“Es imposible aislar al fútbol de lo que le pasa a la sociedad”. Esas fueron las palabras que alguien que conoce el mundo de salud como la palma de su mano le confió a Ovación hace algunos días, tratando de explicar lo que estaba ocurriendo en Rosario Central con la ola de contagios de Covid-19, que es mucho más pronunciada en relación a los números que se manejan por estos días en Newell’s, pero que forman parte de lo mismo: de los cuidados extremos que no sólo se tomaron hasta aquí, sino que se tienen en mente para lo que se viene en una ciudad y una provincia que se ve cada vez más afectada. Por ahí pasa el verdadero desafío hoy en los predios de Arroyo Seco y Bella Vista. Y no es que la vida de un futbolista valga más que cualquier otra, simplemente que el fútbol tiene una enormidad de satélites que giran a su alrededor e incluso hasta la trascendencia (seguramente no debiera ser así) suele ser otra.
La situación más compleja sin dudas está del lado de Arroyito, donde los informes de los testeos realizados en las últimas semanas tuvieron una mayor sintonía con el crecimiento de la curva que se vio en Santa Fe, especialmente en Rosario, y que fue motivo de la presentación conjunta que hicieron el pasado viernes el gobernador Omar Perotti y el intendente Pablo Javkin acerca del retroceso de fase, aunque con algunas pequeñas licencias. Por estas medidas los clubes más populares de la ciudad, como tantos otros, se vieron obligados a cancelar las actividades deportivas (a excepción de los entrenamientos del primer equipo) que se habían abierto.
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Newell's trabaja en una Rosario cada vez más castigada por el virus.
Prensa CANOB
Lo que les ocurre a Central y a Newell’s no es ni más ni menos que lo que padecen cientos de otras instituciones de la ciudad, sólo que el sostén de semejantes estructuras son diferentes. Y si a las mismas hay que tenerlas en pie sin que la pelota ruede el panorama es más complicado. ¿Por qué se hace referencia a esto? Porque la misma situación sanitaria que preocupa a leprosos y canallas es en la que están inmersos el resto de los clubes, que anhelan poder iniciar el torneo a fines de septiembre, algo que parece poco probable. Es que si el fútbol no arranca (hasta aquí el gobierno nacional siempre dio claras muestras de que no es una de sus prioridades) la televisión ya avisó que dejará de pagar, lo que agravaría el problema económico.
Pero los dolores de cabeza no anidan únicamente en el bolsillo. También están los que tienen que ver con la salud, que son indudablemente los más importantes, y evitar perder el control es el gran desafío. En Central las riendas parecen haberse aflojado un poco. En Newell’s se muestran más cortas. Pero en definitiva la finalidad es la misma: de un lado ponerle coto a los contagios, del otro ajustar medidas para no darle cabida al virus. Todo en una ciudad en la que en las últimas semanas ese virus desató su irreverencia.
En Central: varios positivos y mayor cuidado
Una tanda con resultados positivos, después otra y a los pocos días la misma historia. Las noticias no fueron agradables en esos informes, pero fue la realidad que se debió aceptar, incluso sometiéndose a ciertas especulaciones mientras se aguardaban los comunicados oficiales. Hoy Central cuenta con 18 infectados de Covid-19, los que fueron rápidamente aislados y sometidos al cuidado que la situación sanitaria amerita. Igual, cuando se hace referencia a esos positivos se incluye a todas aquellas personas que forman parte de la delegación que fue autorizada a ingresar al predio de Arroyo Seco. No son sólo jugadores e integrantes del cuerpo técnico, sino que hay auxiliares de distintas áreas. Lo que sí modificó Central en los dos últimos informes que emitió fue que, a diferencia del primero, no informó los nombres de las personas infectadas. Hoy sólo unos pocos jugadores dieron positivo.
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Jugadores de Central cumpliendo con el protocolo en Arroyo Seco.
