Cuántas similitudes tienen los procesos de Central y Newell’s en este 2023. Están iguales en casi todo. En la ilusión que encendieron, en la medianía en que se estancaron, en la pendiente en que bajaron. En los técnicos con espalda, en las dirigencias noveles, en los refuerzos sin chapa, en la cantidad que no se tradujo en calidad. En los porrazos de Copa Argentina. En relegarse en la clasificación a los cuartos de final de la Copa de la Liga. En caerse de las clasificación a las copas, el estandarte que mostraba el canalla y ya no tiene, como el que mostraba el leproso en Copa Sudamericana, que tampoco está. En las campañas que, sí, empiezan a preocupar. Con todo eso se encontrarán los paladines de Miguel Angel Russo y los boys de Gabriel Iván Heinze el sábado a las 16.30 en el Gigante. Y dos técnicos queridos, que dieron la cara en las malas y las tradujeron en buenas, pondrán en juego mucho. Mucho más que en el clásico de la ida en el Parque.
Aquella vez, fecha 10 de la Liga Profesional, todo era demasiado temprano y además los resultados, (siempre ellos en primera persona), los avalaban; 5 victorias por el lado canalla, con 2 perdidos y 2 igualados; 4 por el lado leproso, con 3 perdidos y 2 empatados. Russo extendía a 10 partidos su invicto ante Newell’s. Heinze lograba salir airoso de su primer clásico como DT. Desde entonces, Central jugó 26 partidos (7G, 7E, 11E) y Newell’s 30 (10G, 8P, 12 E), pero claramente los dos empezaron a caer de la mitad de ese tiempo para acá.
Los canallas ganaron 2 de los últimos 13, los leprosos 3 de los últimos 15. Ambos, 3 de los últimos 17. Y lo dicho, el equipo de Miguel bajó hasta de la zona donde siempre supo estar, hacia las próximas copas, y el del Gringo, hace rato desprendido de ellas, se cayó hasta del top4 de la Copa de la Liga, algo que para el primero hoy suena inalcanzable.
La venta de Alejo Veliz posicionó mejor a los auriazules, pero la condición previa de su deuda los hizo elegir ser precavidos e ir por un mercado austero, con apuestas a futuro más que un presente probado, como Cervera, Acosta, Quiñones, Werner o Bogado, menos en el caso de Sandez o de Lovera, quizás los únicos que hoy podrían pelear el mote de titulares, más allá que el 9 lo es por necesidad.
Solo con Veliz (además partieron Infantino, Pupi Ferreyra, Candia y Lucas Rodríguez, y antes Servio), en su inevitable partida hay que decir, perdió claramente en el balance egresos-ingresos. No hubo, de mínima, jerarquización del plantel.
Y en el caso leproso, una muestra quizás de que no se dio un salto de calidad fue la imposibilidad de vender en el mercado de invierno (Ditta se fue un poco antes, Reasco no puede ser considerado, y menos Luciano, Funez, Giani, Belardozzi o Cristian Menéndez, que llegó como preferido del Gringo), pese a la extrema necesidad de hacerlo. Eso obligó a la austeridad a la hora de los refuerzos y, por ahora, ninguno llegó y jugó, como se intuye de cualquier jugador que arriba a un club y es mejor de los que están. Eso incluye a Schott, Schor, May, Ordóñez y el pibe de River Esteban Fernàndez.
Así las cosas, tiene lógica este visible estancamiento y la caída, suave por ahora, que ambos experimentan. Con sus características, claro.
Central quizás debe estar más preocupado. Porque venía en zonas de copas desde hace muchísimo tiempo y por primera vez quedó afuera de ellas. Y empezó a rondarle el fantasma de las lesiones musculares seguidas, que ponen en cuestión el trabajo de la semana inevitablemente. Demasiados jugadores importantes tiene Russo en la enfermería por esa razón (Mallo, Malcorra, Bianchi y ahora Giaccone, además de Lovera, Oviedo y Martínez Dupuy que se recuperaron, y Montoya que venía en esa vía, mientras Quintana viene magullado por todos lados) y no se sabe si podrá disponerlos a pleno para el sábado.
El equipo de Russo no gana, juega peor que en la Liga, no tiene los goles de Veliz y, lo dicho, encima muchas bajas por lesiones e incorporaciones de poco o nulo rodaje, con currículum flacos.
