"Hacer frente a los costos de alquiler es uno de los problemas más relevantes que tienen los estudiantes que llegan a estudiar a Rosario", señala el rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci. De acuerdo en ese diagnóstico, uno de los objetivos de la gestión del año próximo será ampliar el programa de vivienda con la incorporación de nuevas residencias y la creación de una inmobiliaria pública para facilitar la búsqueda de alquileres.
El año pasado, la UNR inauguró la primera residencia para los alumnos que llegan a Rosario desde localidades de más de 50 kilómetros de distancia. El edificio de Santa Fe 1470 puede albergar hasta 150 jóvenes en 36 habitaciones de uso compartido. Actualmente, y durante casi la totalidad del ciclo académico no tiene lugares libres.
Hasta ahora se abrieron dos convocatorias para ingresar al alojamiento que tiene un costo de 14 mil pesos mensuales. En la segunda inscripción sólo había muy pocos lugares libres, ya que el 85 por ciento de los residentes renovó su estadía.
La apuesta de las autoridades universitarias pasa ahora por triplicar la cantidad de plazas disponibles para próximo ciclo lectivo. "Hicimos una muy buena evaluación de la experiencia que significó la puesta en marcha de la primera residencia", destacó el rector y apuntó que "el beneficio de acceder a la residencia no es sólo económico, sino también por la convivencia que se genera".
Además de las habitaciones, el albergue universitario cuenta con una cocina complemente equipada, lavandería, un espacio común de estudio y un punto digital con computadoras para el uso diario de los estudiantes. La casa cuenta también con un grupo de profesionales de la psicología que trabaja en talleres grupales y consultorías individuales de acompañamiento socio-afectivo y pedagógico.
Casas, se buscan
La idea del rectorado es que este tipo de residencias se repliquen en los alrededores de los distintos centros universitarios, tal como sucedió con la creación de los comedores universitarios.
Para esto ya se firmó un acuerdo de colaboración público privada para habilitar un albergue en la localidad de Zavalla, para los estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias, y en Rosario se está a la búsqueda de tres edificios que puedan funcionar como residencias estudiantiles.
"Sabemos que los alumnos de la UNR tienen enormes dificultades para acceder a una vivienda y consideramos que es un tema que puede resultar casi definitorio en la continuidad de sus estudios o su vida académica", explicó Bartolacci.
Para el rector, el desarrollo del programa de residencias universitarias debe acompañar la misma lógica de cercanía que tienen los comedores universitarios: el objetivo es que exista una residencia a pocas cuadras de cada una de las facultades: en la zona del centro, La Siberia y en el área de las facultades relacionadas con las ciencias de la salud.
Inmobiliaria pública
La habilitación de nuevas plazas de residencias será una de las patas de la política de vivienda. En paralelo a la habilitación de alojamientos gestionados por el Rectorado, se implementará una oficina para la gestión, el asesoramiento y el acompañamiento de los estudiantes en los trámites relacionados con el alquiler.
Será, la define el rector, "como una inmobiliaria pública" para facilitar los requerimientos y las gestiones más burocráticas relacionadas con la búsqueda de viviendas, las garantías o la firma de contratos.
El otro punto será el impulso de proyectos de ley en las cámaras legislativas que eximan del pago de impuestos y sellos a los alquileres estudiantiles, de forma de abaratar los abultados costos que tienen que pagar los jóvenes cuando ingresan a una vivienda.
Herramientas, todas, que buscan allanar la decisión de empezar a cursar una carrera en Rosario.