Ni bien se iniciaron los entrenamientos con el protocolo aprobado por la AFA, en Central tomaron la decisión de contratar dos infectólogos Pedro Flynn y Valeria Vitolo con la clara intención de que colaboraran con el cuerpo médico en temas referidos estrictamente al Covid-19. Sin dudas de que la principal finalidad, ante una ola de contagios, es que se active el freno lo antes posible.
Las alarmas que sonaron en estas semanas no fueron distintas a las que se oyeron en otros clubes, pero tampoco desatendidas por completo. Porque es cierto que muchos otros clubes anunciaron una cantidad importante de infectados (Boca tiene casi 30), pero el crecimiento de casos en Arroyito hace que si hay medidas de seguridad que puedan extremase, que se haga.
Lo de la decisión de no dar a conocer los nombres de los infectados pasa pura y exclusivamente por una decisión del club, que ya debió actuar de manera solidaria sobre un caso en particular. Para cualquier club, institución o lo que sea es imposible ocultar datos sobre contagios, pero sí Central decidió no abordar más el tema a través de nombres propios.
Igualmente lo de los nombres es un tema secundario. Lo relevante en esta historia es que en uno de los primeros testeos aparecieron dos positivos, lo que llevó al aislamiento de todas aquellas personas que pertenecían a esas “burbujas”. A los pocos días se conoció un tercer caso.
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Novaretti, defensor de Central, en uno de los tantos hisopados realizados.
Pero lo más preocupante llegó en estas últimas dos semanas, en las cuales primero apareció una lista de ocho contagios y este viernes por la noche, también mediante un comunicado de la institución, el informe acredita otros siete. Fueron tres semanas en las que los infectados ascendieron a 18.
El trabajo de los infectólogos se basa en cuatro puntos esenciales: definir criterios de diagnóstico de casos y contacto estrecho; asesoramiento en protocolos; capacitación sobre temas infectológicos e interpretación de los estudios que se realicen. En eso se está actuando, aunque, como alguien entendido en el tema expresó, “el fútbol no es ajeno a lo que le sucede al resto de la sociedad”. Por eso en Central se fueron sumando los casos, con unos poquitos futbolistas dentro del grupo de los infectados. Así, frente a la ola de contagios, los cuidados también van en aumento.
En Newell's, máximos recaudos y alerta permanente
Por ahora, Newell’s la viene llevando bien. Los rojinegros están piloteando la pandemia de una manera satisfactoria. Claro que el club aplica rigurosamente todos los recaudos del protocolo preventivo de AFA y extrema al máximo las medidas recomendadas por los médicos y especialistas en cada movimiento que se realiza en el predio de Bella Vista. También se les explica claramente a los futbolistas las pautas a cumplir cuando van a sus domicilios. Igualmente el virus tiene alta circulación comunitaria en Rosario y esto significa que el riesgo de contraer Covid-19 siempre está latente, es real, y más en un escenario complejo como el que está viviendo nuestra ciudad en los últimos días.
Newell’s extremó los cuidados con el plantel, el cuerpo técnico, los auxiliares y los médicos. La forma de trabajo se ajusta a los lineamientos planteados por el protocolo sanitario de AFA en los entrenamientos. Hay medidas muy puntillosas y los hisopados son permanentes. Igual el virus tiene circulación comunitaria y solo se pueden prevenir los contagios, no neutralizarlos totalmente.
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A Pablo Pérez y al resto de sus compañeros les realizan los testeos obligatorios.
En este sentido, previo a la práctica del último viernes se realizaron los hisopados PCR a los integrantes del plantel, cuerpo técnico y auxiliares y todos dieron resultado negativo. Hasta acá, Newell’s informó oficialmente los casos de contagios de un arquero juvenil y un auxiliar. Mientras que ya se recuperó antes de llegar a Rosario el refuerzo Manuel Guanini.
En tanto, en el marco de las restricciones implementadas en Rosario a partir de este fin de semana, Newell’s comunicó la suspensión de todo tipo de actividad en la sede del parque Independencia. Desde ayer y por los próximos 14 días, “las instalaciones del club permanecerán cerradas para los socios e hinchas. Por consiguiente, se suspenderán los deportes amateurs, pileta y tienda y atención al socio física”, aclaró el club.