Israel decidió dar marcha atrás con la decisión de cerrar el espacio aéreo sobre la boda de la conocida modelo israelí Bar Rafaeli, ex de Leonardo Di Caprio, y el empresario local Adi Ezra, que se celebrará el próximo jueves
La decisión del Ministerio de Transporte de Israel responde a un argumento de "justicia", dijo hoy al Canal 2 de la televisión israelí el ministro de Transportes, Israel Katz, en respuesta a las quejas de una población que considera exagerado y una discriminación el cierre del espacio aéreo sobre la zona del Montes Carmelo, al norte del país y frente al Mediterráneo, para que la modelo pudiera filmar desde el aire su enlace con el empresario local Adi Ezra.
Katz ordenó a la Dirección de Aviación Civil cancelar la autorización que se la había dado a la modelo para que cinco drones, dos helicópteros y un globo aerostático anclado pudieran filmar la boda, lo que obligaba al cierre del espacio aéreo en un radio de 4 kilómetros alrededor del hotel donde se celebrará la boda.
La decisión de cerrar el espacio aéreo es un recurso que se reservan los países ante casos extraordinarios como el de una amenaza terrorista.
Por la insólita medida del cierre del espacio aéreo, las redes sociales el fin de semana se habían inundado de chistes: "Prohíben a ciudadanos y turistas vestir de blanco el día de la boda de Rafaeli" o "El Ministerio de Comunicaciones prohíbe emitir películas de Leonardo DiCaprio el día del enlace para no abrir viejas heridas", en referencia a la relación sentimental de seis años de duración con el actor norteamericano, son sólo algunos.
Rafaeli y el empresario también israelí Adi Ezra, de 40 años, presidente de Neto ME Holdings Ltd, una de las compañías importadoras de alimentación más importantes del país, llevan tres años juntos.
La invitación a la boda destaca la prohibición de acceder con "cámaras o teléfonos", y pide a los invitados acudir con el DNI para verificar su identidad. Los familiares y amigos más cercanos tampoco se salvan y han recibido una segunda nota en la que se les informa de la reserva de una habitación y se les "invita" a dejar los teléfonos en ella.
El diario "Maariv" insistía este fin de semana que los trabajadores y camareros deberán pasar detectores de metales antes de acceder al recinto, y que el hotel les ha obligado a firmar un documento de confidencialidad y advertido de que serán investigados y denunciados en caso de alguna violación de las cláusulas.
Otro detalle que no ha pasado desapercibido sobre el matrimonio que contraerá Rafaeli, ha sido el rito que lo consagrará. En un país donde para que el enlace sea reconocido por Interior debe pasar por un rabino, la elección precisamente de uno ortodoxo ha sido criticada en algunos círculos progresistas que le pedían una ceremonia alternativa para denunciar la ausencia del matrimonio civil o para los homosexuales.
"Me dijo que por lo menos en su boda quiere sentir a Dios y desconectarse de la bohemia", afirmó el viernes a la radio ultraortodoxa 'Kol BeRamá' el rabino que oficiará el acto.
La que ya es considerada la "novia de Israel", sí ha querido romper con la tradición de no mostrar su traje nupcial, y en su perfil oficial de Instragram se puede apreciar una parte del mismo. La diseñadora tampoco es un secreto: Claire Waight Keller, directora creativa de la casa francesa Chloé, a la que la modelo alaba en la red social diciendo: "Eres una creadora de sueños!".
La prensa del corazón israelí cifra en 300 los invitados que acudirán a una boda, que se prolongará todo el fin de semana, y ha sido valorada en alrededor de un millón y medio de shékels (unos 352.000 euros o 386.000 dólares).