Un niño que padecía una enfermedad terminal fue ayudado a morir en Bélgica, por primera vez desde que el país eliminó hace dos años las restricciones de edad para la eutanasia, dijo el senador que redactó la ley.
Un niño que padecía una enfermedad terminal fue ayudado a morir en Bélgica, por primera vez desde que el país eliminó hace dos años las restricciones de edad para la eutanasia, dijo el senador que redactó la ley.
El senador liberal Jean-Jacques De Gucht confirmó ayer la muerte del menor en una declaración a The Associated Press. Dijo que el niño era de la región de Flandes, pero declinó dar más detalles sobre el paciente, para proteger la privacidad de la familia.
Bélgica es el único país que permite que menores de cualquier edad reciban asistencia para morir, dijo de Gutch. En Holanda, la edad límite es 12 años.
"Es terrible cuando un menor sufre, pero me da algún consuelo saber que ahora existe una opción para niños en estados terminales", dijo De Gutch. "Es importante que la sociedad no descuide a personas en tanto dolor".
La ley tuvo amplio apoyo del público cuando fue presentada en el 2014, pero encontró la oposición de algunos pediatras y la Iglesia Católica.
El catolicismo prohíbe la eutanasia y el presidente de la conferencia italiana de obispos calificó la noticia el sábado de dolorosa y preocupante. "Nos duele como cristianos, pero también como personas", dijo el cardenal de Génova, Angelo Bagnasco.
Algunas personas han cuestionado si se debería permitir a niños tomar decisiones sobre vida y muerte. En el 2014, un grupo de médicos, incluyendo pediatras, firmó una carta para expresar su rechazo a la ley.
La Comisión Federal de Control y Evaluación de la Eutanasia había recibido el informe médico sobre el niño enfermo esta semana. Se desconoce la edad, la identidad y la enfermedad que sufría el menor pues la legislación permite mantener secretos esos datos.
El profesor Wim Distelmans, presidente de esa comisión, dijo el viernes que este caso fue excepcional y lo muestra el hecho de que hayan pasado más de dos años y medio desde la aprobación de la ley para que se aplicara por primera vez la eutanasia a un menor de edad. Distelmans declaró que "por fortuna hay muy pocos niños que puedan ser considerados (para la aplicación de la eutanasia), pero eso no significa que debamos rechazar su derecho a una muerte digna".
La eutanasia para adultos es legal en Bélgica desde hace 14 años y cada año se aplica a entre 1.200 y 1.400 personas. Un paciente adulto puede solicitar la eutanasia si tiene un informe médico que corrobore que tiene graves padecimientos físicos o psíquicos. Ese informe debe ser ratificado por un segundo médico. El paciente no tiene por qué sufrir una enfermedad en fase terminal.
Bélgica y Holanda son los dos únicos países del mundo que tienen regulada la eutanasia infantil, pero mientras en Holanda sólo puede aplicarse a partir de los 12 años, en Bélgica no hay límite de edad. La legislación de 2014 que aprobó la eutanasia infantil es mucho más estricta que la de adultos.
Los niños deben pedirla "reiteradamente". Además, debe pasar un examen psicológico que pruebe que tiene "capacidad de discernimiento", que entiende la gravedad de su enfermedad y que comprende las consecuencias de la eutanasia. En Holanda no se estudia esa "capacidad de discernimiento" y la ley puede aplicarse a cualquier niño por encima de 12 años.
Restricciones. Mientras en los adultos puede aplicarse aunque no tengan una enfermedad terminal, la eutanasia infantil se restringe para aquellos chicos que tengan "sufrimientos físicos insoportables" y cuya muerte "sea inevitable a corto plazo". La norma establece que no puede aplicarse por problemas psíquicos.
Cuando se aprobó la ley, Philippe Mahoux, senador socialista belga, propulsor de la ley de eutanasia de 2002 y de su extensión a los menores en 2014, explicó que los pediatras de los servicios de oncología pedían una ley para los casos que menores de edad tuvieran enfermedades incurables, con sufrimientos que no pudieran aliviar y cuya muerte fuera a producirse a corto plazo.
La Conferencia Episcopal belga dijo que "el derecho del menor a pedir su propia muerte es ir demasiado lejos, se trata de la transgresión de la prohibición de matar, que constituye la base de nuestra sociedad humana".
Uno de los aspectos que fue más criticado en 2014, a pesar de que los sondeos decían que el 70% de la población aprobaba la extensión de la eutanasia a los menores de edad, fue que la ley belga no estableciera una edad mínima para aplicar la eutanasia. Liberales, socialistas, ecologistas y nacionalistas flamencos sumaron sus votos para sacar la ley adelante, como habían hecho en 2002 con la eutanasia para adultos.