Los últimos graves incendios en los pastizales de las islas del Delta del Paraná pusieron en agenda la discusión sobre la necesidad de sancionar una ley de humedales. Entidades ecologistas y otras ONG se manifestaron este año a través de marchas y acampes en procura de un marco legal para proteger estos espacios naturales.
Por estos días hay trece proyectos de ley con estado parlamentario para establecer una reglamentación que garantice la conservación, protección y el uso sustentable de estos ecosistemas.
Sin embargo los antecedentes en este sentido no son muy auspiciosos. Desde 2013, cuando los senadores Elsa Ruiz Díaz y Rubén Giustiniani presentaron las primeras propuestas legislativas sobre el tema, hubo más de una decena de proyectos que perdieron estado parlamentario por no ser tratados en el Congreso.
Qué son los humedales
El término se utiliza para describir grandes extensiones de tierra que permanecen inundadas o tienen el suelo saturado de agua por largos períodos de tiempo.
Son vitales para la supervivencia humana, lugar de diversidad biológica y fuente de vida y productividad para especies vegetales y animales. Prestan, a su vez, innumerables servicios ecosistémicos: suministro de agua dulce, alimentos y biodiversidad, hasta control de crecidas y mitigación del cambio climático.
En el mundo hay más de 2.400 humedales de gran tamaño, que ocupan 2,5 millones de kilómetros cuadrados de superficie.
En la Argentina
La Convención sobre los Humedales, también llamada Convención de Ramsar o simplemente Ramsar, categoriza a la Argentina como uno de los países que tiene más humedales.
En nuestro país existen algunos de grandes extensiones (como el Delta del Paraná o el Iberá), y también pequeños, ubicados en zonas áridas (como los barreales o vegas, por ejemplo). Estos últimos tienen importancia local como proveedores de agua dulce, forraje o hábitat de diversidad biológica.
En total ocupan 600 mil kilómetros cuadrados.
El Delta del Paraná
Las islas que lo conforman se originaron por la gran cantidad de sedimentos que arrastra el río Paraná. Esos bancos, constituidos por arena, arcilla y limo, son colonizados por ceibos, juncos y otros vegetales.
Las islas tienen sus costas o riberas más elevadas y en el interior suelen existir pantanos y pequeñas lagunas.
Se divide en tres grandes regiones: el Delta Superior (que comprende las islas frente a Rosario), el Delta Medio y el Delta Inferior. Está habitado por un rica y variada fauna.
El territorio está habitado por más de 200 especies animales que viven amenazadas por la caza furtiva, la modificación del suelo y, sobre todo, la quema de grandes extensiones de pastizales. Este último fenómeno, que afectó en especial a las islas cercanas a la ciudad, significó la muerte de numerosos ejemplares y la migración de muchos otros.