Ciro Fernández, palista de la Asociación Civil de Canotaje La Reserva de Granadero Baigorria, participó en 2022 de los Olympic Hope, certamen que en esa oportunidad se disputaron en Bratislava. Ni bien terminó esa competencia se juramentó volver, porque le había quedado una deuda interna: “Estoy conforme con lo que pasó este año, pero sé que puedo dar un poco más para llegar más lejos”, dijo en ese entonces y desde ese mismo momento se puso a trabajar para ganar su propia revancha. Hoy, un año después, Ciro lo reafirma y está nuevamente en carrera para participar de ese evento internacional que ahora se realizará en Polonia. A esa cita clasificaron los primeros tres palistas del primer año de cadetes, y los primeros tres del segundo año de cadetes. Ciro se quedó con el segundo puesto en el segundo año de cadetes. Sin embargo no todo es color de rosa. Como le pasó el año pasado, su familia tiene que volver a lidiar para conseguir el dinero necesario para hacer el viaje ya que la ayuda que debería venir del estado es nula, lisa y llanamente inexistente.
Bajar los tiempos y pelear el podio en los Olympic Hope, un certamen internacional que alberga a las “esperanzas olímpicas” del canotaje a nivel mundial, es lo único que tendría que pensar el palista, pero lamentablemente no es así. Por eso su familia comenzó nuevamente a apoyarse en la solidaridad de la gente y arrancó con una venta de pizzas y empanadas.
En Europa compitió con los mejores del mundo, con chicos que, en un futuro no muy lejano, seguramente lo veremos en finales olímpicas, atletas que entrenan en clubes, con todas sus comodidades. Acá Ciro entrenó y progresó en un lugar que no tiene las condiciones ideales, es más bien rudimentario, donde hay árboles, un gallinero y el río, algo que es muy valedero tanto para el deportista como para el cuerpo técnico encabezado por Mabel Borga, que le saca todo el potencial que puede tener.
Esas diferencias a Ciro poco le importaron y cuando volvió de Bratislava, empezó a corregir en primer lugar las cuestiones técnicas, que eran las más deficitarias ya que si bien le daba importancia, hacía hincapié en la velocidad. “Tuvimos una etapa general en el verano que fueron de muchos kilómetros. Después fuimos metiendo más velocidad para el selectivo y corregimos mucho lo técnico. Desde que viajé hasta ahora, siento que cambié mucho en lo técnico y en velocidad también”, destacó Ciro al comenzar a hablar del trabajo que viene realizando.
¿Cómo y cuándo lograste la clasificación?
La clasificación la conseguimos en el selectivo que se realizó en General Villegas, provincia de Buenos Aires, del 3 al 5 de marzo. Estuvimos entrenando para esa prueba desde diciembre del año pasado. En diciembre tuvimos un Campeonato Argentino de velocidad, en Gualeguaychú, donde pude quedar bien posicionado, segundo entre los cadetes de primer año que era mi categoría en 2022 y séptimo en la general. Este año, la primera competencia que tuve fue el selectivo, que fue clasificatorio.
¿Qué expectativas tenés?
La idea es tratar de meterme en Final A y pelear por un lugar en el podio. El año pasado clasifiqué para la Final B, porque me di vuelta en los últimos metros por un error técnico. Habíamos largado con tormenta, venía con buen ritmo, pensando tanto en las paladas y en la técnica, que al final me di vuelta. Son cosas que pueden pasar. No obstante, estar en el Final B era estar entre los 18 mejores del mundo.
Así y todo estuvo a muy poco de integrar el lote de arriba, a milésimas. Ciro quedó a solo tres milésimas de la Final A, o sea de estar entre los 9 mejores del mundo. Esa vez, el palista de Singapur que terminó tercero y relegó a Ciro al cuarto lugar en la semi, no lo superó por mucha diferencia.
En este año que pasó, ¿Dónde crees que te fortaleciste?
Desde que viajé en 2022 creo que tuve un crecimiento físico, técnico y también mental, que es donde quizás más se nota. Antes de viajar a Bratislava estaba muy nervioso, con miedos, con una contractura en la espalda que estuve varios meses para poder sacarla. Eso era el temor al desconocimiento, a lo que se iba a encontrar.
¿Cuánto tiempo le dedicás al entrenamiento?
Entreno 5 horas diarias de lunes a sábado y hay meses que también entrenamos los domingos. Fuera del agua, también le dedico mucho tiempo al gimnasio, ya que para canotaje necesitas mucha fuerza explosiva y eso se gana con gimnasio y dieta.
¿Qué tienen pensado hacer hasta septiembre, porque falta bastante?
Lo que trataremos de hacer, debido que para llegar a septiembre falta mucho y es mantenerse en estado, viajar a Buenos Aires, a las pistas de Tigre, a competir en las regatas de la zona en la que están los mejores, como Máximo Camporotondo, del Club Regatas La Marina, que está primero en el ranking.
Lo bueno de codearse con ellos es que va testeando el nivel y vaya viendo sus progresos. Mientras tanto, tiene que juntar plata.
¿Querés agradecerle algo a alguien?
Si, a la escuela General Las Heras, que nos dio y nos da una mano bárbara, ya sea para conseguir recursos o bien para tenerme siempre en consideración para que pueda cumplir con los entrenamientos y seguir estudiando.