Un niño de seis años murió ayer tras ser atropellado por una camioneta que había sido robada ayer y cuyos ocupantes escaparon luego de abandonarla, en el partido bonaerense de Quilmes, informaron fuentes policiales.
Un niño de seis años murió ayer tras ser atropellado por una camioneta que había sido robada ayer y cuyos ocupantes escaparon luego de abandonarla, en el partido bonaerense de Quilmes, informaron fuentes policiales.
El siniestro ocurrió ayer a la tarde, alrededor de las 15, en la villa Itatí ubicada en el límite entre las localidades de Don Bosco y Bernal, en jurisdicción del mencionado distrito de la zona sur del Gran Buenos Aires.
Fuentes policiales informaron que el niño estaba caminaba por la calle Pilcomayo y fue atropellado por una Fiat Palio Weekend que circulaba allí.
Los ocupantes del rodado huyeron sin asistir al chico, quien fue trasladado de urgencia al hospital de Wilde, donde murió a los pocos minutos como consecuencia de las lesiones sufridas.
Según las fuentes, la camioneta fue abandonada a pocos metros de la subcomisaría Don Bosco y a dos cuadras del lugar donde fue embestida la víctima, tras lo cual sus ocupantes escaparon a pie.
Efectivos de la seccional establecieron que el vehículo tenía un pedido de secuestro activo ya que había sido robado ayer en la localidad de Bernal.
Los voceros agregaron que el impacto no sucedió en el marco de una persecución y que recién después que la camioneta fue hallada se determinó que había sido sustraída.
"Escuché una frenada bastante fuerte y vi por la ventana la camioneta con las puertas abiertas y el motor en marcha, ya lo habían atropellado", dijo una comerciante, que se identificó como Romina.
La mujer aseguró que dentro del vehículo había un arma de fuego.
En tanto, otra vecina afirmó a la prensa que el niño "fue arrastrado cien metros" hasta que frenaron y escaparon.
La mujer señaló que "no hubo primeros auxilios" y que el niño "estaba totalmente quebrado" porque la "rueda lo arrastró".
"Iban tres en el auto, de unos veinte años, todos saben quienes son, hasta los policías saben quienes son los chorros y no hacen nada", indicó.
En general, el grupo de vecinos que se reunió en la cuadra coincidió en que los robos son comunes en la zona pese a la ubicación de la subcomisaría Don Bosco.
El hecho es investigado por la fiscal Karina Gallo, de Quilmes.