Un hombre de 42 años fue condenado este viernes a la pena de prisión perpetua por el femicidio de su ex pareja, Vanesa Olguín, a quien golpeó violentamente en junio de 2020 y le prendió fuego delante de dos de sus hijas en la precaria vivienda que compartían en la vecina ciudad de Villa Gobernador Gálvez.
Esta mañana, en la sala 9 del Centro de Justicia Penal, el tribunal integrado por los Jueces de Primera Instancia Carlos Leiva, José Luis Suárez y Rodrigo Santana condenó a Adrián Bajo a la pena de prisión perpetua por los delitos de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por femicidio en grado consumado y en calidad de autor.
La fiscal Carla Cerliani, de la Unidad de Homicidios Dolosos -en suplencia de Adrián Spelta- le atribuyó el hecho ocurrido el 3 de junio de 2020, alrededor de las 11.35, en una vivienda ubicada en Lavalle al 2300 de Villa Gobernador Gálvez.
En el interior de la casa que compartían -pese a estar separados-, Bajo comenzó a agredir físicamente a la mujer y la golpeó con un objeto contundente en su cabeza. Posteriormente, la trasladó hasta el baño de la vivienda, la roció con combustible y le prendió fuego.
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La escena fue presenciada por las nenas. La mayor de ellas fue a pedir ayuda a la casa de una vecina y amiga de su mamá que encontró a Vanesa sentada, con la mayor parte del cuerpo quemado, junto a su hija más chica, la única que tuvo con el agresor.
Tras la agresión, Bajo se fue de la casa en una moto y fue detenido por la policía el mismo día. Vanesa fue internada en el Hospital Provincial luego de pasar por el Hospital Anselmo Gamen, donde la derivaron a Rosario ante la gravedad del cuadro. Tenía el 70% del cuerpo quemado. Era madre de cinco hijos _además de las nenas, tenía tres hijos de 13, 18 y 20 años_ y militaba en la agrupación Barrios de Pie, que la contuvo en su convalecencia. Se había incorporado a la organización tres años antes. En el marco de un programa de salud, colaboraba con los registros de peso y talla de los chicos que asistían a un servicio de copa de leche en el barrio.
El 12 de agosto de ese año, Vanesa Olguín falleció a consecuencia de las heridas provocadas. Los hechos ocurrieron en el marco de un contexto de violencia de género extendido y perpetuado en el tiempo, por lo menos durante tres años, en el que el imputado convivió con la víctima, sometiéndose a diferentes hechos de violencia en donde resultó lesionada