Una fiscal de Paraguay investiga una causa en la que ella y la fiscal general, Sandra Quiñónez, son sospechosas de tráfico de influencias y complicidad en la violación de la cuarentena por parte de un empresario, indicó hoy la prensa local.
Una fiscal de Paraguay investiga una causa en la que ella y la fiscal general, Sandra Quiñónez, son sospechosas de tráfico de influencias y complicidad en la violación de la cuarentena por parte de un empresario, indicó hoy la prensa local.
Se trata de la fiscal Teresa Sosa quien, igual que Quiñónez, figura como “presunta autora y cómplice” en una causa contra el empresario Karim Salum, acusado de haber violado la cuarentena decretada por el gobierno ante la pandemia de coronavirus.
Salum regresó el miércoles pasado a Paraguay en un vuelo humanitario y, en lugar de cumplir la cuarentena obligatoria en un centro estatal, se le permitió realizarla en su casa bajo el argumento de que tenía 60 años y asma, cuando en realidad tiene 50.
Sosa fue a buscar a Salum al aeropuerto, rompiendo el protocolo sanitario, y posibilitó que el empresario fuera a su casa, según el diario ABC Color.
El asesor presidencial en temas de asuntos internacionales, Federico González, confirmó que Quiñónez lo llamó un día antes de que llegara el vuelo que trasladó a Salum y le pidió que el empresario no fuera llevado a un albergue estatal.
El viernes, una vez que el episodio tomara estado público, Salum fue llevado a cumplir la cuarentena a un albergue instalado por el gobierno en un hotel de la secretaría de Deportes.
Paraguay es uno de los países de Sudamérica menos afectado por la pandemia de coronavirus, con 228 casos confirmados, de los cuales cuatro estaban internados, nueve fallecieron y 85 se recuperaron, indicó esta noche el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.