El poder de Michael B. Jordan en la pantalla ha adoptado muchas formas. Su fuerza de peso pesado en “Creed. La leyenda de Rocky”, su capacidad para inspirar cambios como Bryan Stevenson en “Buscando justicia” o su cruda furia en “Black Panther”.
Por Jake Coyle / AP
El poder de Michael B. Jordan en la pantalla ha adoptado muchas formas. Su fuerza de peso pesado en “Creed. La leyenda de Rocky”, su capacidad para inspirar cambios como Bryan Stevenson en “Buscando justicia” o su cruda furia en “Black Panther”.
Pero la potencia de Jordan alcanza nuevas alturas en “Sin remordimientos”, una adaptación de Tom Clancy que convierte a Jordan en una estrella de acción trotamundos. La película, estrenada en Amazon Prime Video, narra la historia del Navy Seal John Clark, el personaje más conocido de Clancy fuera de Jack Ryan, que emprende un camino para vengar el asesinato de su esposa sólo para encontrarse dentro de una conspiración que excede a su tragedia personal.
El proyecto ha estado en Hollywood durante décadas; Keanu Reeves y Tom Hardy se encuentran entre los que anteriormente han coqueteado con él. Pero Jordan vio la posibilidad no solo de hacer un thriller de acción de gran presupuesto y realizar muchas de sus propias acrobacias, sino de vender la película ya que, además de protagonista, es productor a través de su compañía, Outlier Society Productions que trabaja para que Hollywood sea más inclusivo.
Jordan pasó gran parte del año pasado en cuarentena con su familia y amigos, un momento que dice que ha sido reflexivo. “Los últimos años he tenido la suerte de tener una especie de carrera sin parar”, dice Jordan. “Tuve un momento para mirarme a mí mismo y a mi familia, pasar tiempo con mi sobrino, cosas que probablemente no habría tenido tanto tiempo para hacer si estuviera corriendo de una producción a otra”.
Pero después de que la pandemia puso una pequeña pausa en una de las estrellas más grandes de las películas, Jordan está ansioso por embarcarse en un nuevo capítulo. Recientemente filmó “Diario de Jordan”, de Denzel Washington y está preparando su debut como director con “Creed 3. La leyenda de Rocky”.
El actor de 34 años habló sobre el filme el día después del veredicto en el juicio de Derek Chauvin, el exagente de policía estadounidense que fue condenado por la muerte de George Floyd en Mineápolis.
El verano pasado, las protestas que siguieron a la muerte de George Floyd, desafiaron a Hollywood a comprometerse con la contratación de actores afroamericanos. ¿Viste algún progreso?
De los proyectos en los que he estado involucrado, he visto una respuesta a eso. No estoy en la vereda de enfrente de todas las producciones en Hollywood, pero creo que hubo una respuesta significativa de la industria en ciertos niveles. Sin embargo creo hay mucho trabajo por hacer. No estamos completamente contentos con las cosas que tenemos o las que vemos en este momento.
En 2008, en “Fruitvale Station” interpretaste a Oscar Grant, un joven asesinado por un policía de San Francisco. ¿Pensás que es una versión de una escena que sigue repitiéndose?
Cuando sos negro, es algo que puede convertirse en realidad cualquier día. Sí, tuve la oportunidad de arrojar luz sobre una historia, sobre un joven al que las fuerzas del orden le quitaron la vida. Cuando filmamos esa película, supongo que no se estaba viendo tanto como ahora. El volumen de lo que se ha informado ha aumentado, es más una parte de la conversación popular. Creo que la solidaridad entre nuestra comunidad y cultura está en el punto más alto que he experimentado. Nos está acercando más y la gente unificada es algo poderoso.
¿Alguna vez te ha resultado difícil equilibrar la responsabilidad que sentís por esos temas con tus propios intereses? ¿A veces solo querés hacer una película sin preocuparte por problemas más importantes?
Acabo de hacer “Sin remordimientos” y “Diario de Jordan”. Me gustan todo tipo de películas. Desde thrillers de acción hasta películas con un propósito. Tengo “Creed 3” en camino. He tenido la suerte de tener un equilibrio saludable. Me permite tener ese cómodo equilibrio entre entretenimiento y activismo. Así es la vida, ¿verdad? Tratando de encontrar un equilibrio. Tenés momentos en tu vida en los que tenés que hacer cosas por vos mismo, cosas que alimentan tu alma. Y tenés que hacer cosas que alimenten a tu comunidad, para que conozcas a la persona que te mira por la mañana en el espejo. Si podés encontrar una manera de equilibrar todas esas cosas, tener éxito, dejar un impacto y dejar el mundo en un lugar mejor, eso ya es mucho. Y creo que hacer pensar a la gente es el poder del cine.
“Sin remordimientos” había estado desarrollo durante años. ¿Qué te atrajo?
Soy un jugador. Amo jugar video juegos. Crecí interpretando adaptaciones de Tom Clancy de videojuegos como “Rainbow Six” y “Ghost Recon” antes de que conociera sus películas. Y ahora tuve la oportunidad de interpretar a un personaje que solía imaginarme interpretando, que pasé horas y horas jugando en mi habitación. Así que poder adentrarme en el universo de Tom Clancy y hacer una película de acción en la que hago mis propias acrobacias me sentí como un niño en la juguetería.
¿Había algo en especial que quisieras traer a “Sin remordimientos”?
Fue una gran colaboración entre el estudio, los productores y el director para crear una historia original. Fue genial ver a un personaje que simplemente es como es, sin importar discusiones del tipo de si es negro o no. Es una película sobre un tipo cualquiera, ya sabes a qué me refiero...
En otro proyecto tuyo en desarrollo, la remake de “El secreto de Thomas Crown”, tu personaje no fue escrito originalmente para una persona negra, y de hecho anteriormente fue interpretado por actores blancos. ¿Le das algún significado a eso?
También hay un negocio detrás de esto. Mucha gente no comprende los matices de cómo se hacen las películas: qué propiedad intelectual hay en qué estudio, qué estudio está disponible, el valor de hacer un relanzamiento sin el título de la película que lo precede. Hay muchos factores diferentes a considerar cuando hacés una película. La gente se sorprendería si supiera que la raza es un factor secundario cuando se trata de tomar algunas de esas decisiones. Mucha gente especula sobre estas opciones de películas, pero a lo que presto atención es a si me gusta o no me gusta el proyecto, si el personaje es interesante, entretenido y si me divertiré haciéndolo. Pero la representación también es importante. Alguien como yo interpretando a un personaje como ese en un mundo como ese también es muy progresista y entretenido. Es una decisión con matices desarrollar películas como esa. A veces no es tan sencillo y otras veces tampoco es tan complicado.