"Ahora salimos carrito en mano. Lo poco que había no alcanzaba y no teníamos para comer", agregó.
"Ahora salimos carrito en mano. Lo poco que había no alcanzaba y no teníamos para comer", agregó.
El comedor, que pusieron en funcionamiento junto al Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), era un espacio comunitario que además de brindarle desayuno y almuerzo a 200 chicos también se utilizaba para dar una mano, entre otras cosas, a la educación de los vecinos.
"Todo nos viene bien, porque la mayoría somos cirujas. Los chicos del MTE nos empezaron a dar una mano con el comedor y también venían chicas a enseñar a la gente grande que no sabía leer ni escribir. A los chicos que van a la escuela y estaban flojos, les daban apoyo", contó.
Señalando lo poco que quedó en pie del comedor, dijo: "Ese poquito de material lo hicimos con los compañeros. Fuimos juntando de a poco para comprar ladrillos, después para comprar el material para levantar todo y así pudimos hacer, de a poquito, el comedor".