La discriminación machista en el mundo del trabajo no sólo obedece a decisiones empresarias tomadas esencialmente por varones, sino también a estereotipos de los que las propias mujeres quedan presas, dos caras de la misma moneda. Para desafiar esas barreras de género, ahora la firma del transporte urbano de pasajeros La Mixta lanzó una convocatoria pública para incorporar "conductoras" a su planta, una política que por ordenanza deben cumplir las firmas estatales. El problema, dicen, es que poquísimas mujeres se postulan y de las cuatro o cinco que llegaron alguna vez a conducir un ómnibus en la ciudad —sobre dos mil hombres— sólo una sigue al volante. Y eso que el sueldo para un chofer, o "chofera", que recién se inicia llega a 26 mil pesos.
La ordenanza 7.981, de 2006, creó el Programa Mujeres Choferes del Transporte Urbano de Pasajeros para "propiciar la gradual incorporación de mujeres al plantel de choferes" de las firmas administradas por el municipio. Por entonces la norma alcanzaba sólo a la Semtur, para lo que se armaría un registro de postulantes.
Con el correr de los años, La Mixta (pensada, como su nombre lo indica, como integración de capitales públicos y privados) pasó a ser básicamente estatal, por lo que quedó abarcada por la normativa.
De todos modos, no es por respeto a la ley, sino por una "apuesta a la apertura e igualdad de oportunidades", que La Mixta acaba de lanzar una convocatoria pública para sumar mujeres a su planta de choferes. No por nada es la única de las tres empresas de transporte de la ciudad (la tercera es Rosario Bus) que tiene hoy una mujer al volante. Hubo otras tres que manejaron, pero luego abandonaron el empleo.
Dos mil
De hecho, el Ente de la Movilidad confirmó ayer que en Rosario hay unos 2 mil choferes de colectivos urbanos. Y sólo una mujer. En porcentaje, irrisorio: 0,05 por ciento.
Según aseguran las empresas, no es que no quieran tomarlas, sino que muy pocas se postulan. "Van apareciendo algunas interesadas, pero a cuentagotas", contó un directivo de La Mixta.
¿Por qué? "No se sienten seguras en este tipo de trabajo, parece algo atávico, antropológico", argumentó, convencido de que no es el único puesto laboral pendiente de ser ocupado por mujeres. "Pese a los cursos de capacitación que ofrece la Municipalidad, ¿alguna vez se llama a un plomero o un gasista y aparece una mujer?", se preguntó.
La situación no se revierte pese a la ordenanza. De hecho, hace un año y medio otra nota de La Capital daba cuenta de que por entonces Noelia era la única mujer "chofera" en Rosario sobre un 127, también de La Mixta.
Hoy el lugar lo ocupa otra colega, Analía, a bordo de un 112 y que afirma estar satisfecha con su trabajo. "Amo mi vocación, me llevó muchos años encontrar lo que realmente me gustaba y estoy feliz de haberme formado en la empresa", sostuvo,.
En cuanto a la relación con los pasajeros, la conductora dijo haber recibido "felicitaciones" y no sentirse discriminada. Por eso exhortó a animarse.
Y si bien las tres firmas mantienen abierta la inscripción para hombres y mujeres, en Semtur y Rosario Bus nunca reciben postulaciones femeninas.
Por eso ahora La Mixta salió en forma "proactiva", junto a la Dirección de Empleo de la Secretaría de la Producción y el Instituto de la Mujer, a desafiar los prejuicios de género con una búsqueda laboral orientada.
"Seleccionamos conductoras profesionales", reza un afiche con borde rosa.
Procesos
La firma viene trabajando junto a Empleo desde hace más de un año para definir cómo se realizan los procesos de selección para encontrar un perfil profesional adecuado.
La titular del Instituto de la Mujer, Carolina Mozzi, saludó que la convocatoria para ocupar un puesto de conductora de ómnibus "esté siempre abierto", pero a la vez admitió que las propias mujeres "son presas de la cuestión de género, no se sienten capacitadas o temen encontrar un ambiente hostil".
Ante eso, al Estado le falta asumir un "rol más activo", como el que emprende ahora junto a La Mixta, con especial dedicación hacia aquellas mujeres que pueden haber sido víctimas de explotación sexual o de violencia de género, y a quienes busca "empoderar", proceso en el que la independencia económica es clave, explicó la funcionaria.