Argentino cayó ante Deportivo Paraguayo en la cancha de Lugano por la mínima diferencia, con una pobre actuación del árbitro Adrián Núñez, quien perjudicó a los albos en varios pasajes del partido. Con este resultado, el equipo de barrio Sarmiento quedó a tres puntos de Yupanqui, líder del Clausura de la Primera D y le quedan solo 4 partidos para darle caza si pretende ganar el torneo y jugar la final por el único ascenso.
Desde el inicio, Argentino tomó el control de las acciones y contó con varias situaciones de peligro sobre el arco defendido por Mansilla. A los 8' , Carnelos se mandó una gran jugada personal y cuando ya ingresaba al área fue derribado. El tiro libre lo pateó Sosa y el remate salió por arriba del travesaño.
Los minutos pasaron, la visita se hizo dueño del partido y apareció Agustín Príncipe, quien fue el abanderado de todos los ataques del albo. A los 12', el delantero ex canalla quedó solo ante Mansilla, remató con precisión pero el golero local en gran reacción mando el balón al córner.
El albo siguió manejando el trámite y ahí otra vez apareció Príncipe, quien llegó con peligro en tres oportunidades, a los 17', 36' y 42' pero sus remates salieron desviados.
En el complemento, Paraguayo se adelantó, contó con la primera situación con el remate de Rodríguez desde afuera del área y Villanueva en gran reacción mandó el balón al córner.
El albo en la contra contó con dos situaciones de peligro a los 56' y 57' en los pie de Sosa pero el mediocampista no estuvo fino en los metros finales.
A los 71' llegó la polémica del partido cuando el delantero Suárez fue derribado dentro del área, fue un claro penal y el árbitro Núñez no cobró la falta . En la contra a los 72', Ramírez derribó a Rodríguez, el árbitro le mostró la segunda amarilla y el albo se quedó con 10.
En el final, Paraguayo se lanzó al ataque, a los 87' Barrionuevo quedó solo frente a Villanueva y con un remate cruzado estampó el 1 a 0. Argentino no hizo pie en la cancha Lugano y Deportivo Paraguayo con muy poco se quedó con tres puntos importantes. El salaíto deberá remarla y prácticamente ganar todo lo que le falta para mantener viva la ilusión.