A los 72 años el Gaucho Beas se dio el gustazo de ilustrar con collages el Martín Fierro, la obra cumbre de la literatura nacional que ha sido dibujada por lápices ilustres como Castagnino, Breccia hijo, el Negro Fontanarrosa y ambos Alonso, entre otros, y que presentará el viernes, a las 19.30, en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa.
Personaje de la cultura rosarina como pocos, Héctor Beas trabajaba en la década del 70 como empleado en el viejo Banco Provincial de Santa Fe hasta el día que decidió colgar la corbata y dedicarse a su pasión de toda la vida: el dibujo. "Un día me llegó una carta con el nombramiento como gerente y, a la vez, una circular de los militares que decía que no podíamos usar barba y sólo se permitía el bigote militar. Entonces sentí que no podía seguir trabajando en un lugar donde no me dejaban ser como era, así que presenté la renuncia por lo segundo. "Vos estás loco", me dijo mi señora, cuando ya había tomado la decisión y teníamos hijos. "Te vas a morir de hambre", era lo más suave que me decían, recuerda el Gaucho aquellos bravos días de 1977, cuando se dedicó de lleno a recorrer las escasas redacciones de diarios, revistas y agencias de publicidad con su humilde carpeta de dibujos bajo el brazo.
"Había trabajado en dibujo artístico, pero nunca en la gráfica ni profesionalmente", recuerda aquel portazo que le cambió la vida, al punto que luego trabajó durante unos 40 años en casi todos los medios gráficos rosarinos, desde el viejo Diario Rosario hasta La Capital.
—Ilustrar el Martín Fierro debe ser el sueño del pibe.
—Exacto. Siempre soñé con esto porque los monstruos del dibujo lo ilustraron: los dos Alonso, Fontanarrosa y Breccia, tipos que te hacen cagar en las patas. Tengo muchas ediciones del Martín Fierro, pero no había ninguna ilustrada con collage. En esta edición aparece una página ilustrada con un collage y en la enfrentada una página en blanco y negro con la historia del gaucho Martín Fierro desde su supuesto nacimiento en la provincia de Santa Fe, cerca de Puerto Gaboto, como lo dejó escrito Hernandarias, el primer gobernador santafesino, en un documento de 1.617.
—¿Cómo surgió la idea de ilustrar el Martín Fierro con collages?
—La idea de ilustrarlo la tuve toda la vida, pero no me animaba, es inquietante. Tenía unos trapos donde limpiaba los pinceles y vi que tenían vida. Y así nació la idea de ilustrarlo con collages, que es la primera edición del Martín Fierro ilustrada con collages.
—El Martín Fierro aparece como un parteaguas de la literatura argentina: fue idealizado por los historiadores del pensamiento nacional y popular, y denostado ferozmente por liberales y cipayos como Sarmiento,.
—Sarmiento fue un hijo de mil putas que dijo "No ahorre sangre de gauchos porque es lo único humano que tienen". Como obra literaria no me atrajo porque no entiendo nada de literatura, pero sí me atrajo como denuncia social contra el genocidio que cometió la oligarquía. (El historiador) Pacho O'Donnell me envió un texto con esta misma idea: la denuncia social de las injusticias y el genocidio de la oligarquía, que puso en riesgo la existencia misma del gaucho. Lo raro de mis ilustraciones es que los dibujos del Martín Fierro no son iguales.
—¿No es un gaucho como individuo sino un colectivo?
—Es una denominación literaria. Martín Fierro no es un solo gaucho sino un proyecto colectivo. El Martín Fierro es la segunda época del gaucho en la historia argentina. La primera época es la del Viejo Vizcacha. Eran los primeros gauchos, cuando no había alambrado, quienes lucharon contra los realistas. En la segunda etapa al gaucho lo mandan a pelear contra los indios hasta que se asienta en el campo y deja de ser nómade. Y en la tercera etapa el gaucho es sólo un peón de estancia.
—¿Y cómo era el gaucho Martín Fierro?
—Don Segundo Sombra era el gaucho de esa segunda etapa. El gaucho Segundo Ramírez, en quien se inspiró Ricardo Güiraldes para escribir don Segundo Sombra, nace en Coronda y a los 25 ó 30 años se va a vivir a La Porteña, en la provincia de Buenos Aires, a la estancia de los Güiraldes, a los que termina ensalzando. De esa época se discute si el gaucho usaba saco o chaquetilla. Lo que pasa es que el gaucho no andaba bien económicamente, entonces los patrones dejaban los sacos viejos y se los daban a los gauchos, que los usaban. Hay fotos de don Segundo Sombra con un saco cruzado.
—¿Hoy hay gauchos?
-No. Hay paisanos, que usan celular y andan en moto, viven en el pueblo y trabajan en la estancia, pero no andan a caballo.
—¿Qué opinás de los "piquetes blancos" durante el conflicto por la 125?
—Ahí no había peones. No había ningún paisanito.
El viernes, en el Fontanarrosa
El Martín Fierro ilustrado por el Gaucho Beas será presentado el viernes, a las 19.30, en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa. La obra fue prologada por el historiador Pacho O’Donnell y conjuntamente se exhibirán los 154 collages de Beas, que son las ilustraciones del libro a color.