Mientras los procesos judiciales que tiene en su contra tanto en el fuero provincial como en el federal se perfilan hacia juicios orales y públicos, Esteban Lindor Alvarado agarró un teléfono y llamó a una radio rosarina para aclarar detalles de las causas en su contra. En ese llamado, el hombre acusado de liderar una asociación ilícita para la comisión de diversos delitos y que lavaba dinero mediante empresas legales, criticó a los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos Matías Edery y Luis Schiappa Pietra. Además dijo no tener nada que ver con la droga, explicó que su "amor" es el robo de automotores, que trabajó con el asesinado Luis Medina dándole autos ponchados para vender y reveló que factura "unos 6 millones de pesos" a partir de la venta callejera de sábanas, acolchados, vajilla, calefactores, caloventores, ventiladores y DVD portátil.
"Tengo tres chatas trabajando en eso. A las sábanas las compró a ocho gambas (800 pesos) o mil pesos y las vendo en los barrios a 3.600/4000 pesos a pagar 500 pesos por semana", dijo el sindicado como principal narco en Rosario.
El 2 de febrero del año pasado Esteban Alvarado fue detenido en un camping de Embalse Río Tercero (Córdoba). A partir de su caída y la captura de su iPhone 8 los fiscales Edery y Schiappa Pietra elaboraron una investigación que puso tras las rejas a un hombre que en la última década al menos fue sindicado como un líder narco por la Justicia provincial, su par federal y distintas fuerzas de seguridad. Alvarado fue acusado como jefe de una organización ilícita para cometer distintos ilícitos, entre ellos el homicidio, y que también lavaba activos provenientes de esos delitos. Junto a él fueron imputadas personas de su círculo íntimo e incluso su abogado defensor, Claudio Tavella y una decena de policías.
Esta semana la Procuración contra la Narcocriminalidad (Procunar) y la Fiscalía federal de Rosario solicitaron que Alvarado vaya a juicio como organizador de un cargamentio de casi 500 kilos de marihuana que partió desde Rosario y fue interceptado por la policía de Río Negro cuando ingresaba a esa provincia en noviembre de 2017. Por ese expediente fueron condenadas cuatro personas, dos de ellas asiduas visitantes de Alvarado cuando estuvo preso en la cárcel bonaerense de Urdampilleta por robo y desguace de autos. En tanto, el camión y semirremolque en el que iba la carga pertenecía a empresas del propio Alvarado.
El martes, el mismo día que el abogado Tavella fue reimputado por lavado de activos, Esteban Alvarado agarró un teléfono y llamó a Radio2. Allí lo atendió Agustín Lago, periodista y productor, quien mantuvo una charla de alrededor de 40 minutos en privado para aclarar lo que Alvarado entiende como "irregularidades" en las acusaciones que se le realizan.
Autos sí, drogas no
Alvarado autorizó al periodista a difundir dos segmentos de 52 segundos y 1 minuto 30 segundos. Fue la primera vez que el hombre habló con la prensa desde que esta detenido y contó que su debilidad es el robo de autos, oficio que aprendió de joven. "He ponchado Fiat 147 y Uno a cantidad", dijo Alvarado. Y aclaró: "Cuando se podía, en el año 95/97, pero con la droga no tuve nada que ver". La maniobra de ponchado comienza con la compra legal de un vehículo que quedó irrecuperable por siniestro, le sacan la patente y la carcaza del motor donde están los número originales y los colocan en un vehículo similar, pero robado.
Alvarado también desmintió que haya confeccionado una lista de 40 personas para matar, entre los que se encontraría el diputado y periodista Carlos Del Frade, según él lo denunció. "Eso lo tiró el que me ponchaba los autos. Nada que ver", aseguró.
En otro momento Alvarado criticó a los fiscales provinciales Edery y Schiappa Pietra en el contexto del asesinato de Rodrigo Carlos Sánchez, quien fue sindicado como su mano derecha y fue ejecutado a tiros en su camioneta Toyota Hilux en Wilde y Urquiza el jueves 19 de marzo pasado. Alvarado dijo que los fiscales tenían "escuchas en tiempo real" de que Sánchez iba a ser atacado y no hicieron nada para impedir su muerte.
El recluso también explicó que luego de su separación de Rosa Capuano, la madre de su hijo, la mujer se quedó con todas sus empresas de transportes; dijo tener dos herencias documentadas "una la del campo Los Muchachos (el paraje donde estuvo secuestrado y fue asesinado el prestamista Lucio Maldonado en noviembre de 2018) y otra en efectivo, todo debidamente documentado".
Y confió que factura 6 millones de pesos vendiendo sábanas, vajilla, calefactores, caloventores, ventiladores y DVD portátil mediante gente que va por los barrios puerta por puerta. "Yo a las sábanas las pago 8 gambas (800 pesos) o mil pesos y las vendo a 3.600/4000 a pagar 500 pesos por semana. Tengo tres chatas laburando así y lo puedo demostrar", explicó el sindicado narco desde su calabozo en la cárcel de Piñero.