Newell’s sostuvo su ilusión mucho tiempo con el paralelo de la Sudamericana, hasta que se la truncó Corinthians. El de Heinze es un equipo de amagues e insinuaciones, de merecimientos subjetivos no correspondidos, de buenas intenciones. Que se enciende y se apaga, cabeza dura en las formas aunque a veces le traiga traumas, de decisiones a veces inentendibles.
El Gringo sostiene cosas que a veces van contra el sentido común, como poner a Sordo como lateral-volante izquierdo (o a Schor, en el final ante Racing), o no ponerlo ni a él ni Aguirre para las llaves decisivas de octavos con Corinthians. Del Recalde 9 que no es 9, de decir que no guardó para el clásico cuando a todas luces pareció que sí. De exagerados elogios para Ortiz, aunque en su momento le salió bien con Ferreira.
La salida de Aguirre ante Estudiantes, las molestias de Méndez al final, no alertan hoy como en su momento pasó, ni al mismo nivel que en la otra vereda, pero sí las dos derrotas al hilo, que no pasaba desde que Claypole lo sacó de Copa Argentina y cayó con Instituto.
Es cierto, peor están Unión y Colón que jugarán su clásico por el descenso. Russo y Heinze tienen banca. Pero Central y Newell’s vienen tropezando seguido y una derrota en el clásico en contextos así pueden devenir en caídas.
Los últimos números
El clásico rosarino que se jugará el próximo sábado en el Gigante de Arroyito tiene a los dos equipos con más sombras que luces. Es que en los últimos 17 partidos que disputaron, ambos equipos solamente pudieron obtener tres triunfos y ambos vienen de perder en su última salida.
Newell’s, después de aquel triunfo histórico como visitante ante Santos por 2 a 1 en la fase de grupos de la Copa Sudamericana, solamente pudo lograr tres triunfos en los últimos 100 días: Independiente (V) 2-0, en la fecha 24 del torneo anterior, mientras que en este campeonato derrotó a Central Córdoba (L) 2-0 y Lanús (L) 1-0, en las primeras dos fechas. El resto, luego de aquel éxito en Brasil, fueron 9 empates y 5 derrotas. O sea que sacó 18 puntos de los últimos 51 (35% de efectividad).
Las pardas, por orden cronológico, fueron versus Unión (L) 1-1, Huracán (V) 1-1, Audax Italiano (L) 1-1, Gimnasia LP (L) 0-0, Atlético Tucumán (L) 0-0, Talleres (L) 1-1, Corinthians (L) 0-0, Belgrano (V) 1-1 y Unión (L) 1-1. Mientras que las derrotas las sufrió ante Central Córdoba (V) 0-2, Boca (V) 1-2, Corinthians (V) 1-2, Racing (V) 1-2 y Estudiantes (L) 0-1.
Mientras que las últimas 17 presentaciones de los canallas, luego de haberle ganado 4 a 1 a Central Norte de Salta en los 32vos de final de la Copa Argentina, el 24 de mayo pasado, estuvieron un escalón por debajo de la de los rojinegros. Cosecharon 17 unidades de las últimas 54 (31%), producto de 3 triunfos (Instituto (L) 4-1, Central Córdoba (L) 2-0 y Talleres (L) 2-0), 8 empates (Barracas Central (V) 0-0, Colón (L) 1-1, Estudiantes (L) 0-0, Racing (V) 1-1, River (L) 3-3, Belgrano (V) 0-0, Atlético Tucumán (L) 0-0 e Independiente (L) 1-1) y 6 caídas: Banfield (V) 0-2, San Lorenzo (V) 0-1, Chaco For Ever (N) 0-1, Banfield (V) 0-3, Colón (V) 1-2 y Gimnasia (V) 1-2.
La última vez que llegaron al clásico con una derrota, fue el 22/08/2021, en la 7ª fecha de la Liga Profesional 2021, y terminaron 1 a 1 en el Coloso (Damián Martínez para los canallas y Nicolás Castro para los leprosos). Newell’s llegó tras caer como visitante 2 a 0 con Racing, mientras Central lo hizo tras una derrota ante Bragantino 1 a 0 en el Gigante donde quedó eliminado de la Copa Sudamericana.