Hace pocas semanas, la noticia llegó a nuestro país: Susana Giménez se metió en el fútbol uruguayo
tras contratar a cuatro jugadores juveniles de Nacional de Montevideo, cuatro crack de la Sub 20.
Aparentemente, según la revista Caras y Caretas del mencionado país, se asociaron con dos
empresarios charrúas, Washington Bocha Risotto y Gerardo Boca Arias. Justamente estos dos
empresarios son los que tendrían algún vínculo con el narcotráfico, e incluso fueron procesados por
algunas causas relacionadas a estupefacientes.
En realidad, estas dos personas son las que pusieron plata junto al novio de la diva, Jorge
Rama, encargado de invertir un fuerte capital de la animadora del ciclo que se emite por la
pantalla de Telefe. Washington y Arias habrían hecho el vínculo con Nacional y la mayor parte del
capital habría sido puesto por la diva argentina.
Según pudo averiguar ese medio, Risotto es íntimo amigo de Jorge Rama y fue él quien le
recomendó realizar esta movida financiera en el exterior.
“Los socios del novio de Susana: El presente negocio que concretaron los dirigente de
Nacional con el grupo de inversores argentino y uruguayos, le aseguró al club el ingreso de un
millón y medio a cambio del 25 por ciento de los derechos de los jugadores”, es uno de los
párrafos de la extensa nota de Caras y Caretas.
El monto sería 1 millón y medio de dólares a cambio del 25 por ciento de los derechos de cada
uno de los futbolistas.