Unas 99 personas lesionadas —cinco de ellas con heridas graves y aún internadas— fue el saldo del choque de un tren de la línea Sarmiento contra un andén de la estación porteña de Once. El accidente se produjo alrededor de las 7.25, al parecer por un problema de frenos, cuando el tren identificado con la chapa número 5 completaba el trayecto Moreno-Once.
El impacto fue contra la barrera de contención del andén número 2, el mismo lugar en el que el 22 de febrero de 2012 otro accidente similar causara la muerte a 51 pasajeros y heridas a más de 700. Ayer, el panorama fue diferente porque los vagones no iban atestados de gente como en aquella oportunidad.
Esta vez, la formación terminó a tres metros de los molinetes ubicados en el hall de la estación.
Un grupo de pasajeros descendió e inmediatamente intentó atacar en la cabina al maquinista, acusándolo de haberse quedado dormido.
Al grito de "asesino", las personas rodearon el habitáculo del cual el motorman ya había sido rescatado y trasladado por la policía. El incidente produjo un enfrentamiento con la Policía Federal, que terminó con al menos dos efectivos con heridas.
El maquinista, Julio Benítez, de 45 años, fue detenido e incomunicado por disposición del juez federal Ariel Lijo que entiende en la causa, que además ordenó una consigna policial en la sala del sanatorio donde el trabajador se recupera.
El magistrado ordenó el secuestro de las grabaciones de las cámaras de seguridad de la estación Once de la línea Sarmiento y de las tres estaciones anteriores —Caballito, Flores y Floresta—. Las filmaciones serán analizadas por peritos en busca de pistas que permitan determinar cuáles fueron las causas del accidente.
Sospechas.Según confirmó el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, el motorman fue sorprendido cuando intentaba llevarse en su mochila el disco rígido que contiene las imágenes de seguridad de la cabina y no descartó que se haya producido un sabotaje.
"Respecto del sabotaje no descarto nada", sostuvo Randazzo en conferencia de prensa en la Casa Rosada, aunque remarcó que "será la Justicia la que deba establecer responsabilidades".
Fuentes policiales indicó el motorman que el disco rígido fue encontrado con manchas de sangre en su mochila, poco después que varios pasajeros intentaran agredirlo, entre insultos.
El ministro informó además que el registro de GPS instalado en la formación reveló que la formación "realizó todas las paradas correspondientes con total normalidad sin registrar ningún inconveniente", pero que recorrió los últimos 900 metros con exceso de velocidad, antes de ingresar al anden para estrellarse con el paragolpes "que estaban reparados y absorbieron el impacto evitando el acaballamiento". La mayoría de los accidentados fueron derivados a distintos hospitales porteños y, luego de ser atendidos, dados de alta.
Testigos indicaron que hubo "gente atrapada en el segundo y tercer vagón" mientras que señalaron que los frenos del tren "venían fallando desde la estación Ciudadela", seis estaciones antes de llegar a Once.
"Frenaba y largaba y se pasaba de la estación. Al llegar a Once no frenó bien y chocó", explicó uno de los pasajeros.
El sistema de emergencia sanitario porteño (Same) se hizo presente rápidamente en el lugar con un amplio operativo, con el que se clasificó la gravedad de los heridos para su traslado, incluso algunos siendo atendidos en la calle, fuera de la estación, en una situación que recuerda las imágenes de aquel 22 de febrero de 2012.
Además del personal médico, policías y bomberos se encontraban trabajando en el lugar donde concurrieron al menos 16 ambulancias para asistir a los heridos, algunos de los cuales fueron trasladados al hospital Ramos Mejía.
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y los ministros porteños Graciela Reybaud (Salud) y Guillermo Montenegro (Seguridad) remarcaron desde temprano que no hubo víctimas fatales. Berni señaló que unas 30 personas "estaban esperando en el andén" y recibieron heridas al producirse el descarrillamiento, principalmente por el estallido de los vidrios.
En tanto, el secretario de prensa del gremio de maquinistas La Fraternidad, Horacio Caminos, confirmó que el motorman de la formación que chocó se encontraba internado en el hospital Ramos Mejía. "Está delicado, en apariencia su vida no corre peligro", explicó Caminos.