocatoria. Ayer se realizó una audiencia en la que la fiscal de Cámara María Eugenia Iribarren pidió que se revoque la resolución de un juzgado de Menores donde Nicolás Maximiliano V., hoy de 22 años, fue declarado autor del fatal robo. Allí estaban, además del acusado y su defensora, Estrella Galán; el asesor de Menores Daniel Papalardo; el padre y el hermano de Leandro, Héctor y Cristian Zini; familiares y amigos de la víctima.
Al sostener su pedido, Iribarren recordó que el adolescentes de 15 años de edad Jonathan G., cómplice de Nicolás V., reconoció haber sido el autor de la puñalada que mató a Leandro cuando este se resistió al robo de la cartera de su novia, pero discrepó con la figura legal que eligió la jueza de Menores sobre el mayor de los imputados.
Ante los jueces de la Cámara Penal Alfredo Ivaldi Artacho, Carina Lurati y Guillermo Llaudet Maza, la fiscal pidió que a Nicolás se le endilgue el delito de homicidio en ocasión de robo, con penas que van de 10 a los 25 años de prisión.
Roles y acciones. Puntualizó que previo a abordar a la pareja "hubo una distribución de tareas", que "no hay discusión respecto a la participación" de los acusados en el hecho, ya que además ese día Nicolás admitió haber estado con Jonathan.
"No cabe duda que en la calificación debió tenerse en cuenta el robo con el resultado muerte", cuestionó Iribarren sobre la resolución que puso en crisis y en la que si bien se admitió que hubo una "empresa criminal", se dijo que no existió voluntad de matar por parte de los ladrones.
Sobre ese eje giró el cuestionamiento de la fiscal. Aunque de manera algo confusa trató de explicar cómo pudo ser que Jonathan, de contextura pequeña, fuera quien redujo a Leandro ya que Nicolás es de físico más corpulento. Después apuntó que el acusado fue el que trató de quitarle la cartera a la novia de la víctima, que se resisitió y recibió un puntazo en la garganta que le perforó la arteria carótida matándolo en el acto.
Iribarren dio por sentado que cuando Jonathan lo invitó a dar una vuelta, el joven aceptó la incorporación de un elemento (el cuchillo) que "aumentaría los riesgos", y que "fue consintiendo los pasos que iban dando" y desembocaron en el trágico episodio.
"La finalidad o acuerdo de voluntades configura el dolo o dolo eventual", valoró la fiscal antes de reclamar que al aplicar la figura se debió contemplar "la utilización del arma", por lo cual solicitó que se revoque la resolución y se modifique la calificación por la figura que contempla el artículo 165 del Código Penal, que es el homicidio en ocasión de robo.
A su turno, la defensora Estrella Galán postuló la confirmación de la resolución del juzgado de primera instancia que le asigna un rol menos gravoso a su pupilo, y los argumentos que se tuvieron en cuenta para atribuirle la figura del robo.
"Jonathan G. fue el autor de la lesión que le provocó la desgraciada muerte de la víctima", recordó sobre la confesión del menor, y que cuando se produce el robo, su asistido no tenía conocimiento de que el cómplice portaba un cuchillo. "No hubo acuerdo de voluntades", refutó la abogada.
Molestia familiar. Al salir de la audiencia, Héctor Zini se mostró molesto porque durante la audiencia la fiscal omitió tener en cuenta aspectos que figuran en el expediente. "Yo lo vi a mi hijo pasar por la ventana de mi casa, a los segundos los escucho gritar y lo matan", recordó angustiado a este diario.
Remarcó que en la causa hay al menos dos evidencias que son vitales para determinar la autoría del homicidio. "La novia de mi hijo declaró que fue el más grande (por Nicolás Maximiliano V.) el que le da el puntazo a Leandro y se hizo un reconocimiento de vos en el cual lo identifica".
La Cámara Penal se tomara ahora un tiempo para estudiar la apelación fiscal, y llamará a una nueva audiencia para dar a conocer su veredicto.
El crimen. Leandro Martín Zini tenía 21 años cuando fue atacado el domingo 26 de julio a las 7 de la mañana en la puerta de su casa de calle Mar del Plata entre Casilda y Gorriti, detrás de la planta de Cotar.
Había salido para acompañar a su novia a tomar un taxi cuando fue abordado por dos adolescentes que le quisieron robar el bolso a la chica. El quiso evitarlo y recibió un puntazo en la garganta que le perforó la arteria carótida, lo que le provocó una hemorragia fatal.
En el marco de la pesquisa fueron detenidos tres jóvenes: Jonathan, su hermano de 17 años, cuyas familias viven todavía a una cuadra de la casa de los Zini, y Maximiliano.
La declaración de los adolescentes fue valorada como contradictoria por los investigadores. Sin embargo la jueza de Menores a cargo de la causa entendió que había elementos suficientes para determinar que el autor del homicidio había sido el menor.
Es que su confesión habilitó la declaración de autoría, aunque también fue tomada en su momento como una estrategia para no complicar la situación procesal de su cómplice.