Las historias del arquero Lucas Hoyos y del defensor Guillermo Ortiz representan esas nuevas y sorprendentes oportunidades que suele ofrecer el fútbol. En los inicios de sus carreras, estos jugadores no llegaron a afirmase en la primera de Newell’s y ahora el destino les vuelve a tender una mano como chance de merecida revancha. Ellos conocen de experiencias anteriores la metodología que utiliza Gabriel Heinze y además comprenden lo que significa este motivante desafío en el tramo final de sus trayectos deportivos. Hoy volvieron al club de origen como refuerzos, y esos cambios de condición le suman atractivos a estas nuevas etapas que protagonizan en el Parque.
Hoyos atraviesa esta fase a los 33 años. El Gringo le otorgó la posibilidad de ostentar una tercera etapa en la entidad rojinegra, donde todo le costó el doble. Debutó en inferiores de AFA cuidando el arco rojinegro con 14 años, el 8 de noviembre de 2003. Entre 9ª y 5ª división, atajó 53 partidos (52 de titular). Recibió 60 goles y mantuvo la valla invicta en 17 oportunidades. Con él en cancha, Newell’s ganó 22 partidos, empató 15 y perdió 16. Fue suplente sin entrar en 59 ocasiones.
En la división reserva atajó desde 2007 a 2011 en 59 partidos. Mientras que entre 2007 y 2010 ocupó 20 veces el banco de primera, donde fue suplente de Marcos Gutiérrez (6 veces), Germán Caffa (4), Sebastián Peratta (9) y Nahuel Guzmán (1). En el segundo semestre de 2011, se fue de Newell’s a préstamo para atajar en San Martín de Tucumán y Gimnasia de Jujuy.
Volvió a Newell’s en la segunda mitad de 2014 en busca de una nueva oportunidad, pero tampoco tuvo rodaje. En primera solo atajó dos partidos con Gustavo Raggio (Talleres 1-3 en la Copa Argentina, el 25/7/14, y Defensa y Justicia 0-1, el 20/11/2014, cuando ingresó a los 52’ en lugar de Oscar Ustari).
“Tomar la decisión de volver, es una linda responsabilidad. Desde el primer momento que me avisaron de esta chance, no dudé. Para mí, volver después de tantos años es muy lindo, es un orgullo y lo estoy disfrutando mucho”, destacó Hoyos. Y profundizó en sus sensaciones: “es una nueva oportunidad que se me presenta y estoy dispuesto a aprovecharla al máximo. Ahora vengo como experimentado, las cosas son muy distintas y quiero ayudar desde donde me toque”.
“Esperaba hace tiempo esta oportunidad. Y la realidad es que es la primera vez que me llamaron de Newell’s. Volver a estar acá es muy grato. Yo siempre tuve ganas y se dio de esta forma. No lo tomo como una revancha, lo tomo como un hermoso desafío. En la etapa anterior tuve menos de dos partidos de titular, así que vengo con la idea de trabajar, pensando en positivo, y en ayudar a Newell’s a ser protagonista en todo lo que juegue”, confió Hoyos en rueda de prensa.
Una etapa muy distinta
En tanto Ortiz, a los 30 años, fue el primer refuerzo del ciclo Heinze, y es el único que estuvo desde el primer día de la pretemporada leprosa.
Compartió con el Gringo aquel brillante equipo de 2012 al 2014 y esa relación sirvió para llenar de razones este retorno. Jugó 43 partidos entre 2011 y 2014, se consagró campeón con el Tata Martino en 2013, y vuelve al Parque, su sitio de inicio, tras más de 8 años, donde pasó por Aldosivi, Colón, Atlético Tucumán y Godoy Cruz, acumulando más de 150 partidos y un rodaje que lo transformaron en un jugador muy distinto al que se fue.
“Volver al club a esta edad me genera sensaciones muy lindas. Con Heinze fuimos compañeros y siempre me ayudó mucho en mi carrera”, contó Ortiz en contacto con los medios de prensa.
Y recordó: “esto es totalmente diferente a cómo era yo como chico de inferiores que quería consolidarme en primera, justo en un momento donde la vara estaba muy alta porque aquel equipo jugaba muy bien. Hoy me encuentra muy distinto, con 30 años, con muchos partidos y mucha experiencia encima”.
“Quiero seguir aprendiendo y demostrar que puedo jugar en un primer nivel, en mi ciudad y en mi casa que es Newell’s. Quiero estar a la altura de ese desafío” resaltó Ortiz.
Heinze motiva a sus jugadores
Hoyos y Ortiz tienen autoridad para hablar de Heinze. El arquero contó que “yo lo tuve en Vélez y sé como trabaja, sé lo que es como técnico. Sé como trabaja él y también su cuerpo técnico. Es muy intenso en el día a día, y transmite unos valores bárbaros. Su presencia, sin dudas, facilitó mi decisión de volver”.
“El Gringo es muy importante en el día a día, y el jugador debe estar dispuesto a aprender, a escuchar. Su metodología es muy exigente, y nos estamos preparando para afrontar los tres torneos que tenemos por delante la próxima temporada”, subrayó Hoyos.
“Y, si bien la posibilidad de una copa internacional es muy interesante, no hay que descuidar el torneo local para no tener sorpresas. Queda un mes y seguiremos trabajando al máximo de la exigencia”, expresó el guardameta.
Por su parte, Ortiz comentó que “me ha tocado tener otros llamados de Heinze y no se dieron. Ahora, nuevamente sucedió y por suerte se dio. Siempre hubo cosas ligadas a él, hubo afecto y muchas enseñanzas”.
“Heinze no se aleja mucho a cómo era como jugador. Todos estamos conociéndolo como técnico. Tiene una manera de enseñar muy particular. Siempre está predispuesto para todo. Los entrenamientos son muy llevaderos, venís con ganas a practicar porque siempre aprendés algo. Y eso como jugador te motiva. Además, nos potenciamos todos”, confió Ortiz.
“Falta mucho para el comienzo del torneo, hay que seguir planificando y viendo diferentes sistemas de juego”, consideró Ortiz en rueda de prensa.