Los fiscales Gonzalo Fernández Bussy, María Alejandra Rodríguez y Guillermo Corbella denunciaron por el delito de "falso testimonio" a un testigo de identidad reservada que prestó declaración en el juicio por asociación ilícita contra la banda de Los Monos. Durante la instrucción de la causa, el testigo firmó un acta en la que daba cuenta de lo que él había dicho ante el juez instructor Juan Carlos Vienna en 2013. Se trata de información sustancial para dar cuenta del funcionamiento de la presunta asociación ilícita y de los roles que los acusados cumplían dentro de la misma. Pero el 6 de diciembre pasado, citado en el juicio oral y público para testificar, dijo desconocer qué decía ese documento que, aseguró, firmó sin leer y sin saber qué decía. "Esa declaración estaba armada y la rellenaron con mi conocimiento de la calle. Por eso hay cosas que están en la declaración que yo no las se", sostuvo el testigo en esa audiencia.
El falso testimonio es un delito que está previsto en el artículo 275 del Código Penal. Y establece que el testigo que "afirmare una falsedad o negare o callare una verdad" será reprimido con una pena de entre un mes y cuatro años de prisión. Los fiscales que impulsan la acusación en el juicio contra 25 personas sospechadas de integrar la asociación ilícita que supuestamente lideraba la familia Cantero, entendieron que en ese delito incurrió uno de los testigos que llamaron a declarar.
La situación de este testigo es particular porque su identidad no puede hacerse pública a pesar de cargar con un pesado prontuario penal. Declaró el 6 de diciembre pasado y para ello la sala debió vaciarse de imputados y periodistas. Sólo quedaron los jueces y las partes, que lo interrogaron.
El interés de la Fiscalía estaba puesto en el que el testigo aportara la información que había brindado en noviembre de 2013 ante el juez instructor Juan Carlos Vienna durante la primera etapa de la investigación. Es que el testigo, que tenía una relación cercana con los Cantero, había dado detalles del funcionamiento de la banda y de los roles que cumplían varias personas que hoy están en el banquillo, los bienes que tenían, el negocio del narcotráfico y las modalidades que utilizaban para ganar territorios.
Pero cuando declaró en el juicio oral y público, primero insistió varias veces en explicar una situación antes de contestar las preguntas, a las que respondió con vaguedades y un supuesto desconocimiento.
Ante eso, el fiscal Fernández Bussy quiso marcar las permanentes evasiones del testigo y lo hizo leer algunos fragmentos de su declaración anterior. En ese acta se consignaba, entre otras cosas, que las drogas que la banda comercializaba en Rosario venían por ruta desde Buenos Aires o Bolivia; que el negocio en un principio no había sido el narcotráfico sino vender protección a otros narcos ("Lo que hacía «Guille» era mandarte a tirar tiros a un búnker y te dejaba el número de teléfono, entonces ahí se arreglaba y te protegía y entonces ya se decía que ese búnker era de «Guille», se decía que estaba protegido por «Guille»); y que «Ema» Chamorro y Leandro Vilches (también acusados) eran los lugartenientes de "Guille" en un búnker de barrio República de la Sexta.
Pero el testigo no repitió ninguna de esas aseveraciones. En su lugar, dijo que había firmado una declaración que ya estaba armada, pero sin leerla, y que a los Cantero sólo los conocía de salir a boliches.
La confesión
"Yo tenía una relación con Germán Almirón, (policía) de la Brigada de Judiciales. Caigo detenido y él me dice que me iba a ayudar con mi causa. Me pide un dinero para arreglar mi libertad y un día me citan en el despacho del juez Vienna. Lo saludo y paso a otra oficina donde estaba Almirón con otra persona (que sería la secretaria del magistrado). Me dicen que me iban a ayudar con el tema de mi causa. Me preguntaron si los conocía a los Cantero y dije lo mismo que acá", contó el testigo en relación a su declaración anterior.
Germán Almirón es un ex policía de la División Judiciales que hace unos meses fue condenado a 6 años de prisión por extorsionar a la esposa de Juan Domingo Ramírez (miembro de Los Monos) para otorgarle la liberatad.
Pero además, Almirón aparece en escuchas telefónicas hablando con el testigo de identidad reservada, diálogos en los cuales hablan de matar al juez Juan Carlos Vienna y al fiscal de Cámara Guillermo Camporini.
Para la defensa de varios acusados, que la primera declaración del testigo quede sin validez es un punto a favor. De hecho, el jueves Emanuel Chamorro pidió la palabra en el marco de la audiencia judicial y dijo que a lo largo de las 22 jornadas del juicio realizado en diciembre sólo había sido mencionado en la declaración de ese testigo que luego se desdijo, por lo que no tiene validez. Lo mismo dijo el ex policía Cristian Floiger, acusado también de ser parte de la banda de Los Monos.
Condenado
El testigo de identidad reservada está condenado por un homicidio ocurrido en 2012 en la puerta de un boliche de Maipú al 800. Por ese hecho, en abril pasado fue condenado a 11 años de prisión como partícipe primario. La pena se unificó con otra por narcotráfico por lo que los años que debía pasar tras las rejas sumaban 16. Sin embargo, hace unas semanas la Cámara de Apelaciones cambió la carátula y lo consideró actor secundario, por lo que redujo la pena de 11 a 6 años. Unificada con la otra causa, el testigo estará 9 años en prisión.
El testigo deslizó que en 2013 le habían ofrecido un juicio abreviado a cambio de la firma de ese documento, pero los fiscales que ayer presentaron la denuncia lo negaron enfáticamente. "Nunca se citó a los abogados defensores para ofrecerles un acuerdo. Fueron sus defensores los que solicitaron esta posibilidad", explica el escrito. Pero, según los fiscales, para acceder a ese beneficio no se le solicitó que aportara información sobre la asociación ilícita sino de las demás personas que participaron en el crimen por el que fue condenado.
La denuncia por falso testimonio quedó radicada en el Ministerio de la Acusación.
Al declarar ante el tribunal del juicio, el testigo no repitió ninguna de las afirmaciones que virtió en la instrucción de la causa