La Armada italiana rescató ayer a unos 370 inmigrantes en aguas entre Sicilia y Libia, mientras el gobierno desplegaba barcos, helicópteros y aviones no tripulados para ayudar a evitar nuevos naufragios tras la muerte de cientos de personas este mes producto del hundimiento de sus embarcaciones.
Una fragata y una patrulla naval trasladaron a unas 290 personas, en su mayoría sirios, somalíes y eritreos, a la pequeña isla de Lampedusa, luego de que dos embarcaciones de inmigrantes distintas usaron teléfonos satelitales para pedir ayuda, según un comunicado de la Armada.
Un barco mercante panameño recogió después a unas 80 personas a la deriva en una balsa en aguas libias y los trasladó a Sicilia, dijo la guardia costera.
Las embarcaciones se arriesgaron a la peligrosa travesía a pesar de un naufragio el 3 de octubre en el que murieron más de 360 inmigrantes, la mayoría eritreos, a menos de un kilómetro de Lampedusa. El viernes pasado, al menos 38 inmigrantes más se ahogaron al volcar su bote, aunque la cifra real podría estar por encima de los 200.
Lampedusa, ubicada el suroeste de Sicilia y a sólo 113 kilómetros de la costa de Túnez, ha sido durante dos décadas un peldaño para los inmigrantes que buscan una vida mejor en Europa.
La guerra civil siria y los disturbios en Egipto y otros países árabes y africanos están aumentando el flujo de refugiados, muchos de los cuales tienen que atravesar una cada vez más inestable Libia en su huida.
El Parlamento regional de Sicilia declaró ayer estado de emergencia, una medida que le permitirá recibir fondos adicionales para ayudar a los servicios de inmigración.
El centro de recepción de inmigrantes de Lampedusa tiene actualmente cuatro o cinco veces más personas de las que permite su capacidad.
Para tratar de detener el flujo de embarcaciones precarias e impedir más tragedias, Italia comenzó el martes a aumentar su presencia militar en las aguas entre Italia, Túnez y Libia con una mayor vigilancia.
Italia desplegará un barco anfibio de asalto con un hospital a bordo, helicópteros de largo alcance, cinco embarcaciones y un avión equipado con visión nocturna, además de aeronaves no tripuladas.
"Será una operación militar y humanitaria para reforzar la vigilancia y las capacidades de rescate en mar abierto, lo que aumentará los niveles de seguridad y salvará vidas", dijo el ministro de Defensa italiano, Mario Muro, el lunes por la noche después de que el plan fuera acordado.
Sin embargo, las organizaciones humanitarias están preocupadas sobre la creciente militarización de la frontera.
Esto puede impedir que los refugiados se ahoguen, pero también podría dejar a muchos de ellos varados en el desierto del Sahara o en manos de milicias libias y grupos de crimen organizado, que son conocidos por haber golpeado, violado y aprisionado inmigrantes en el pasado.
La mayor parte de los miles de migrantes desesperados que el mar arroja sobre las playas italianas son familias africanas y del Medio Oriente que huyen de la guerra y la miseria, en la esperanza de encontrar un destino en Europa. Italia ya hizo un llamado a la Unión Europea (UE) para que la ayude a manejar la situación.
Muchos más muertos
Hasta 200 inmigrantes podrían haber muerto en el naufragio de una embarcación ocurrida en viernes en el mar Meditarráneo, afirmó ayer el primer ministro maltés, Josep Muscat.
Las últimas cifras hablaban de 38 fallecidos tras el vuelco de la embarcación entre Malta y la isla italiana de Lampedusa, según .
“Ahora que terminaron las entrevistas con los inmigrantes rescatados, tenemos diferentes versiones del número de personas que iban en el barco”, dijo Muscat durante un viaje a Israel.
“No estamos en posición de decir qué versiones son correctas, pero por la información que tenemos el número de fallecidos podría estar entre los 50 y los 200”, agregó.