Un bonaerense de 45 años fue condenado a tres años de prisión efectiva como miembro de una banda que a manipulaba cajeros automáticos en la ciudad de Santa Fe para retener tarjetas de débito que luego usaban para sustraer dinero de las cuentas y otras operaciones bancarias, a través de la modalidad conocida como "pescadores". Según comunicó el Ministerio Público de la Acusación (MPA) provincial, la pena fue pactada entre fiscalía y defensa en un procedimiento abreviado homologado por el juez Jorge Patrizzi.
Así, René Aurelio Martín Acosta, oriundo de la ciudad bonaerense de General Rodríguez, pasará tres años en prisión como coautor de los delitos de hurtos reiterados, defraudación especial reiterada y asociación ilícita, todos ellos en concurso, por al menos ocho casos ocurridos entre noviembre de 2014 y marzo de 2015.
Ocho. "Son ocho los casos en los que tenemos probada la actuación de esta banda. Fueron cometidos entre el 8 de noviembre de 2014 y el 7 de marzo de 2015 en distintos puntos de la ciudad", indicó el fiscal Andrés Marchi, a cargo de la investigación, sobre los hechos denunciados en cajeros automáticos ubicados en bancos de Rivadavia al 3400 (tres veces), San Martín y Pellegrini, San Martín al 1600, Aristóbulo del Valle al 6900, Mendoza al 3400 y 25 de Mayo y Mendoza de la capital provincial.
El fiscal resaltó que gran parte del éxito de la investigación obedece a las imágenes registradas en aquellos cajeros que tienen cámaras de vigilancia, además de "la colaboración de la empresa Link". Asimismo, Marchi valoró que "la Policía de Investigaciones (PDI) trabajó muy profesionalmente. Se establecieron contactos con personal de la sección Prevención del Fraude de la red Link en los que se produjeron los delitos. También se solicitó colaboración a las autoridades policiales y judiciales de la provincia de Buenos Aires", destacó el fiscal.
Dispositivos. El accionar de la banda consistía en instalar los dispositivos conocidos como "pescadores" en la ranura de los cajeros en los que intentaban realizar sus maniobras. Según explicó el fiscal, los pescadores son "elementos que se adhieren con pegamento o cinta aisladora en la boquilla que lee las tarjetas de débito o crédito" con el fin de lograr retener los plásticos.
"Cuando la víctima introducía su tarjeta y quedaba retenida se acercaba otra persona que se mostraba interesada por lo ocurrido y le ofrecía su celular para que llamara al número de contacto de la entidad bancaria que aparecía en la pantalla del cajero. Pero en realidad la llamada no era al banco sino que se realizaba a otro integrante de la banda, quien le solicitaba datos personales a la víctima, entre ellas, su clave PIN de acceso al cajero, o la inducía a que accionara su clave a la vista de quien le había ofrecido el teléfono", relató el fiscal, y recordó que "ante una situación similar y un ofrecimiento de ese tipo no se debe entablar ningún tipo de comunicación telefónica desde el celular de un desconocido".
"La otra parte de la historia —añadió Marchi— es conocida. Cuando víctima y victimario se retiraban del cajero inmediatamente ingresaba otro integrante de la banda a retirar la tarjeta de débito que había sido pescada en el cajero automático. Entonces, con la tarjeta mal habida y la clave PIN que había sido suministrada en la comunicación telefónica, se realizaban extracciones de efectivo, tomas de crédito, compras en comercios y transferencias a cuentas de terceros".
Allanamiento. Según la información suministrada por el MPA, el condenado Acosta fue detenido en un allanamiento realizado el martes 15 de diciembre de 2015 por personal de la PDI y de la comisaría 1ª de la ciudad bonaerense de Merlo en una vivienda de Avellaneda al 1400 de General Rodríguez.
En ese contexto, el fiscal Marchi acotó que hay dos hombres y una mujer que también integraban la banda y permanecen prófugos. Los tres están identificados y con pedido de captura.