“Tener a Leo (Messi) de compañero y compartir la cancha con él es un privilegio. Te soluciona todo lo que le das. En ese sentido uno trata de aprovecharlo y disfrutarlo, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Es una cosa que no se da todos los días”. Esta frase tranquilamente podría pertenecer a cualquier futbolista que haya compartido el verde césped con el mejor de todos. Pero el que firma la declaración, en este caso, es Giovani Lo Celso. Ante la ausencia de Leo en la doble fecha de eliminatorias que se avecina, el exCentral está llamado a ser el motor de combustión interna que genere energía constante para la selección argentina de Lionel Scaloni.
La no convocatoria de Messi obedece a un acuerdo entre el cuerpo técnico albiceleste y el rosarino con la única finalidad de que continúe con la puesta a punto y readaptación física tras el Covid, que lo tuvo sin acción por un mes. El domingo volvió (gran noticia), jugó media hora y aportó una asistencia en el 4-0 del PSG ante Reims. ¿Quién le dejó su lugar? Angel Di María, de gran presente en el equipo parisino.
Si hay algo a destacar del ciclo Scaloni al frente de la selección es que el DT logró que el equipo funcione en plural y no en singular. Ya no es un manojo de individualidades, ya no se depende de alguna genialidad aislada, todos están valorados de la misma manera, no hay predilectos ni mimados y nadie se sienta en el VIP. Es como cuando te enseñan a andar en bicicleta. Primero lo hacés con la ayuda de rueditas para aprender a andar, después ya te podés largar solo. Messi fue la rueda de tracción del seleccionado en las etapas anteriores pero, hoy, la albiceleste puede andar sola, liberándolo al 10 de la presión de ser “el elegido”.
Leo sigue siendo indispensable, no hay dudas sobre eso. Pero no es como en otros ciclos que si se ausentaba Messi se perdía el rumbo y todo era catástrofe. Argentina encontró en Lo Celso a la pieza que le faltaba para asegurar un buen funcionamiento en el circuito trascendental del fútbol: el mediocampo. Gio aporta claridad, panorama, visión de juego. Y cuando rompe líneas y se calza el traje de enganche, explota su mejor versión. La de manejar los hilos en la zona final de la cancha, la de conectar pases hirientes haciéndole pagar un mal retroceso a la defensa rival, la de usar guantes en lugar de botines para dejar mano a mano a Lautaro Martínez, Dybala, Di María, De Paul o quien sea el receptor eventual. Ese es Lo Celso, el que deleitó a los hinchas de Central y a todo el fútbol argentino, el que se abrió la puerta grande de Europa con una magistral actuación en Betis. El que también, sin Messi, tendrá más responsabilidades.
A pesar de que no está teniendo un gran presente en Tottenham, donde jugó 2 de los últimos 8 encuentros, para Argentina es fundamental. Producto de ello Scaloni lo mantiene en el equipo pese a su baja producción en la Premier League. “Estoy al 100 por ciento”, expresó Gio a modo de respuesta de por qué no juega como titular en los Spurs, cuando se especulaba que estaba lesionado, pero luego fue desmentido.
Estas últimas fechas de las eliminatorias sudamericanas servirán para que Scaloni vea más futbolistas, para que se siga fortaleciendo el grupo y para que Messi recargue energías para un 2022 que tendrá de corolario el sueño de todos: el Mundial de Qatar. Y la Scaloneta, silbando bajito va...