La muerte de Margaret Thatcher reavivó ayer el debate sobre el legado de la ex primera ministra británica, una de las artífices de la liberalización económica de los años 80, que recibirá hoy un homenaje póstumo del Parlamento antes de su funeral previsto una semana después. La desaparición de la Dama de Hierro como consecuencia de un derrame cerebral a los 87 años de edad generó reacciones encontradas en todo el mundo y varios centenares de personas salieron a la calle en el Reino Unido a celebrar con cánticos como "¡Ding, Dong! ¡La bruja ha muerto!".
Líderes actuales y pasados de todo el mundo, desde el ex mandatario soviético Mikhail Gorbachev hasta el presidente estadounidense Barack Obama, rindieron tributo a la hija de un almacenero que buscó evitar el colapso británico y ayudó junto con su socio de Estados Unidos Ronald Reagan a poner fin a la Guerra Fría. "El mundo ha perdido a una de sus mayores campeonas de la libertad y Estados Unidos ha perdido a una verdadera amiga", dijo Obama.
El cuerpo de Thatcher, la primera y hasta ahora única primera ministra británica, fue sacado discretamente de madrugada del hotel Ritz, donde murió el lunes aparentemente mientras leía, y trasladado a un lugar no precisado. Thatcher, aquejada de demencia senil y debilitada también por otros problemas de salud desde hace más de una década, residía en ese hotel desde que salió del hospital donde fue sometida en diciembre de una operación menor.
Su funeral, cuya planificación ha sido bautizada operación "True Blue" por el color del conservadurismo puro y duro que encarnó la Dama de Hierro, se llevará a cabo el miércoles 17 en la catedral de San Pablo, según Downing Street. En este mismo templo se celebró la misa de acción de gracias tras la victoria contra la Argentina en la guerra de las Malvinas en 1982.
Una excepción. La reina Isabel II asistirá al servicio religioso acompañado de su marido, el duque de Edimburgo, una excepción como la que hizo en 1965 con ocasión del funeral de Estado de Winston Churchill. Contrariamente a su ilustre predecesor, sin embargo, Thatcher, que sirvió tres mandatos consecutivos entre 1979 y 1990, no tendrá un funeral de Estado, sino "ceremonial" (un peldaño por debajo) con honores militares, como la Reina Madre en 2002 y las exequias de la princesa Lady Di. Ese día, las banderas británicas ondearán a media hasta en los edificios públicos y las embajadas del Reino Unido diseminadas por el mundo. Se prevé que varios dignatarios asistirán al ceremonial.
El tema del funeral también desató polémica, porque mientras varios diputados conservadores pedían la organización de un funeral de Estado, más de 14.000 personas firmaron una petición en internet para impedir que fuera despedida a cuenta del contribuyente. "¿Cómo debemos honrarla? Vamos a privatizar su funeral. Abramos una licitación y aceptemos la oferta más baja. Es lo que habría querido", resumió el cineasta Ken Loach, refiriéndose a la política económica ultraliberal que aplicó la ex premier mientras estuvo en Downing Street. Según su vocero, sin embargo, ni la Dama de Hierro ni sus hijos, Carol y Mark, querían un funeral de Estado, por considerarlo "no apropiado" y "un desperdicio de dinero".
El Parlamento, que se encuentra en receso, se reunirá hoy en una sesión extraordinaria para rendir homenaje a la ex primera ministra, que más de dos décadas después de dejar el cargo continúa dividiendo a los británicos. Esta disensión quedó ampliamente ilustrada en la prensa británica, más o menos entusiasta dependiendo de su tendencia política. Mientras el Daily Mail elogió a "la mujer que salvó el país", en la tónica del homenaje del primer ministro David Cameron, el Daily Mirror afirmó que Thatcher "rompió el Reino Unido". "No se debe bailar sobre su tumba pero es correcto que no haya funeral de Estado", resumió por su parte The Guardian
Impopular. En Escocia, donde muchos no le han perdonado que les impusiera antes que a nadie el impopular impuesto local conocido como "Poll Tax" que precipitó su caída, el diario The Herald resumió en su titular: "Thatcher: la muerte de un gigante político amado y odiado por igual". La ciudad escocesa de Glasgow fue una de las que albergó la víspera una fiesta callejera en la plaza George, que congregó a unas 300 personas que cantaron y brindaron con champán. Otras celebraciones similares tuvieron lugar en el barrio londinense de Brixton, escenario de disturbios en 1981, y en la ciudad de Bristol.
Alianza anticomunista. La rígida y frontal Thatcher, única primera ministra de Gran Bretaña, llevó a los conservadores a obtener tres victorias electorales, gobernando entre 1979 y 1990, el período continuo más largo en el cargo de un premier británico en más de 150 años. Junto con el presidente estadounidense Ronald Reagan, Thatcher formó una fuerte alianza contra el comunismo, respaldó al presidente George Bush durante la Guerra del Golfo en 1991, y fue la primera líder occidental en descubrir que Gorbachev era un hombre con el que podría "hacer negocios". "Muy pocos líderes llegan a cambiar no sólo el panorama político de su país, sino del mundo. Margaret fue una de esas líderes. Su impacto global fue vasto", dijo Tony Blair, quien durante su mandato como premier inglés laborista entre 1997 y 2007 reconoció una deuda con el opositor Partido Conservador.
Los deudos dejaron ayer rosas, tulipanes y lilas en el frente de su casa en Belgravia, una de las zonas más exclusivas de Londres. Una nota decía: "La líder británica más grande", mientras que otra indicaba "La Dama de Hierro", un apodo que le colocó un diario del Ejército soviético en la década de 1970 y que Thatcher amaba.
No obstante, en señal de repudio a la mujer que explicó su creencia en la iniciativa privada declarando "No existe la sociedad", alguien también dejó una botella de leche en su umbral, en referencia a su política de terminar con la entrega de leche gratuita a niños en escuela primaria mientras lideraba el área educativa en la década de 1970, medida que le valió el mote de "Thatcher la robaleche".
Pese a estas divisiones, la mitad de los británicos (50 por ciento) piensan que fue buena para el país, contra 34 por ciento que consideran lo contrario, según un sondeo ICM.
Fiestas callejeras e incidentes
Seis policías resultaron heridos y varios manifestantes han sido detenidos en las fiestas “anti-Thatcher” que se han propagado en las últimas horas del barrio de londinense de Brixton a Belfast, pasando por Glasgow y Bristol, donde se produjeron serios enfrentamientos con las fuerzas policiales. Los detractores de la ex premier convocaron a una fiesta en Trafalgar Square para el próximo el sábado.