El encargado de una rotisería de Capitán Bermúdez fue imputado por ayudar a escapar al atacante que el viernes pasado baleó en el rostro a Brenda Paola Giles para robarle el auto en la ciudad de San Lorenzo, un hecho que provocó un prolongado corte en la autopista a Santa Fe y tensiones políticas por la gestión de la seguridad en la zona del cordón industrial. Así, el mismo día en que a la mujer de 32 años le otorgaban el alta tras haber estado al borde de la muerte, un hombre quedó en prisión preventiva por dos meses acusado del delito de encubrimiento y la tenencia ilegal de un arma calibre 38 que fue secuestrada en el allanamiento al negocio.
El acusado es Matías José V., quien fue detenido el sábado a partir de una extraña situación que vivió un vecino del barrio Tierra de Sueños de Roldán. Poco después de que balearan a Brenda, cuando vecinos y taxistas de San Lorenzo se volcaban al corte de ruta, un hombre descalzo llegó a su casa y le pidió permiso para hablar por teléfono. La charla que escuchó le pareció rara y por eso llamó a la policía.
Quien solicitó ese favor, se supo luego, era el atacante que le había disparado a Brenda. Luego de escapar en el Ranault Clio de la mujer y sortear una persecución policial entre Rosario e Ybarlucea, siguió el escape a pie y arrojó en el camino sus zapatillas, quizás por estar manchadas con sangre de la víctima. Llegó caminando a Roldán y le pidió a un vecino un celular para llamar a un conocido. Ese número era el de V., quien se abstuvo de declarar en la audiencia realizada esta mañana en los tribunales de San Lorenzo. Lo habían detenido el sábado a la noche en el allanamiento a una rotisería de Celedonio Escalada al 100 de Capitán Bermúdez, donde trabaja como encargado.
El fiscal Maximiliano Nicosia lo imputó como autor del delito de encubrimiento agravado y por la tenencia ilegal de un arma de guerra. El juez Ariel Cattáneo le dio curso a la imputación y le dictó la prisión preventiva hasta el 9 de octubre. Junto a V. habían sido demoradas otras tres personas que al momento del allanamiento se encontraban en la rotisería. Dos recuperaron la libertad enseguida y otras con el paso de las horas. A todos les secuestraron los celulares, nueve en total, que serán peritados.
>>Leer más: Balean a una mujer para robarle el auto y cortaron la autopista a Santa Fe por más de 17 horas
Según un parte de prensa de la Fiscalía, los autores del violento asalto están identificados y hay medidas en curso para dar con ellos. El robo fue el viernes pasadas las 18. Brenda Giles estaba en su Renault Clio blanco a la cola de tres autos en el semáforo de Falucho y Bolivia, en la ciudad de San Lorenzo, cuando sintió un golpe en la parte trasera del vehículo. No llegó a ser un choque. Un auto negro había tocado el paragolpes trasero. La mujer se bajó a medir los daños y sintió un impacto de bala. El que iba como acompañante en ese auto bajó y sin decir nada le disparó una bala 9 milímetros que ingresó por el pómulo izquierdo y salió por detrás de la oreja derecha de Brenda. Se subió al Clio y se fue, seguido por el auto negro.
La mujer, que es empleada en una fábrica y aficionada al fitness, quedó tendida en el pavimento. El ataque la dejó al borde de la muerte. Perdió una abundante cantidad de sangre y llegó al borde del shock al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. Le transfundieron seis unidades de sangre hasta que pudieron estabilizarla y al día siguiente fue derivada al Sanatorio Parque de Rosario. La víctima era ajena a cualquier conflicto delictivo y para la Fiscalía el móvil del ataque fue el de robarle el auto. El caso se investiga como un intento de homicidio criminis causa, es decir, para garantizar el robo.
La violencia del asalto movilizó a vecinos y a un grupo de taxistas de San Lorenzo, colegas del padre de Brenda, que a partir de las 21 cortaron la autopista a Santa Fe a la altura del kilómetro 22. El intendente Leonardo Raimundo participó de la protesta y reclamó el envío de patrulleros y efectivos policiales para reforzar la seguridad en la zona, que según planteó no fue dotada de recursos en cuatro años. El conflicto se destrabó con la llegada del ministro de Gestión Pública de la provincia, Marcos Corach, y la promesa del envío de móviles y uniformados que desembarcaron el lunes en medio de un conflicto entre los funcionarios.
La reconstrucción de la fuga de los ladrones arrojó que los dos autos se fueron de la escena juntos. Hasta que en un momento bifurcaron los recorridos. El Clio siguió rumbo a Rosario y fue detectado por la policía en la avenida Circunvalación y calle Baigorria. A la altura de barrio Rucci comenzó una persecución que siguió hacia el norte hasta la localidad de Ybarlucea. En una calle de tierra cerca de la estancia La Rinconada el conductor en fuga chocó contra el alambrado de un campo y siguió el escape a pie. En ese lugar, los efectivos recuperaron el auto de Brenda, sin rastros del arma, y cerca del vehículo encontraron un par de zapatillas que el atacante arrojó en la huida.
A las dos horas, un vecino del barrio Tierra de Sueños de Roldán llamó a la guardia urbana de esa ciudad. Contó que un momento antes se había presentado en su casa un muchacho que de buena manera le había pedido ayuda. A él le llamo la atención que estuviera descalzo. Le dijo que le había sacado el auto al padre, que por eso había evitado un control policial y que necesitaba hacer un llamado. El hombre marcó el número que le dictaron en su celular y le dio el aparato al desconocido para que hablara al otro lado de una reja. La conversación le pareció extraña.
>>Leer más: Seis demorados por el violento robo a una mujer en San Lorenzo
Fue a partir de ese número, registrado en el celular del vecino, que los investigadores llegaron a V. Es el titular del teléfono al que se había comunicado el fugitivo y en su aparato móvil se corroboró la llamada. Se constató que había ido acompañado de una mujer a buscar hasta Roldán en su auto, un Volkswagen Vento que fue secuestrado, para ayudar al tirador a continuar el escape. También le incautaron un arma calibre 38 con el tambor volcado hacia la izquierda, con seis alveolos, sin numeración. El detenido dijo que tenía el arma para defensa personal.
El domingo la policía encontró quemado en el bosque que rodea a la planta de Celulosa un Peugeot 408 de color oscuro. Los investigadores creen que es el auto usado por los asaltantes que chocaron a Brenda. El vehículo había sido robado en Rosario el 3 de julio y se cree que fue usado el jueves 13 de julio para cometer un homicidio en Carcarañá. Ese día, cerca de las 20.30, Mario Alberto Altamirano, de 44 años, fue atacado a tiros por desconocidos. Quedó tendido con varios balazos frente al portón de su vivienda de Colombia al 400.
Después de sortear una cirugía y una internación en terapia intensiva, Brenda Giles fue dada de alta este mediodía. Sus familiares se mostraron sorprendidos por la rápida recuperación de la mujer, que en sus redes sociales agradeció “a toda la gente que estuvo presente, a los que rezaron, tuvieron fe, hicieron oraciones” y apoyaron a su familia. Deberá cursar una rehabilitación de músculos faciales y algunos estudios por la posible afectación del oído. Aún no declaró en la causa que lleva adelante el fiscal Nicosia. A su familia le contó que, al bajar del auto tras el choque, sólo alcanzó a decir “¿Qué hacés?” y recibió un tiro como respuesta.