"No los denuncié por miedo y por ese miedo mataron a mi hija". Gisella, la madre de Mariel Lezcano, la joven de 21 años asesinada a balazos este miércoles en su casa de Ayacucho al 4300, dice que la familia estaba amenazada. La víctima había sido condenada a 6 años de prisión domiciliaria por formar parte de la banda de René Ungaro dedicada al narcomenudeo. Su familia dice que Mariel fue condenada injustamente y que de la misma manera quedó en medio de un conflicto que atraviesa a los Ungaro y los Funes, antes aliados y desde hace un tiempo enemistados. Sus parientes piden protección policial, al menos hasta que puedan abandonar la vivienda.
La familia Lezcano vive al fondo de un pasillo que nace en Ayacucho al 4300, a pocos metros del cruce con Uriburu. Al comienzo de ese pasillo hay otra vivienda, la misma en la que en marzo de 2016 mataron a balazos a Mariela Miranda, madre de los hermanos Funes, de los cuales dos fueron asesinados y otros dos están en prisión por distintos delitos vinculados al narcomenudeo. En ese escenario repetido de la violencia callejera la muerte volvió a sacudir a una familia: fue a las 18.30 del miércoles cuando un hombre entró de prepo a la casa de la familia Lezcano y mató a Mariel con dos disparos, uno de ellos a la cabeza.
"Ella pensó que era yo, que a esa hora llego de trabajar. Por eso abrió la puerta", dijo entre llantos Leonardo Lezcano, el padre de la chica asesinada. "Pero como era el cumpleaños de mi hermano pasé a saludarlo, si no iba a estar con ella acá", agregó. Mariel estaba con su hijo de 3 años, su hermana de 13 y otros menores de edad merendando en la casa cuando un hombre entró al pasillo, golpeó la puerta, se metió de golpe y fue directo a matarla. El agresor había llegado en una moto con la que una vez que cometió el crimen se dio a la fuga en dirección al sur.
Si bien al momento no hay indicios claros sobre la motivación del crimen ni mucho menos sobre el autor, lo cierto es que hay un posible contexto alrededor del hecho. La joven asesinada había sido condenada a comienzos de agosto a seis años de prisión domiciliaria por formar parte de una banda dedicada al narcotráfico comandada desde prisión por René "El Brujo" Ungaro. En ese juicio, además de Lezcano y Ungaro fueron condenadas otras doce personas, entre ellos los hermanos Alan y Lautaro Funes. Se trata de dos integrantes del conocido "clan" que junto a Ungaro, aunque hoy están distanciados, sembraron de violencia las calles del barrio Tablada y alrededores.
Los padres de Mariel dicen no tener en claro por qué mataron a la chica, aunque sí hablan de amenazas previas y una situación de riesgo que se había vuelto insostenible. "A mi hija la metieron en una causa por juntarse con una chica que trabajaba para los Funes. Pero Mariel no tenía problemas con nadie, nunca estuvo presa", contó Gisella, la madre de la víctima. Sin embargo indicó que tiempo atrás las dos habían sido amenazadas por negarse a vender drogas para la banda. "No los denuncié por miedo y por miedo mataron a mi hija", agregó la mujer.
"Estamos desprotegidos, no hay ni un comando. Cuando terminemos de enterrar a nuestra hija nos vamos a ir de acá a vivir con miedo y esperar a que no me maten otro hijo", dijo Gisella y contó que el fiscal Gastón Ávila, que tomó la investigación del homicidio, le avisó que iba a garantizar la seguridad de la familia. Este jueves por la mañana la casa estaba totalmente desprotegida y la familia se encontraba allí, aguardando una custodia que llevara algo de tranquilidad.
Demorados y liberados
El contexto de conflicto con la familia Funes quedó expuesto horas después del crimen cuando a partir de testimonios de vecinos la policía llegó a una vivienda de Chacabuco al 4100. Allí, según describieron desde la Agencia de Investigación Criminal (AIC), quedaron detenidas tres personas. Uno de ellos, identificado como Alejo D., de 21 años, portaba un arma de fuego calibre 9 milímetros, el mismo que se utilizó en el crimen, por lo cual quedó detenido mientras se investiga su posible vinculación en el homicidio de Lezcano.
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Mariel Lezcano tenía 21 años y un hijo de 3, fue asesinada a balazos en su casa de Ayacucho al 4300.
Los otros dos demorados, entre ellos una menor de edad de la familia Funes, fueron liberados horas después. Desde el Ministerio Público de la Acusación indicaron que no hay indicios de que estos dos jóvenes estuvieran vinculados al asesinato. En tanto en el lugar del hecho y alrededores se realizó un relevamiento en busca de cámaras de vigilancia y de testigos que puedan aportar datos a fin de esclarecer el hecho.
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"Claramente fue una ejecución. Vinieron a riesgo de que por ahí ni siquiera importaba quién era la víctima. Dispararon apenas abrieron la puerta. Esto claramente es un mensaje a la familia que vive ahí", dijo el fiscal Ávila luego del crimen.
Saga sin fin
El 18 de marzo de 2016 hubo una bisagra en la historia de violencia en ese sector del barrio Tablada y sus alrededores. Fue cuando Mariela Miranda, madre de los hermanos Funes, fue asesinada a balazos en su casa de Ayacucho al 4300, lindera a la vivienda en la que mataron a Mariel este miércoles.
Los Funes acusaron a Alexis Caminos, parte del clan heredero del ex líder de la barra de Newell's Roberto "Pimpi" Caminos, con quienes habían entablado un violento conflicto vinculado a las competencias por el narcomenudeo. El homicidio de Miranda fue la antesala de una saga de otros hechos que se cobraron la vida de personas relacionadas a una u otra banda.
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A comienzos de 2018 dos de los hermanos Funes fueron asesinados a balazos. El primero fue Ulises Nicolás Funes, marino mercante de 23 años, baleado el 7 de enero de aquel año en un pasillo de barrio La Lata. Un mes después fue Jonatan, conocido como "Bam Bam", emboscado y acribillado en el camino de regreso a Rosario desde la cárcel de Piñero, adonde había ido a visitar a su hermano Alan.
Para entonces, también en enero, habían matado a Marcela Díaz, hermana de Ariel "Tubi" Segovia, hombre vinculado a la barra leprosa que terminó asesinado en abril de 2018 dentro de un pabellón de la cárcel de Coronda. Por el crimen de Díaz fue condenado Alan Funes, acusado de matarla a tiros desde un auto en pasaje Lejarza al 5600. A partir de ese verano caliente los Ungaro, los Funes y los Camino acumularon varias condenas por distintos delitos, tanto en causas federales como provinciales, así como varios allegados asesinados en esta saga sin fin.