Una crema para el acné que es vendida en casi 10 mil dólares disparó aguda polémica en Estados Unidos sobre lo que se está considerando una inaceptable especulación con los medicamentos, tanto más cuando un laboratorio tiene una producción exclusiva sobre el compuesto.
La cuestión tiene otro giro cuando se tiene en cuenta que los medicamentos cuyos precios son cuestionados están cubiertos por algún sistema de salud, privado o estatal a través de Medicare, y que el laboratorio ofrece amplios descuentos a los pacientes sobre los montos, pequeños, que no pagan aquellos sistemas.
El fármaco objetado tiene como nombre de fantasía Aloquin y cada tubo con 60 gramos de pomada cuesta 9.561 dólares. El fabricante, Novum Pharma, aumentó el precio la semana pasada por tercera vez desde mayo de 2015, cuando compró el medicamento a sus dueños anteriores. En los últimos 15 meses, la pomada subió un 3.900 por ciento, según la información publicada por Financial Times. El caso se suma a la controversia generada por EpiPen, la inyección antialérgica de emergencia que despertó la indignación norteamericana tras un encarecimiento de más de 500 por ciento en cuatro años, hasta los 600 dólares por una caja de dos unidades.
La práctica de estas dos farmacéuticas es común en el mercado de los medicamentos estadounidense. La llaman "comprar y aumentar". Es lo que hizo Novum tras la adquisición de Aloquin a Primus Pharmaceuticals. En ese momento, la pomada de 60 gramos se vendía a 241,50 dólares. A los pocos días realizó el primer aumento, de 1.100 por ciento. En enero, el segundo. La semana pasada volvió a subir el precio, esta vez un 128 por ciento. Esta estrategia ha generado tal controversia que muchos ejecutivos del sector se han comprometido públicamente a no aplicarla.
El debate sobre los abusos de los fabricantes de medicamentos ha ocupado un lugar central en la campaña presidencial norteamericana. La candidata demócrata, Hillary Clinton, criticó con dureza a compañías como Turing Pharmaceuticals y Valeant y calificó de "escándalo" el caso de EpiPen. Heather Bresch, consejero delegado de Mylan, fabricante de EpiPen, fue interrogado ayer por el Congreso por los incrementos de precios de sus inyecciones.
La directora de la farmacéutica Mylan defiende el precio de venta coste de los EpiPens, un producto que puede salvar vidas, señalando que la empresa no tiene planes de rebajar su precio a pesar de la indignación pública y de las dudas de legisladores estadounidenses.
Los componentes principales Aloquin son yodoquinol y polisacáridos, derivados del aloe vera, dos ingredientes económicos que no justifican un precio elevado. El yodoquinol es un antibiótico que previene el crecimiento de hongos y puede conseguirse por 30 dólares en EEUU.
Los productos de Novum se venden exclusivamente bajo prescripción médica y para la mayoría de los pacientes su costo está cubierto por un seguro de salud privado o público, como los sistemas estatales Medicaid y Medicare. Aunque la compra de medicamentos exige normalmente un copago de los pacientes, Novum ofrece cupones de descuento que lo reducen a un valor entre cero y 35 dólares, y cobra el resto del precio a los planes de salud.
El mismo laboratorio subió el precio de otras dos cremas para la piel. Alcortin A se vende al mismo precio que Aloquin, la pomada de 29 gramos Novacort subió de 4.186 dólares a 7.142 dólares.
Novum es una compañía privada que no cotiza en bolsa y no emite información pública sobre sus ventas y sus ingresos. Fue creada en 2015 por un grupo de inversores afines querían proveer informaciones terapéuticas a precios asequibles para los pacientes, ha comentado un portavoz de la compañía a Financial Times.