Recorro la ruta 14 diariamente desde la época en que no era más que un camino de tierra. Yo mismo tuve la oportunidad de integrar la comisión que peticionó a la provincia la construcción de la primera carpeta asfáltica, la cual se realizó en breve. Debido a su deterioro, 27 años atrás, la Intendencia de Martínez Dufour logró la construcción de una nueva ruta, en esta oportunidad de hormigón armado. Posteriormente, durante la gobernación de Reutemann se realizó una nueva obra, uniéndonos con la ruta A-012 mediante el sistema de carpeta asfáltica. Esto materializaba un sueño de la localidad de Soldini porque amplió nuestro contexto, conectándonos con la ciudad de Rosario y las localidades vecinas de la zona sur. Esta alegría duró poco, dado que se formalizó y habilitó el funcionamiento del Corredor Vial Nº 6, cuyo concesionario es el peaje Bombal. Esta organización está presidida por el intendente de la comuna de Pueblo Muñoz, siendo suya la responsabilidad del mantenimiento (ya sea de la traza, las banquinas, las malezas o la demarcación) bajo las directivas del ingeniero de apellido Fina. Cabe aclarar que esta ruta nace en el cruce con la ruta 33 y llega hasta la localidad de Miguel Torres, la cual dista apenas a 93 kilómetros. El peaje se distribuye entre 5 o 6 comunas, excepto la de Soldini que oportunamente no adhirió a dicho sistema. Ahora bien, el asfalto en sus primeros 5 kilómetros desde la ruta 33 hacia el sur (correspondientes a Soldini) se encuentra en un estado de deterioro total. ¿Por qué está mal mantenida? ¿Será inoperancia, falta de capacidad o desidia? No hace falta más que recorrerla para darse cuenta de todos estos hechos. Constituye el colmo de la ridiculez el que hace días comenzaran la demarcación sobre el pavimento en pésimo estado y mantenido de manera mediocre, inclusive con la colocación de ojos de gato. Afortunadamente, al parecer, notaron la inutilidad de dicha tarea y ya la han abandonado.