La muerte de una joven de 22 años tras ser detenida por la "Policía Moral" del régimen islámico de Irán por no "llevar bien" el velo obligatorio continuaba causando indignación y manifestaciones de repudio en todo el país. El sábado la policía reprimió con su violencia habitual una manifestación en Teherán. Ayer, las portadas de la prensa reformista se dedicaron a la joven fallecida y a peticiones de que se tomen medidas. Y mujeres iraníes subieron videos a las redes en los que se quitan el velo y se cortan el pelo. La rebelión causa preocupación en la dictadura islámica de los ayatolás, y por esto el presidente prometió una investigación del caso.
Mahsa Amini, de 22 años, falleció el viernes a consecuencia de un infarto y el coma que sufrió en una comisaria de Teherán, donde estaba detenida por la "Policía de la moral" del régimen por no llevar bien el velo, prenda obligatoria en el país regido por el islam shiíta. Días después de su fallecimiento seguían las protestas y las muestras de descontento popular. “Mujeres, vida y libertad” entonaron este domingo un grupo manifestantes en la Universidad de Teherán por la muerte de Amini, informó la web de noticias iraní Ruydad 24.
Videos compartidos en redes sociales por periodistas iraníes mostraron a varias decenas de jóvenes marchando en la universidad capitalina entonando cánticos de protesta. Otros videos compartidos por internautas mostraron más protestas. Esas protestas siguen a las que se produjeron el sábado durante el entierro de Amini en su ciudad natal de Saghez, en la región kurda de Irán, además de en la capital y otros lugares del país. La represión policial no se hizo esperar en todas esas protestas. Las autoridades confirmaron las protestas recientes durante el sepelio, donde hubo represión, detenidos y heridos. “En el funeral de Mahsa Amini no murió nadie y solo hubo algunos heridos leves”, aclaró el diputado de Saghez, Behzad Rahimí. Según agregó, un herido “fue hospitalizado en el Hospital de Saqez tras ser alcanzado en los intestinos por balas”. El grupo kurdo Hengaw informó sin embargo que 33 personas resultaron heridas en Saqez. En las protestas en el entierro, muchas mujeres se quitaron sus velos en señal de desafío y protesta.
El velo es obligatorio en Irán desde la revolución islámica liderada en 1979 por el ayatolá Khomeini, quien declaró que sin él las mujeres estaban “desnudas”. El sistema político instaurado por Khomeini prevé un control absoluto del país por una élite no elegida por el voto: los ayatolás, precisamente. Todos los altos funcionarios son en general altos clérigos islámicos. Por esto, el régimen iraní no es considerado una democracia y se lo caracteriza como "teocracia".
El velo es omnipresente en las calles del país, donde es extremadamente raro ver a una mujer sin la cabeza cubierta, aunque muchas en realidad solo se tapan la parte de atrás de la cabeza, lo mínimo. El arresto y muerte de Masha Amini "por llevar mal" el velo se debió seguramente a esta práctica común entre las mujeres más jóvenes.
Las portadas de los principales diarios iraníes mostraron esa división en el país, con la mayoría de los periódicos conservadores con la imagen del líder supremo, Ali Khamenei, en primera plana, mientras que los reformistas la dedicaron a Amini. “La humillante muerte de Amini”, tituló el reformista Etemad, que mostraba su tumba. Este diario recordaba que “el descontento generalizado por las patrullas de la moral no es nuevo” y recopilaba otros casos similares del pasado. El también reformista Armane Emruz pedía en su portada una investigación de las acciones represivas de la "Policía de la moral" y afirmaba que sus miembros no están formados. Por su parte, el periódico Aftab tituló en portada “Choque en Irán”. A su vez, incluso el periódico moderado Jomhouri Eslami alertó por la “fractura social” que puede provocar el “comportamiento violento” de oficiales de policía.
El hashtag persa #MahsaAmini ha alcanzado ya 1,63 millones de menciones en Twitter. “Mahsa está ahora más viva que nosotros”, aseguró el cineasta Asghar Farhadi, galardonado con dos Oscars a la mejor película extranjera. “Nosotros estamos dormidos, sin reaccionar ante esta crueldad sin fin. Nosotros somos cómplices de este crimen”, aseveró.
“Los cabellos de nuestras hijas están cubiertos por un sudario”, escribieron varios jugadores del equipo nacional de fútbol en una historia común en Instagram. “Si esos son musulmanes, que Dios haga de mí un infiel”, afirmó Sardar Azmoun, delantero del Bayer Leverkusen. La destacada activista Masih Alinejad compartió un video en el que varias mujeres se cortan en cabello y queman sus velos o hijab en reclamo de libertad al régimen.
Amini era del Kurdistán, donde también hubo protestas el sábado, incluso en el funeral en su ciudad natal, Saqez. La militarizada Guardia Revolucionaria lleva mucho tiempo reprimiendo los disturbios entre la minoría kurda. El enojo de muchos iraníes comenzó cuando el jueves transcendió que Amini se encontraba en coma en el Hospital Kasra de la capital tras sufrir un presunto "ataque al corazón" en la comisaría donde estaba detenida por la Policía de la moral. La Policía afirmó que la joven “repentinamente sufrió un problema del corazón”. Ante el descontento, el presidente de Irán, el clérigo ultraconservador Ebrahim Raisí, ordenó una investigación. Pero el régimen ultraconservador de Raisí ha aumentado en los últimos meses la presión para que las mujeres se sometan a las estrictas reglas de vestimenta, con lo que las temidas furgonetas de "Policía de la moral" son más visibles que antes en las calles, al igual que las detenciones.