Sebastián Beccacece no será el entrenador de Newell’s. El propio DT descartó en el mediodía del jueves esa posibilidad en una conferencia de prensa que dio para anunciar su salida de Defensa y Justicia este fin de semana. Newell’s se quedó así sin uno de los principales nombres que tenía en consideración para conducir al conjunto rojinegro. Inmersa en la mayor crisis futbolística desde que arrasó en las elecciones del club hace un año, la comisión directiva se encuentra por delante con un tema fundamental a resolver en lo inmediato. Es que la eliminación en los cuartos de final de la Copa Argentina fue una frustración más de un proceso que se deteriora partido tras partido. Y le costará mucho sostener la tranquilidad general si los resultados negativos se siguen sucediendo. Lo saben las autoridades del club, si bien a cada momento insisten en que no quieren apresurarse, porque un mal paso en la designación del conductor del equipo puede ser crucial para el 2023.
“Hablamos con Ignacio (Astore) en estos días. Como dije en otras ocasiones, yo no voy a profesionalizar mi pasión. No voy a ir a esa institución que amo porque no estoy preparado para eso”, justificó el jueves Beccacece, una negativa más a Newell’s. Este rechazo dejó fuera de carrera a uno de los dos grandes candidatos que tenía la dirigencia leprosa.
El otro que se nombra a cada rato para ocupar el puesto vacante que dejó Javier Sanguinetti con su renuncia es Ricardo Zielinski. El inconveniente es que se encuentra en funciones. Días atrás presentó la renuncia en Estudiantes, no le fue aceptada y por el momento sigue en funciones. Tiene contrato hasta diciembre, por lo que habría que esperarlo hasta el final de la Liga Profesional. Tanto tiempo es demasiado para un equipo como el rojinegro que anda mal y no entrega señales positivas.
Otra cuestión que tiene en cuenta la conducción del club son las necesidades de los entrenadores. Están los que potencian a los jugadores de inferiores, al estilo Beccacece y tal cual se planteó esta comisión directiva desde antes de asumir. Y como podía suceder si el que llegaba era Alfredo Berti, que se bajó por el rechazo del hincha rojinegro a su figura, o Néstor Sensini, al que un día se le dijo que era el DT y al otro se le pidió una pausa. Y están los otros que piensan mayormente en refuerzos.
Los plazos de espera de un DT se acortan, quiérase o no. La expectativa de que los resultados acompañen y se lo pueda buscar sin prisa, envuelto en un clima de cierta tranquilidad, se esfumó. Los rostros en el estadio Juan Gilberto Funes de La Punta una vez consumada la derrota en la Copa Argentina lo decían todo.
Durante una conversación mantenida el mismo día del partido con Talleres, una alta fuente rojinegra repitió que acelerarse en la contratación de un DT puede ser fatal para el próximo año futbolístico. Hasta descartó esa posibilidad en el caso de una hipotética derrota contra Talleres. Pero el 1-2, con el cimbronazo anímico que significó, la falta de respuestas de un equipo disminuido físicamente y con lesiones permanentes, y la posibilidad de que el equipo se hunda en la Liga Profesional demandará mayor celeridad a la dirigencia, pese a que no era lo previsto.
Es un riesgo alto el que se asume el de continuar con un interino, como fue Gustavo Tognarelli ante Vélez y Adrián Coria a partir de Copa Argentina. Sus funciones en el club son otras y si están allí es para capear el temporal. Pero indefectiblemente tiene que ser un ciclo de corto tiempo.
Astore manifestó que no pensaba esperar a que se jueguen todas las fechas que restan de la liga para la contratación de un DT. Es lógico. Todavía quedan 10 partidos por jugar. Es bastante para desperdiciar puntos, que son vitales para tratar de mantenerse en zona de clasificación a la Copa Sudamericana. Y también para una tabla a la que menos se le presta atención, la del promedio para 2023, en la que Newell’s puede llegar a sufrir si no se endereza la actual campaña.
Comandar un equipo con tantas bajas por lesión es un problema grande. Pero no contar con un responsable de direccionar el rumbo, con una persona capacitada para determinar lo que hace es lo mismo que un barco sin capitán: existe la chance de naufragar. Así se encuentra hoy Newell's.