El jefe, el subjefe y una oficial de la comisaría 11ª fueron detenidos por liberar a un hombre que debía estar preso sin conocimiento del juez en turno. No fueron las únicas anomalías: el sumario policial del hecho llegó al juzgado correccional interviniente recién seis días después de ocurrido. La otra irregularidad es que las autoridades de la seccional 11ª debieron haberlo girado a un juzgado de instrucción, que investiga los delitos más graves, porque el hombre detenido estaba acusado de amenazas contra su ex mujer y portación indebida de arma de fuego.
El jefe de la dependencia policial, Alcides Bustamante; el subjefe, Lucas Scifo y la sumariante fueron indagados ayer por el juez correccional Nº 8 José Luis Suárez y luego excarcelados. Además los tres oficiales fueron relevados y pasados a disponibilidad por las autoridades de la Unidad Regional II. A nivel judicial fueron imputados de incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad.
El incidente que originó todo se desencadenó en la medianoche del 14 de junio. A esa hora, una mujer se contactó con el 911 para denunciar que su ex marido se había presentado en su casa y la había amenazado de muerte. Una patrulla del Comando Radioeléctrico acudió a la vivienda y detuvo al hombre —su identidad no trascendió— cuando ya estaba en la vereda. Le secuestraron, según fuentes judiciales, un revólver calibre 38, municiones de ese calibre y de nueve milímetros.
Los efectivos lo trasladaron a la comisaría 11ª. Llegó a la 0.30 y a las 4 fue liberado sin conocimiento de una autoridad judicial. El delito de portación indebida de arma de fuego tiene una pena mínima de cuatro años. Por lo tanto el caso debía ser investigado por el juzgado de Instrucción Nº 8, que estaba de turno. Sin embargo, el sumario policial recién fue enviado anteayer al juez correccional Suárez con la calificación penal de amenazas. El magistrado ordenó la detención de los tres policías que, a las 9 de ese día, fueron arrestados por efectivos de la División Judiciales de la policía rosarina.
El hallazgo del revólver desató una controversia. Los dos responsables de la comisaría 11ª dijeron ayer en el juzgado que no estaban en la seccional cuando ingresó el sujeto apresado ni cuando fue liberado.
A su vez, una fuente del juzgado Correccional Nº 8 —que investigó el caso— señaló que en las actas del Comando Radioeléctrico y de la seccional 11ª la existencia del arma sí está consignada. El elemento decisivo que avala esto es que la sumariante de la comisaría 11ª remitió el revólver a la sección Balística para ser peritado.
Ayer, el comisario Bustamante —según contó su abogado de apellido Pérez— dijo que ese día se retiró a las 23.50 de la dependencia policial y regresó a las 8 del día siguiente. "El detenido ingresó a la 0.30 y en el acta que firmó mi cliente no figuraba que habían secuestrado un arma", afirmó el letrado.
Por su parte, la oficial que se desempeñaba como sumariante se abstuvo de declarar.
La otra cuestión que deberá dilucidar el juez Suárez es quién quedó a cargo de la seccional cuando los dos jefes se marcharon. El subjefe Scifo declaró al magistrado que el jefe de la dependencia policial no le dijo que él se quedaba al frente de la seccional.
"El juzgado le va a pedir a las autoridades de la Unidad Regional cómo se reparten las funciones cuando alguno de los jefes se va de la comisaría", explicó el vocero consultado.