Basta hurgar un poco en los comentarios de las redes sociales ayer, para observar que los mismos hinchas que allí se manifiestan plantearon el tema: ¿jugó mejor, o fue más dinámico Central porque Néstor Ortigoza no estuvo en cancha? De hecho, también en la misma noche del viernes algunos comentaristas lo plantearon. El Gordo es el mimado de Edgardo Bauza, su talento y experiencia están fuera de discusión, ninguno en el plantel canalla cuenta con tanto de uno y de lo otro. Pero hay algo que subyace en el inconsciente canalla y es que todavía no dio todo lo que puede dar en el equipo de Arroyito. Aún no fue determinante en los partidos. Y esa cuestión emergió luego del buen retorno al triunfo sobre Estudiantes del viernes por la noche. Un debate abierto que, como tal, debe ser enriquecedor en las decisiones de Bauza.
El hecho objetivo que generó la comparación fue que Central tuvo mucho más movilidad. Y en eso, del lado canalla al menos, se condice con que la pelota pasó mucho más por Leonardo Gil, algo que no ocurre cuando juega Ortigoza. Fue como que el Colo se hizo más cargo de la distribución, eso sí, sin pases verticales o profundos típicos del 10, sino más bien generando juego hacia las bandas, con algunas imprecisiones que no son típicas del Gordo.
La diferencia podría marcarse también con que el Colorado cumplió ese rol en un lugar de la cancha mucho más adelantado del que ocupa habitualmente Ortigoza. Siempre se sugirió en estas páginas que el Gordo necesitaba un 5 que lo libere para jugar donde mejor le plazca en el medio, que Gil por sus características no cumplía ese rol y que menos lo pudo hacer el uruguayo Arismendi cuando jugó. En cambio el viernes último el volante que lleva la 5 en sus espaldas, sí tuvo un central detrás que fue de quite. Pese a que al pibe Emmanuel Ojeda se lo referencia más como un mediocampista central con marca pero también con mucho juego (parecido a Ortigoza, en realidad), al menos en su regreso a las canchas ante Estudiantes en el que fue un nuevo debut, se empeñó más en cumplir como tapón de Gastón Fernández que en ser el inicio de jugada.
Esa función la absorbió totalmente Gil, que copó esa geografía y le agregó así otra proyección a su calidad en la ejecución de las pelotas paradas.
Lo que está claro es que con la dupla Ortigoza-Gil en el medio, Central no tiene tanta marca, pero en cambio sí mucha experiencia y presencia. La pregunta sin prueba contrafáctica: ¿podría haber jugado Gil así como jugó, si en vez de Ojeda estaba su compañero habitual? Y si la respuesta fuera "no", ¿sería por las características de Ortigoza o porque el Colo no le disputa arrebatarle el protagonismo del juego?
Una salida a ese interrogante se sugirió en las redes: ¿Y si estuvieran los dos con un 5 como Ojeda detrás? Eso implicaría en la práctica prescindir de un 9 o jugar con línea de tres. Pero sería algo que difícilmente pruebe Bauza por dos cuestiones: porque implicaría un cambio demasiado importante en vísperas de la final de la Copa Argentina y porque en realidad el Patón lo piensa al Gordo ahí donde está: unos metros más atrás, con panorama para distribuir juego. La discusión es que, por ahora, tiene escasa incidencia en tres cuartos o donde se definen las jugadas.
Lo cierto es que el rendimiento de Gil el viernes hizo emerger la cuestión, quizás a definir más adelante. Más allá del mayor dinamismo que mostró Central ante Estudiantes, habría que pensar primero si fue sólo por la razón planteada (por ejemplo, el rival fue llamativamente de los más estáticos que enfrentó) y luego tener en claro que un jugador de la talla de Ortigoza no podría ser ni puesto en tela de juicio para una definición como la que se avecina, aunque se le reclame mayor protagonismo. Hasta pensando en los posibles penales, siempre su primera ejecución certera es demasiado importante e intimidante para el rival.
Le ganó bien Central a Estudiantes sin Ortigoza, sí. Fue más dinámico, también. En todo caso, un jugador de la inteligencia del 10 sabrá leer lo que pasó el viernes para ser parte de un desarrollo parecido futuro, como pasará seguramente el martes ante San Martín de San Juan y, sobre todo, el jueves 6 ante River o Gimnasia. Eso también es enriquecedor.
Al martes, con el ánimo en alza
Central se sacó el viernes la mochila de no poder ganar en la Superliga y además lo hizo con justicia ante Estudiantes, más allá de un final poco deseado. Por eso el ánimo canalla está en alza para volver a jugar el martes el postergado de la 7ª fecha ante San Martín de San Juan, diferido en su momento por las elecciones en el club de Arroyito. Y se supone que Bauza volverá a poner lo mejor que tiene a disposición. Néstor Ortigoza regresará entre los once, evaluará cómo terminaron Marco Ruben y Oscar Cabezas, sobre todo, y también Fernando Zampedri y Alfonso Parot, mientras que Germán Herrera (trota sin molestias) y Matías Caruzzo serán preservados hasta la final de la Copa Argentina. Ayer el plantel hizo un breve regenerativo.