Sudán se hunde en la guerra civil. El ejército combate con intensidad a una facción paramilitar afín a la empresa rusa de mercenarios Wagner. Al menos 60 civiles y militares murieron durante el fin de semana, 25 solo en Jartum, la capital. Había combates en docenas de otras localidades.
Las fuerzas armadas chocan con las milicias Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) desde el sábado. En Jartun resonaban ayer ráfagas de ametralladora y la artillería pesada, a pesar de los llamamientos internacionales. Las FAR declararon en Facebook que habían sido atacadas por “aviones extranjeros” en Port Sudan.
El ejército sudanés afirma haber tomado el control de la mayor base de las FAR en Karari. Mientras, esta fuerza paramilitar afirma haber derribado un avión de guerra Sukhoi. El espacio aéreo está cerrado. Dos aviones comerciales de gran porte ardían en el aeropuerto de Jartum, segun imágenes satelitales de la empresa Maxar.
El líder de las FAR, general Muhammad Hamdan Dagalo, anunció a Sky News que “sus fuerzas controlan el 90 por ciento de las zonas militares de Sudán”. Dagalo mantiene fluidos contactos con la empresa mercenaria rusa Wagner. El general Abdel-Fattah Al-Burhan, comandante de las fuerzas armadas sudanesas, replicó que Dagalo “se esconde en la clandestinidad y empuja a los hijos de los sudaneses a luchar”, mientras que “varios oficiales se han unido a las FAR”.
A principìos de los años 2000 las FAR apoyaron al dictador Omar al Bashir en el genocidio cometido en Darfur A principìos de los años 2000 las FAR apoyaron al dictador Omar al Bashir en el genocidio cometido en Darfur
Al desmentir el anuncio de la milicia rebelde, el ejército informa que “se ha hecho con el control de todo el cuartel general de las FAR en Om Dorman, su equipamiento y las armas que abandonaron cuando huían”. El ejército sudanés también desmintió las informaciones de las FAR del derribo de un avión Sukhoi.
La Liga Arabe convocó una reunión urgente. El número de muertos ha aumentado a al menos 60. Los heridos ascienden a 595, según el Comité Central de Médicos Sudaneses en Twitter. En la capital, Jartum, hubo 25 muertos y 302 heridos. Entre las víctimas hay tanto civiles como militares.
“Las FAR anuncian que han tomado varias instalaciones estratégicas dentro y fuera de la capital, entre ellas el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Sudán y centros de mando de varias unidades militares en la región de Darfur y otros estados”, afirman en un tuit. En El Cairo hay preocupación por un video aparecido en las redes sociales en el que se ve a varios soldados egipcios aparentemente en manos de los hombres de las FAR.
El ejército y los paramilitares sudaneses se han declarado dispuestos a la apertura temporal de corredores humanitarios solicitada por la ONU.
Las FAR, que en abril de 2019 participaron en el golpe militar que puso fin a la era del autócrata islamista Omar al-Bashir, son una prolongación de las milicias ’janjaweed’, que lucharon por Bashir para sofocar la rebelión en Darfur a principios de la década de 2000, un conflicto con unos 300.000 muertos, la gran mayoría civiles. Un genocidio para la ONU. Su líder Dagalo comparte una mina de oro con la empresa mercenaria rusa Wagner, viajó a Rusia en vísperas de la invasión de Ucrania y quiere construir una base rusa en el Mar Rojo, en Sudán.