El municipio solicitó a la Universidad Nacional de Rosario (UNR) un estudio hidrológico para definir un proyecto con el objetivo de recuperar el espigón Maciel, que lleva casi dos décadas clausurado al público. Por su parte, las autoridades de los clubes náuticos se reunieron hace pocos días con funcionarios del área de Planeamiento provincial. Allí plantearon una alternativa para reemplazar a la actual estructura más económica a la iniciativa que circuló en los últimos años y que representa una erogación de 50 millones de pesos.
Los clubes propusieron que los escombros de las obras públicas puedan ser destinados al armado de un espigón paralelo al que comenzó a derrumbarse de la mano del abandono a comienzos de marzo pasado.
Autoridades de los tres clubes (de Velas, Amistad Marina y Círculo de Suboficiales del Ejército) que amarran entre unas 150 y 180 embarcaciones en esa caleta, principalmente veleros, consideran viable esta alternativa ante el cajoneado y oneroso proyecto.
Conscientes de que es un monto que difícilmente pueda ser asignado en una ciudad con otras prioridades en materia de infraestructura, directivos de las entidades deportivas comenzaron a barajar opciones más económicas para buscar la recuperación de un espacio en el que se acrecienta día a día el riesgo de nuevos derrumbes, ya que el interior del espigón, ubicado a la altura de Colombres al 100,0 está relleno con arena.
El presidente del Club de Velas, Leopoldo Pinchetti, explicó a LaCapital que la iniciativa consiste en la construcción de un "pedraplén", paralelo al espigón, que permita ganar también terreno al río Paraná, como lo vinieron haciendo distintas entidades en los últimos años. Fue uno de los objetivos que estuvieron presentes en el reciente aniversario del club. "No es tan costoso y serviría para recuperar ese espacio para los clubes y toda la ciudadanía", aseguró.
El dirigente explicó que con las numerosas obras públicas que hay actualmente en la ciudad se puede coordinar que esos escombros sean destinados al "pedraplén" o construcciones de gaviones. Una modalidad que en parte se utilizó en la cascada del Saladillo. "El costo sería sustancialmente menor", resaltó Pinchetti.
Opciones
La secretaria de Planeamiento provincial, Susana Nader, confirmó que la semana pasada recibió a las autoridades de los clubes para tratar de encontrar una salida a uno de los balcones al río Paraná. "No descartamos ninguna opción", señaló al ser consultada por LaCapital sobre esta iniciativa de los clubes.
Se trata de una franja de unos 250 metros de largo, que en un tramo de 150 metros por hasta cuatro de ancho se desplomó sobre el agua el 5 de marzo pasado. No hubo heridos. Sólo dos embarcaciones amarradas del Club de Velas fueron golpeadas con el desprendimiento del material y parte de las barandas.
De todas formas, cualquier iniciativa en el espigón debe obtener el permiso de Vías Navegables de Nación.
El espigón fue levantado durante la última dictadura militar. Estuvo abierto al público hasta comienzos del 2000, cuando fue clausurado por problemas estructurales. A partir de allí se sucedieron reclamos y promesas de distintos gobiernos para la recuperación de ese impresionante balcón al río Paraná.
Desde los clubes advirtieron que, de no apuntalarse la estructura, continuarán los desprendimientos, dado que los chapones de acero que revisten el paseo comenzaron a ceder y se acelerará la salida de la arena que tiene en su interior como relleno.
A lo largo de los últimos años hubo sucesivas promesas sobre la recuperación de este paseo, pero lo único que prosperó a lo largo del espigón fueron yuyales, roturas de baldosas, alambres tirados y pescadores que diariamente ignoran la prohibición a entrar allí y tiran sus líneas pese al peligro latente de ubicarse sobre una estructura con riesgo de derrumbe.
El espigón Maciel es la continuación del puente peatonal que cruza sobre la avenida Colombres. Desde los clubes ya habían advertido que por las sucesivas crecidas del río y la falta de mantenimiento se fue desmoronando.