Tras los operativos en el microcentro porteño que se extendieron hasta la noche del miércoles y que tuvieron como foco las cuevas que operan dólar blue, el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi autorizó allanamientos a cargo de la Policía Federal y de la Aduana.
En ese marco, cayó el dueño de la considerada mayor casa de cambio que opera en el mercado paralelo radicada en la zona financiera de la Ciudad, según se informó de manera oficial. Se trata del "croata" Ivo Esteban Rojnica, propietario de "Nimbus", firma que opera en oficinas del piso 19 del edificio ubicado en San Martín 140.
Este jueves al mediodía, el gobierno emitió un "alerta roja" para prohibir la salida del país de Rojnica y estaba previsto que pida también la detención preventiva del "croata".
El ministro de Economía, Sergio Massa, había comentado esta semana, en plena corrida por el dólar blue, que el "rey de los cueveros" se le había escapado por poco unos días atrás y hasta dijo que había viajado a Uruguay.
Para quienes analizaron los elementos que acumuló la causa en pocas horas, el escándalo que puede destaparse no tiene límites.
Las derivaciones exceden las fronteras y alcanzan a los Estados Unidos, donde existía un servicio de apertura de cuentas offshore, Paraguay –allí el "croata" compró propiedades millonarias- y España, donde armó dos sociedades, indicaron fuentes oficiales. También tiene agencias financieras en Uruguay, Paraguay (en Ciudad del Este y Asunción) y Bolivia.
Además, se detectaron operaciones y depósitos millonarios a nombre de una agencia de viajes que utiliza como "fachada" para girar dólares al exterior.
Según fuentes oficiales, lo más relevante fueron los allanamientos en San Martín 140, piso 19, donde opera "Nimbus", el nombre de fantasía de esa "cueva".
Pero el nombre que surgió detrás de esas oficinas fue el del "croata" Rojnica, que realmente las utilizaría y es considerado el principal operador de blue de la City, consignaron fuentes judiciales.
La puerta estaba cerrada y no había nadie en el interior. "El croata" anunció vía su abogado que no concurría ante el temor de quedar detenido. La Policía Federal volteó la puerta e ingresó a las oficinas.
En un amplio espacio con escritorios, computadoras y estaciones de trabajo que fueron revisadas se encontraron elementos de prueba que fueron secuestrados: apuntes manuscritos con detalle de operaciones cambiarias, máquinas contadoras de billetes, bolsos de distinto tamaño (vacíos), valijas y máquinas trituradoras de papel con documentación destruida.
Pero lo más llamativo fueron las fajas para permitir adherir al cuerpo los billetes, similares a las que se les encontraron a los chinos apresados en la víspera y que daban también indicios bancarios de las extracciones de pesos.
Pero lo que más captó la atención a los investigadores -que con eso solo ya habían unido los dos tramos de la causa- fueron una serie de carpetas naranjas, con membretes y documentación que certificaba la apertura de cuentas en el exterior.
Por los datos contenidos, Argentina está en condiciones de cursar su aviso a la FINCEN, el organismo antilavado de los Estados Unidos.
También se encontraron operaciones inmobiliarias en Paraguay y transacciones con sociedades españolas, además de transferencias a Uruguay y Bolivia.