La descarga digital de canciones siguió perdiendo popularidad entre los estadounidenses en la primera mitad del año, mientras que los servicios de streaming, gratuitos y de paga, registraron crecimiento.
La descarga digital de canciones siguió perdiendo popularidad entre los estadounidenses en la primera mitad del año, mientras que los servicios de streaming, gratuitos y de paga, registraron crecimiento.
Dichas cifras se revelan en el reporte de ventas del primer semestre de la Asociación de la Industria Estadounidense de la Música (RIAA por sus siglas en inglés), dado a conocer hoy. El reporte indica que los ingresos generales de la industria musical se redujeron medio punto porcentual para quedar en 3.200 millones de dólares.
Los ingresos de los servicios de paga como Spotify y Rhapsody se incrementaron en 25% para terminar en 478 millones de dólares, mientras que el ingreso de servicios gratuitos como Pandora aumentaron 22% hasta los 550 millones de dólares. En total, los ingresos de streaming superaron los 1.000 millones en la primera mitad del año por primera vez en su historia.
El ingreso de las descargas musicales cayó 4% hasta los 1.300 millones, mientras que la venta de discos se redujo en 17% para quedar en 748 millones de dólares.
Apple Music, el servicio de música en línea por suscripción, no parece haber sido factor, ya que fue lanzado el último día en que se registraron las estadísticas.
El director general de la RIAA, Cary Sherman, señaló en un comunicado que incluso cuando los ingresos de los servicios musicales de streaming están en crecimiento constante, criticó las tarifas que les pagan a las disqueras y artistas por la transmisión de sus obras, ya que "no siempre son iguales a las tarifas de mercado". Algunas tarifas para la radio en internet son fijadas por organismos gubernamentales.
El incremento del streaming ha ayudado a que la industria mantenga ingresos anuales cercanos a los 7.000 millones de dólares desde 2010, compensando el declive de ingresos por descargas de canciones, que comenzó en 2013. Pero el nivel está muy por debajo de la cifra histórica de 14.600 millones, registrada en 1999, cuando los discos compactos dominaban el sector.