Jorgelina Andrea "Chipi" Selerpe tiene 27 años y es pareja de Alan Funes, dos apellidos ligados a la delincuencia local que les ha permitido ganarse varias enemistades. Será por eso que la tarde del martes dos hombres en moto pasaron por el frente del monoblock de Callao al 3900 donde la joven cumple prisión domiciliaria y lo rociaron a tiros. Al menos cuatro proyectiles impactaron en la pared y uno en una ventana del primero piso, mientras otro balazo pegó en una abertura de planta baja y en una toma de aire.
El 24 de abril pasado, en un proceso abreviado, "Chipi" fue condenada a 3 años de prisión por ser parte de una asociación ilícita conducida desde prisión por su pareja y René "El brujo" Ungaro. Pero por el tiempo que llevaba tras las rejas y porque estaba a punto de parir, a la joven le otorgaron el arresto domiciliario en la vivienda atacada anteayer.
La balacera ocurrió a las 19.30 cuando dos hombres en una moto pasaron frente al edificio y quien iba como acompañante, con su cabeza cubierta por un pasamontaña, sacó un arma de fuego y comenzó a disparar hacia el primer piso.
"Chipi" Selerpe fue detenida en mayo de 2017 durante el operativo "Los Miserables", puntapié para desbaratar la banda que conducían en barrio Tablada "El brujo" Ungaro y los hermanos Funes, dos de los cuales fueron asesinados (Ulises y Jonatan) y otros dos están presos (Alan y Lautaro). Pero la joven recuperó la libertad porque estaba a pocos días de ser madre del hijo de Alan, quien está detenido y procesado en la cárcel de Piñero por homicidio, amenazas y tenencia ilegal de armas.
Además, Jorgelina es sobrina de Domingo Selerpe, quien supo ser la segunda generación de una familia de vendedores de drogas en Tablada hasta 2010, cuando lo mataron.
Abreviado
Un año después de recuperar la libertad, "Chipi" volvió a caer detenida y fue imputada por tenencia ilegítima de arma de guerra, asociación ilícita, homicidio agravado por el uso de arma de fuego y tentativa de homicidio agravada.
Hace poco más de un mes Selerpe aceptó su responsabilidad como miembro de la asociación ilícita narcocriminal que desde Piñero comandaban Alan y Ungaro, una banda que comenzó a ser jaqueada en 2017 cuando la Justicia provincial detuvo e imputó a ocho personas por distintos delitos. A "Chipi" le sumaron la tenencia de un arma de fuego que había donde la apresaron. La fiscal Gisella Paolicelli y el defensor Juan Pablo Audisio llegaron a un acuerdo y le propusieron al juez Pablo Pinto una condena de 3 años de prisión efectiva que fue homologada.
En tanto, la joven está procesada por la Justicia federal como integrante de la misma banda pero por la tenencia y comercialización de estupefacientes.