El barrio residencial abierto Las Fincas del Rosedal está en el este de Ybarlucea sobre la ruta 34 S y a un kilómetro y medio del casco urbano. Es nuevo. Apenas tiene cuatro años desde su creación. Cuenta con 140 lotes y casi la mitad está habitado. También hay gran cantidad de construcciones en marcha. Es un barrio de gente trabajadora al que muchos pudieron acceder a sus viviendas a través de un Procrear.
Lo que se vendió como un paraíso de “una vida de campo, a minutos de la gran ciudad” resultó no serlo. Grupo Fantín, la empresa desarrolladora, lo comercializó con red de agua potable incluida pero desde hace más de un mes sus habitantes se quedaron sin el vital suministro.
La desarrolladora aun tiene el fideicomiso y está a punto de entregar el barrio a la comuna, por lo que los vecinos pidieron a su presidente que no lo acepte en esas condiciones. En una carta enviada al mandatario, le solicitaron que le exija reponer el servicio y que termine la planta de red que quedó a medio hacer, entre otras obras inconclusas.
Los testimonios de sus habitantes son coincidentes y contundentes: “Prometieron una planta de ósmosis y sólo pusieron una perforación con dos tanques y una bomba presurizadora. Nos dijeron que nos vendían un sistema preparado para cuando llegue el agua de red provincial, pero los caños y la bomba que lo alimenta son chicos”, se quejó uno de los propietarios.
“El sistema de provisión de agua es precario y no funciona, muchas veces falta presión o falla la bomba. Hay días que sale y días que no. No tenemos para bañarnos ni para que los albañiles puedan trabajar. El desarrollador no da respuestas y quedamos con un vacío legal”, se quejó otro vecino.
El propietario agregó que los tanques están vacíos y “lo peor es que al sistema de abastecimiento de agua lo están usando para intentar llenar los dos laguitos que tienen el barrio y que no fueron impermeabilizados, por lo que están casi siempre secos. La mayoría tuvo que hacerse su propio pozo, pero no todos tienen cien mil pesos para invertir, máxime sabiendo que compramos un terreno con acceso al agua”.
Los vecinos canalizan los reclamos a través de un grupo de Whatsapp que luego son remitidos al administrador pero las respuestas no llegan. También advirtieron que el grupo Fantín, sin haber terminado con lo prometido, empezó a hacer otro barrio llamado Las Fincas que está sobre la ruta 34 al sur de Ybarlucea, donde ya vive gente.
Cuando compraron Fincas el Rosedal, la desarrolladora ofrecía excelente accesibilidad, buena ubicación, alumbrado público, agua potable, calles arboladas, seguridad controlada. Por internet aún puede verse la tentadora publicación con impactantes renders y descripciones de las comodidades que promocionaban.
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Por internet aun pueden verse imágenes de como iba a quedar el emprendimiento cuando estuviera terminado.
Por su parte, la comuna hace un año que cobra la TGI del barrio y se hace cargo de algunos servicios como la recolección de residuos domiciliarios. Sin embargo, sus habitantes insisten en que, además del urgente suministro del agua, son muchas las obras inconclusas que deben terminarse antes de que el presidente comunal acepte el fideicomiso: Hay falencias en el alumbrado público, falta mantenimiento de las calles, forestación, parquización y lugares de esparcimiento.
“Parecería que la comuna no lo exige para evitar romper relación con los inversionistas ya que es gente que compra campos y los transforma en TGI”, resaltó otro vecino y detalló que “hoy un terreno de 300 metros en Ybarlucea paga 1.300 pesos de TGI a pesar de que el pueblo no cuenta con agua potable, ni cloacas, ni gas”.