Suspensión momentánea de las obras
Pero habrá otra novedad en la previa al Día de la Bandera. Dyscon suspenderá los trabajos diarios a partir del viernes hasta después del 20 de Junio debido a la concentración de público que habrá por estos días entre la jura de fidelidad a la celeste y blanca que harán más de 10 mil alumnos en el patio cívico y el acto protocolar en sí mismo, con el tradicional desfile y luego las fiestas populares en la que se hará el asado a la estaca en el parque a la Bandera.
"Se está trabajando. Vamos a seguir avanzando. A la obra le faltan unos cuantos meses. Así que yo calculo que si Nación sigue de esta postura de ir pagando y todo, calculo que para el día de la bandera del 2026 estaría, así espero, ya terminado", estimó un vocero de la firma a cargo de las refacciones.
Entre las principales zonas que restan dejar a nuevo figura la restauración de la parte de la sala de las banderas, la refuncionalización del ascensor y todo lo que sería la proa de la nave, es decir lo que es la fuente de adelante del Monumento.
Técnicos de Dyscon estimaron que la obra presenta sólo un avance de un 40%, por lo que restan al menos entre ocho a nueve meses por delante. Hasta el momento, los pagos llegan con cuentagotas desde la Casa Rosada pero se ha garantizado el pago de los certificados presentados.
Algo que cambió desde febrero para el presente fue el pago con actualización que había planteado la empresa y que ahora Nación decidió honrar. En el obrador hay cerca de 20 operarios desempeñando tareas a diario.
>>Leer más: La llama votiva volvió a encenderse en el Monumento a la Bandera
Impasse y reactivación
El 17 de febrero pasado, la firma decidió retomar su plan de trabajos . En su momento, había una deuda de 400 millones de pesos y una propuesta de achicar la deuda a sus valores "históricos" por sólo unos 160 millones de pesos, cuya cotización se había producido a agosto de 2023. Desde entonces y hasta febrero pasado se habían congelado las partidas, por lo que se había decidido levantar el obrador.
Previo a ello, transcurrieron dos meses donde las tareas de la etapa II fueron desactivadas por los sucesivos retrasos e incumplimientos en los pagos a la contratista por parte del gobierno nacional.
El proyecto de rehabilitación tuvo que ser suspendido el 28 de febrero de 2024 para abrir una etapa de negociaciones entre Dyscon y la Secretaría de Obras Públicas de la Nación. Para tener una referencia de los valores totales de la obra, hay que remontarse a cálculos de 2024. Allí se estimaba que había que desembolsar unos 3.500 millones de pesos para dejar el Monumento a nuevo. En el presupuesto prorrogado con valores de hace dos años, las partidas para avanzar rondaban los 545 millones de pesos: tres veces menos de lo presupuestado tanto por la firma como por autoridades municipales a valores actualizados un año después.
20 de Junio: entre arranques y parates
Los primeros trabajos en esta nueva versión de la restauración del Monumento habían comenzado en abril del 2023, con nueve meses de plazo. Todos los calendarios quedaron desactualizados. En el medio del parate por un año, la firma tuvo que destinar unos 3 millones de pesos mensuales para custodiar y proteger las zonas intervenidas y refaccionadas ya que el proyecto estaba bajo su responsabilidad y tutela. Un costo extra en concepto de seguros de obra, mantenimiento de obradores y el cerco perimetral, sin contar los operarios que fueron reubicados otros destinos para no perder su mano de obra.
Lo que aún falta
¿Qué es lo que falta hacer? Restaurar lámparas y ánforas de bronce, impermeabilizar los laterales, la fuente de la proa, una limpieza a fondo de los altorrelieves denominados "Ideal" y "La Gloria", los accesos a la cripta del Monumento y los emblemáticos conjuntos de esculturas situados a ambos lados de la torre principal llamados Río Paraná y Océano Atlántico. También el subsuelo de la nave central. En forma complementaria, ya se han alzado algunas voces para que se reparen baldosas deterioradas en todo el perímetro del Monumento.
Este 40 por ciento ejecutado tuvo varios frentes de trabajo en simultáneo: en el propileo (altar patrio donde se rinde homenaje a los mártires de la Argentina) se puso en funcionamiento la llama votiva y en las tradicionales escalinatas del patio cívico que enlazan la parte posterior con la torre central y la fuente de la proa. Allí se hizo un trabajo artesanal con expertos convocados a tal efecto con las esculturas de Alfredo Bigatti y José Fioravanti.
Entre otras intervenciones, se hicieron trabajos de las fachadas norte, sur y este del propileo, así como todo su interior y columnas. Se colocaron cientos de anclajes químicos, también se tomaron las juntas de todas las placas, luego se realizó la limpieza completa y la protección final. También se restauraron esculturas de bronce de Las Américas situadas en el interior del propileo.
Todo este nuevo impulso venía a "saldar" una vieja deuda con Rosario de casi una década de proyectos truncos, aggiornados y reducidos en su alcance y montos.
Una deuda con Rosario
Si se suman los sucesivos anuncios se puede hacer una cronología de "obras que quedaron en el papel". Una década de distintos gobiernos y funcionarios anunciando un "Monumento a nuevo".
El 20 de junio de 2015, antes de finalizar su segundo mandato como presidenta Cristina Fernández de Kirchner había prometido que financiaría la restauración integral y puesta en valor del Monumento que incluía la reparación de la fachada exterior y la concreción de la Sala de las Provincias, algo que nunca sucedió.
En junio de 2016, el gobierno del ex presidente Mauricio Macri firmó un convenio de cooperación con la Municipalidad para poner en marcha las obras de remodelación pendientes, finalmente todo quedó a mitad camino. Se licitó en agosto de ese año; luego, en marzo de 2017, se hicieron algunos trabajos en las placas de mármol, pero al otro año todo se cayó por falta de fondos con un 30 por ciento hecho de lo proyectado.
En marzo del 2018 el Monumento ya lucía más claro porque se estaban llevando adelante tareas de limpieza. Ese mes, el gobierno nacional prometió fondos para terminar las tareas. Sin embargo, no se completó.
En febrero de 2020 el ex presidente Alberto Fernández se comprometió a que Nación financiaría la obra de restauración, pero tampoco pasó nada, pese a un "amague" en abril de ese año que nunca terminó en un llamado a licitación.
A mediados del año pasado, el gobernador Maximiliano Pullaro firmó un acuerdo con el jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos. Se determinó qué obras serían finalizadas y financiadas por el gobierno federal y cuáles serán traspasadas al gobierno provincial para su terminación.
La puesta en valor del Monumento Nacional a la Bandera, etapa II, figuraba en la lista de obras a finalizar por la Secretaría de Obras Públicas del Ministerio de Economía de la Nación. Según el primer cronograma, la obra debió estar lista en enero de 2024. Y como se dijo, se tuvo que paralizar en febrero de ese año.
Si me mira el entorno, cabe recordar que en el Pasaje Juramento, a cargo del municipio, asoman las esculturas de Lola Mora con evidente estado de falta de mantenimiento, al igual que los espejos de agua en sus inmediaciones. Ahora quedaron bajo la impronta de obras que se están ejecutando bajo el programa de más de 300 obras, en el marco del Tricentenario rosarino.