Se concretó oficialmente la compra de la curtiembre Sadesa de Las Toscas, por parte de la firma Arlei, y con ello se aseguró la continuidad productiva y el mantenimiento de las fuentes laborales de la planta. Tras muchas acciones conjuntas del gobierno provincial, las autoridades de ambas empresas, el municipio, sindicato y de la Nación se hizo el traspaso, con la expresa intención de conservar la mayor parte del personal.
Al respecto, el ministro de Trabajo y Seguridad Social provincial, Julio Genesini, destacó el resultado positivo de las “numerosas gestiones hechas junto con los empresarios, los trabajadores y el municipio, e incluso con las autoridades de la Nación. Articuladamente logramos sostener la actividad productiva de la planta y el mantenimiento de los puestos de trabajo de decenas de familias de Las Toscas y la región”.
Además, Genesini valoró las negociaciones ante el Ministerio de Trabajo y Empleo de la Nación para viabilizar el pago del programa nacional Repro solicitado por Arlei.
“El sostenimiento de las fuentes de trabajo y de las actividades productivas es una prioridad para la provincia. Ante el anuncio del cierre de la curtiembre en Las Toscas, se hicieron continuas gestiones encabezadas por el gobernador, Miguel Lifschitz, y las carteras de Trabajo y de la Producción de la provincia”, dijo Genesini.
El cierre. La planta que la curtiembre Sadesa SA de Las Toscas cerró sus puertas en enero por lo que 152 trabajadores perdieron su empleo. Voceros de la empresa multinacional indicaron entonces que la planta elaboraba suelas y que el cierre obedecía a “cuestiones de mercado, ya que ese elemento fue reemplazado por otros en la industria del calzado”.
En esa ocasión la empresa ofreció indemnizar a los trabajadores despedidos, mientras que agentes del Ministerio de Trabajo de la provincia analizaron la situación de quienes quedaron cesante y de los empleos indirectos que generaba la curtiembre, estimados en más de 300, y empezaron a pulsear para intentar salvar la fuente laboral.
Igual actitud adoptaron los trabajadores despedidos quienes recurrieron a los dirigentes locales del Sindicato del Cuero, entre ellos su titular, Alejandro Delsin.
“Tomamos la decisión de pelear por la fuente laboral. Vamos a llevar el mandato de los trabajadores, que quieren seguir trabajando”, dijo entonces Delsin. En esos días, circulaba la versión de que podría haber una compañía interesada en adquirir la firma.
Arlei fue fundada en 1938. Es uno de los mayores exportadores de cuero semiterminado en el mundo. La empresa comenzó como un pequeño comercio de suela distribuyendo mercadería a los fabricantes de calzado y accesorios de cuero. Gradualmente se expandió con la construcción de una curtiembre de curtido vegetal en Salta (al noroeste argentino), otra curtiembre al cromo en Santa Fe y luego con sus plantas de cuero terminado y de cortado y cosido en Buenos Aires. Tiene más de dos mil empleados y es reconocida como una líder en Sudamérica.