David Ezequiel Ramos tenía 33 años cuando discutió con dos muchachos que circulaban en una moto en San Lorenzo al 2200, en el barrio Coronel Aguirre de Villa Gobernador Gálvez. En esas circunstancias uno de ellos sacó un arma y le disparó en el abdomen. El proyectil calibre 9 milímetros le perforó intestinos, estómago y un riñón. Fue el 17 de octubre de 2021, el Día de la Madre, a dos cuadras de su casa, delante de su esposa y su hijo de 4 años. “Vinchi”, como se reconocía a Ramos, agonizó un mes y murió en el hospital Provincial.
Este viernes en audiencia preliminar, paso previo al juicio oral, el fiscal Adrián Spelta pidió para Brian Alexis José Spataro, acusado de ser el autor del disparo que mato a Ramos, una condena de 20 años de prisión. Spelta lo había acusado como autor de los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegítima de arma de fuego de civil. No hay fecha aún para la celebración del juicio.
“Mi hermano podía estar un poco chupete, pero a un borracho se lo esquiva. No se pelea con un borracho. No se le pega a un borracho. Y menos se lo mata”. Rescatando las viejas reglas de convivencia callejeras, uno de los hermanos de Vinchi contextualizó el incidente que terminó con la muerte de David. Y días más tarde en el encarcelamiento de Spataro.
La historia de los Ramos es un calco de la mayoría de las familias que se afincaron en este región. Once hermanos de la familia llegaron décadas atrás a Villa Gobernador Gálvez desde Helvecia, cabecera del departamento Garay, en el centro este de la provincia, y se instalaron en el barrio Coronel Aguirre. Todos en pocas cuadras alrededor del cruce de San Lorenzo y Levalle. El padre de David Ezequiel Ramos tuvo nueve hijos. David tenía pareja, un hijo de cuatro años y vivía de hacer changas. Residía a escasos 200 metros del lugar donde el domingo 17 de octubre al atardecer fue atacado a tiros y cayó sobre la polvorienta calle Levalle.
El Dia de la Madre
Todo sucedió en calle San Lorenzo esquina Liniers, una postal más de un barrio populoso y empobrecido como es Coronel Aguirre. Si bien la primera de las arterias tiene mejorado, las mayoría de las calles que la cruzan a esa altura son de tierra polvorienta. Un vecino contó, un mes después de ocurrido el ataque a balazos que le costó la vida a Vinchi que “el muchacho (por Ramos) estaba en la casa de la suegra. Estaba medio tomado. Cuando volvía para su casa creo que andaba con un cuchillo o algo así. Pasaron dos en moto y tuvieron un cruce verbal". Los vecinos resaltaron que quien manejaba la moto "era un pibe menor de 18 años. Los de la moto volvieron, lo balearon en la panza y se fueron”.
Ramos fue trasladado al Hospital Gamen y de allí derivado al Hospital Provincial de Rosario. La víctima nunca se repuso de las heridas. Según su familia el proyectil le perforó los intestinos, el estómago y le afectó severamente uno de sus riñones. “Nunca se despertó ni pudo declarar”, explicaron sus parientes. “Mi hermano no sabía cortar una milanesa. No era un tipo de andar amenazando ni nada de eso. Nosotros somos una familia de laburantes. Lo único que hacemos es trabajar”, explicó uno de los hermanos Ramos desvirtuando la versión de que Vinchi tenía un cuchillo a la hora de ser baleado.
Al enterarse de que lo buscaban, Spataro, de 20 años, se presentó el martes 17 de mayo del año pasado en el Centro de Justicia Penal para ponerse a derecho. Tres días más tarde el fiscal Spelta lo acusó en audiencia oral y pública. Lo acusó de, luego de haber discutido con Ramos, haber sacado de entre sus ropas un arma de fuego y efectuar varios disparos contra la víctima, ocasionando que Vinchi cayera desvanecido. El juez de garantías Florentino Malaponte dictaminó que quedara bajo prisión preventiva por el plazo de tres meses.