La normativa y acuerdos internacionales marcan que todo ciudadano del Mercosur puede entrar a la Argentina sin una visa, y la ley nacional de migraciones dice que toda institución de cualquier nivel educativo (de inicial a superior) debe inscribirlo aun estando de modo ilegal, encargándose luego de que regularice su situación. Los alumnos brasileños que llegan para asistir a Medicina se inscriben en la UNR con el certificado de estudios de nivel medio completos, que deben certificar en ese país y convalidar en el Ministerio de Educación argentino, donde además presentan una traducción oficial de ese documento. También deben hacer traducir la partida de nacimiento. Todos esos trámites se abonan.
Después deben iniciar el trámite de radicación temporaria por estudio en la Dirección Nacional de Migraciones, que también es arancelado. Es requisito presentar certificado de antecedentes penales en el país de origen y en Argentina. La persona ya debe residir en el país, y realiza todo el trámite on line. Al finalizar, se le da un turno para concurrir a las oficinas de Migraciones a culminarlo, algo que demora un par de meses durante los cuales se maneja con el certificado provisorio. Todo el proceso representa un gasto de alrededor de 3.500 pesos.
Ricardo Diab, cónsul honorario de Brasil, calcula que en la UNR estudian hoy unos 3.000 estudiantes brasileños. No obstante, cada año llegan oleadas de miles a hacer el Módulo de Inclusión Universitaria (MIU), un cursillo para ingresantes que se dicta a partir de noviembre. Además, en 2017 se implementó el requisito de que los estudiantes extranjeros presenten un certificado de dominio del idioma español al anotarse. Respecto del accionar de las empresas, consideró que “si están en regla, no es ilegal cobrar por un servicio que el otro elige si paga o no”.
Diab indica que el año pasado concurrieron al consulado a certificar su arribo al menos 1.000 jóvenes desde Brasil. Marcelo y Gabriel asisten a Medicina y afirman que a cursar efectivamente “llega la décima parte, ya sea porque no se acostumbran al idioma, a la ciudad, al desarraigo, o cambian de opinión respecto de la carrera. La mayoría dura entre 4 y 6 meses y se vuelve”. Los brasileños representan el 10% del total de alumnos de la Facultad de Ciencias Médicas, y el 70% de los extranjeros en esa unidad académica.
Muy cara
Sucede que en Brasil la educación universitaria es difícil o costosa: el examen de ingreso de Medicina en la universidad pública es muy restrictivo, con muy pocos cupos y gran dificultad: algunos dicen que los estudiantes festejan tanto el ingreso como el egreso. En la privada, en tanto, vale entre 60 mil y 100 mil pesos por mes. El tipo de cambio los favorece enormemente y cada vez más (hoy un real vale más de 11 pesos argentinos). Pero bien ¿Por qué eligen Rosario más que otros destinos? La ciudad, por tamaño y facilidades para manejarse solos, les resulta amigable. Y la calidad académica es alta.
Según fuentes consultadas por La Capital, los datos duros indican que estos estudiantes del país limítrofe son en su mayoría de clase media y media-alta y desembolsan en la ciudad entre 700 y 900 dólares por mes entre gastos fijos (alojamiento, impuestos, servicios, alimentos) y recreación. “Son estudiantes que deben radicarse, que consumen y gastan en la ciudad financiados por sus familias desde afuera. Mientras ciertos sectores de nuestra población ve esto con molestia, hay ciudades que intentan con mucha fuerza atraer estudiantes brasileños”, manifestó Mariano Gárate, ex secretario de Relaciones Internacionales de la UNR.
Irrestricto
El actual decano de la Facultad de Veterinarias explicó que la institución siempre promocionó la reciprocidad, es decir el intercambio de alumnos de universidades extranjeras a Rosario y viceversa en igual número de estudiantes, pero “la ley de educación superior permite el ingreso irrestricto a extranjeros y esto en Rosario se dio de gran manera sin haberlo fomentado, por las características de la ciudad y de nuestra Universidad”. Gárate aclaró por último: “Si bien personalmente me sorprende la existencia de este tipo de empresas y el spot, es parte de la realidad y no es algo que la UNR promueva”.