Fin de una etapa. El de la preparatoria. Esa misma que permite empaparse de errores mientras se hace camino al andar en busca de la maduración. Central cerró ayer en el Gigante la serie de ensayos informales de pretemporada (ver página 4). Lo hizo de manera tibia ante un atrevido Arsenal. Arrancó bien y se fue desinflando como un globo a medida que pasan los días. El empate (1 a 1) en sí es anecdótico si se quiere porque en esta fase se analizan rendimientos, sea colectivo como individual. También cómo funciona el sistema táctico o se amoldan los protagonistas a la idea que tiene en el marco teórico el entrenador. Sin embargo, a la hora de englobar cómo está parado el canalla de cara a lo que vendrá, la resultante marca que le bajó la persiana al trabajo más duro y extenso sin convencer. Aún hay oxígeno en el tubo de ensayo. Aunque desde la próxima semana no habrá más margen para los errores. Comenzará la dura misión de Diego Cocca de mantener al equipo, que viene demostrando que todavía tiene mucho por mejorar en la selecta Superliga.
Atrás quedaron los fugaces momentos de bonanza. La Belle Epoque también pertenece al pasado. Central está ahora parado sobre un barril de pólvora a punto de estallar. Con posicionar la mira hacia Arroyito bastará para dar fe del crudo invierno que le espera al pueblo canalla.
Con el plantel sin terminar de conformar, con gestiones que siguen tan abiertas como anchas, y con un equipo que viene mostrando un flojo andar en la ruta de los amistosos que los acerca cada vez más hacia la autopista de la Superliga, los auriazules finalizaron ayer el hilo de amistosos en lo que fue una pretemporada extra large.
Hubo muchísimo margen para ponerse a punto. Para probar a fondo en el rolo a la máquina. Siete amistosos ya descansan en el archivo con triunfos ante Argentino 1 a 0 en 40 minutos de fútbol, Sportivo Las Parejas por 2 a 1 (40'), la reserva canalla 1 a 0 y Fénix por 1 a 0 (45'). También hay que contar los empates con sabor a muy poco contra Olimpia en Paraguay 1 a 1 en 90', Unión a puertas abiertas 0 a 0 (70') y Arsenal por 1 a 1 en 80’.
Justamente ante el elenco del Viaducto el canalla fue como una especie de pirámide invertida (ver página 4). Era la última gran excusa que tenía Diego Cocca y compañía para probar la calidad y ver si realmente posee una estructura sólida que le permita alcanzar el desarrollo integral del equipo cuando encare la Superliga ante Atlético Tucumán el próximo lunes 29.
A juzgar por lo visto ayer en el Gigante, la producción colectiva no convenció (con Unión y Olimpia tampoco), más allá de que el entrenador sacó sus propias conclusiones y tiene un panorama puntual de cómo están sus muchachos. “La idea es que les cueste ahora y no cuando sea momento de jugar por los tres puntos”, deslizó ayer el DT sin vacilar. ¿Será así? El tiempo dará el veredicto sin anestesia.
Diego Cocca hizo tras el deslucido empate un “balance de la pretemporada, y fue muy buena”. También hay que hacer eje en que se refirió esencialmente “desde lo físico”. Porque desde lo futbolístico le falta un golpe de horno, pese a que se lo vio conforme debido a que “es muy difícil que el equipo esté suelto en estos momentos. Sobre todo porque hay jugadores nuevos que aún están en distintas etapas”.
“En los amistosos hicieron (los jugadores) un esfuerzo muy grande. Están comprometidos en empezar el torneo de la mejor manera. Es un equipo que va a tener que formarse. Hay una forma de juego que llevará su tiempo para estar pulida, pero trabajaremos al máximo”, acotó después un reflexivo Cocca.
Ante la consulta del porqué se lo vio tan cansado a algunos actores, el entrenador fue el hueso sin dudar. “Esa es la idea, que les cueste ahora y no cuando sea momento de jugar por los tres puntos”, explicó como dejando sentado y sabiendo una vez que arranque la rueda de la Superliga no habrá margen para los errores porque Central se jugará el cuero de verdad en toda su dimensión. Mientras tanto, ayer cerró el ciclo de amistosos sin seducir.