Ya tiene media sanción en la Cámara de Diputados el proyecto de ley presentado por la diputada provincial Alicia Gutiérrez que declara área natural protegida al sector de la Cuenca del Arroyo Monje, comprendido desde la intersección de dicho arroyo con la ruta 11 hasta su desembocadura en el río Coronda dentro del Departamento San Jerónimo, y lo inscribe bajo la categoría de reserva hídrica natural.
La norma tiene por objeto preservar la flora, la fauna y el paisaje natural que han sido modificados por el hombre a través de las diferentes intervenciones que se han realizado en la zona.
"Sobre todo se trata de evitar los trabajos de canalización que han alterado los cursos y depositarios naturales de agua provocando inundaciones y otros problemas para la población. Existen permanentes intentos de llevarlos adelante dado que algunos productores reclaman esta obra como solución para que sus campos desagüen rápido. No obstante, según lo planteado por los proteccionistas y especialistas en el tema, las intervenciones artificiales en los canales naturales provocan grandes desastres", explicó Gutiérrez.
El proyecto busca preservar la biodiversidad y la belleza natural del lugar "que atrae a muchas personas que les gusta la pesca o buscan un espacio verde para descansar o disfrutar". En este tramo del arroyo la formación de saltos naturales posibilita la presencia de peces, en especial de dorados, que son muy solicitados por los pescadores. Además, en la desembocadura, se forma una playa natural, el balneario La Boca de Monje que constituye un gran atractivo turístico. "Por eso es necesario tomar medidas para que se pueda disfrutar de la naturaleza fomentando el respeto al ambiente y evitando la pesca indiscriminada", dijo la diputada del Partido SI.
Esta porción del arroyo, el último tramo de una gran cuenca que ha sido notablemente modificada por la mano del hombre, favorece el sistema hidrológico ya que regula el caudal de agua, atenúa las inundaciones y contribuye a la recarga de acuíferos. Asimismo, los humedales de las lagunas permanentes o temporales retienen y diluyen contaminantes producidos por los agroquímicos usados en las prácticas agrícolas de la zona. Los bosques ribereños, a su vez, procesan smog, producen madera, leña, forraje, materiales para la construcción, alimentos vegetales y animales, dan componentes para la elaboración de medicamentos y benefician la polinización de las huertas y el arbolado público.
La Cuenca del arroyo Monje tiene una ubicación geográfica estratégica regional, nacional e internacional, ya que es paso obligado del Mercosur. Su pasado colonial la convierte en un enclave de gran valor cultural ya que formó parte del Camino Real en los albores de la conquista. "Según los historiadores, San Martín pasó por allí, aprovechando el camino de carretas, y se albergó en un paraje que aún se conserva", contó Gutiérrez.