Uno de los hijos del matrimonio asesinado hace dos semanas en su casa de la localidad bonaerense de Vicente López fue detenido este miércoles acusado de ser el autor del hecho en un supuesto doble parricidio, indicaron fuentes judiciales.
Uno de los hijos del matrimonio asesinado hace dos semanas en su casa de la localidad bonaerense de Vicente López fue detenido este miércoles acusado de ser el autor del hecho en un supuesto doble parricidio, indicaron fuentes judiciales.
Se trata de Martín Santiago Del Río, de 47 años, hijo del matrimonio integrado por José Enrique Del Río (74 años) y María Mercedes Alonso (72), quien fue apresado en la noche de este miércoles por personal de la Policía bonaerense en el ingreso a Nordelta, sobre la Avenida de los Lagos 300.
Previamente, la empleada del matrimonio asesinado hace dos semanas, que había sido detenida bajo la sospecha de haber “entregado” el hecho, fue liberada por un juez de Garantías que consideró que las nuevas pruebas presentadas en el expediente “parecen desvanecer” la hipótesis inicial respecto a la participación de la imputada en el hecho.
María Ninfa “Nina” Aquino Chamorro, de 64 años y de nacionalidad paraguaya, trabajó doce años en la casa de las víctimas y pasó trece días detenida acusada como “partícipe necesaria” del doble homicidio agravado, hasta que el juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa, ordenó su libertad tras un pedido de su defensa.
Si bien en su resolución el juez recuerda que hace dos semanas había elementos para sospechar la participación de Aquino en el hecho, ahora surge de la investigación una nueva hipótesis que la desvincula, que sería la posibilidad de que uno de los hijos del matrimonio haya sido el autor del doble crimen.
“Producto del actuar de los representantes del Ministerio Público Fiscal asignados al caso, se han ido incorporado numerosos elementos que conforman un plexo probatorio que claramente permite advertir una hipótesis investigativa distinta a aquella que imperaba al momento de dictar la medida de coerción personal que pesa sobre María Ninfa Aquino Chamorro”, explicó el juez Costa.
El juez agregó que “las nuevas probanzas arrimadas al expediente digital parecen desvanecer, aún en el marco de precariedad propio de este estadio, aquella hipótesis inicial del Ministerio Público Fiscal respecto a la participación de la señora Aquino Chamorro en los sucesos en investigación a la que se hiciera referencia”.
La fiscalía había detenido a la empleada la madrugada del 26 de agosto pasado, a pocas horas del hallazgo de los cuerpos, por una serie de contradicciones y actitudes extrañas que tuvo antes, durante y después de que ella misma descubriera los cadáveres de sus patrones.
Según las fuentes, les dijo a los investigadores que cuando llegó a la casa no le llamó la atención el desorden que había en el living y otros ambientes porque el matrimonio estaba por mudarse a un departamento en el barrio de Núñez, aunque varios ambientes estaban revueltos e incluso había un balazo que atravesó un almohadón, quedó incrustado en el parqué del living y cuya vaina servida ella misma levantó de una alfombra.
Según declaró la mujer, llegó a la casa a las 6.50 y recién minutos antes de las 9 se preocupó porque el matrimonio no hubiera bajado a desayunar, pese a que además vio que estaba intacta la cena, un plato con brócoli y alcauciles que ella les había dejado cocinado para la noche anterior.
Además, cuando la mujer vio que el matrimonio estaba asesinado dentro del auto, apagó la luz de la cochera, cerró la puerta con llave, las colgó en el llavero, avisó a los hijos y se puso a ordenar la casa.
Para los investigadores, los homicidas de Del Río y de Alonso robaron unos 10.000 dólares, 1.500.000 de pesos, 50 lingotes de oro de 10 gramos y diamantes, y antes de escapar se llevaron el disco rígido con las imágenes de las cámaras de seguridad de la casa.
Las víctimas estaban sentadas con los cinturones de seguridad colocados en los asientos delanteros del Mercedes Benz E350, la mujer del lado del conductor con un tiro en la cabeza y el hombre como acompañante con tres disparos.
El tirador los ejecutó con una pistola calibre 9 milímetros de atrás hacia adelante de derecha a izquierda, por lo que se cree que podía estar en el asiento trasero.
Por Claudio Berón
Por Alvaro Torriglia